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En el sector popular aún falta profesionalismo
Se busca que los clientes tengan la certeza de que su patrimonio está protegido: FAS.
Aunque en los últimos años el sector de ahorro y crédito popular ha avanzado mucho en cuestión regulatoria, todavía hace falta profesionalización en él, para que permita a los clientes de las entidades dedicadas a este nicho de la población, tener la certeza de que su patrimonio esté protegido ante cualquier contingencia, explicó Blanca Aldasoro Maya, consultora para América Latina de la Fundación Alemana de Servicios (FAS).
En entrevista, la consultora indicó que el sector popular todavía debe de trabajar mucho en temas de gobernabilidad de las instituciones y en el fortalecimiento de sus capacidades financieras, ya que hay muchas que tienen un índice de capitalización limitado y cualquier contingencia las pone en problemas. Asimismo, deben trabajar en la capacitación de su personal.
Es por eso - explicó- que las entidades del sector popular tienen que fortalecer la demanda, con esquemas de educación financiera, así como con mejores medidas que den protección al consumidor; sin hacer de lado la oferta, para que se profesionalicen y otorguen cada día mejores servicios al cliente.
Hay que empujar a la oferta para que el sector popular se profesionalice y se consolide, y también a la demanda. En la medida en que la demanda se empodere y exija, se forzará a las mismas instituciones a ofrecer mejores servicios , explicó.
En México, el sector de ahorro y crédito popular proporciona servicios financieros a personas que se encuentran en la base de la pirámide poblacional. De acuerdo con la autoridad, su desarrollo continúa con un gran dinamismo y se encuentra en proceso de normalización de las entidades que lo componen.
Este sector está compuesto por las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (socaps), las financieras populares (sofipos) y las financieras comunitarias (sofincos). Con esta composición, existen cerca de 700 entidades enfocadas a este mercado.
Regulación, nunca está de más
Cuestionada sobre los cambios regulatorios a los que ha estado sujeto el sector en los últimos años y en el contexto de iniciativas que impactarían en él y que se encuentran en el Senado, Aldasoro Maya indicó que estos cambios nunca están de más, ya que siempre estarán enfocados a la mejora continua de las instituciones.
Honestamente, el sector popular está sujeto a un proceso de mejora continua, ya que ha sido muy difícil regular (...) se han hecho intentos desde 1993, pero viene operando desde los años 50, captando ahorro y dando un servicio a la población en la base de la pirámide desde esa época .
Hay que entender -agregó- la complejidad de regular un sector tan grande, compuesto por cerca de 700 instituciones con una dispersión poblacional impresionante, con niveles de tamaño muy distinto. Entonces se hace muy complicado que se quiera sacar un marco regulatorio de la noche a la mañana.
Fraudes impactan
Respecto de los fraudes que se han realizado en este tipo de entidades en los últimos años, como el caso de Ficrea que defraudó a más de 6,800 personas, Aldasoro indicó que sin lugar a dudas debilitan la imagen y la reputación del sector popular.
Hay que lanzar las señales adecuadas en el mercado y reforzar muchísimo el tema de protección. Mientras las instituciones estén reguladas, hay un fondo de protección al ahorro que reduce la vulnerabilidad de estos clientes en éstas , acotó.
Sin hacer algún comentario negativo o positivo sobre la iniciativa que podría desaparecer a las sofincos, la consultora indicó que en su experiencia estas entidades han tenido una gran penetración en zonas rurales, dado su modelo de negocio distinto a las sofipos y socaps, y han jugado un papel muy relevante en cuestión de inclusión financiera.