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En portafolio de consumo estamos optimistas, creceremos cerca de dos dígitos: Marcos Ramírez
Durante el 2022 la cartera de consumo cerró en 371,283 millones de pesos, un crecimiento de 15% respecto al cierre del 2021; al interior de este portafolio, el crédito hipotecario creció 13%, el automotriz 16%, el de tarjeta de crédito 14% y el crédito de nómina 22 por ciento.
Para Marcos Ramírez Miguel, director general de Banorte, si en el 2022 le fue bien a la banca es porque le fue bien al país. En este sentido estima que en el crédito al consumo están optimistas también para el 2023, pues el pronóstico es que este portafolio crezca cerca de dos dígitos.
“Estamos optimistas, va a ser un año en el que vamos a crecer cerca de dos dígitos, cerca de 10%, un poco menos o un poco más, pero creo que el número va a estar por ahí, y eso le viene muy bien al país. Si lo quieres ver matemáticamente, es casi 10 veces lo que va a crecer el Producto Interno Bruto (PIB)”, expresa.
Destaca que mientras los bancos puedan ir más rápido que el PIB –se espera que éste crezca poco más de 1% en el 2023–, el país seguirá bancarizándose. “Eso quiere decir que en pocos años, esa deuda de la que todo mundo habla, de que el país se necesita bancarizar, pues la vamos a ir alcanzando porque vamos creciendo más rápido que el PIB”.
El banquero considera que este año el crédito al consumo puede seguir con el mismo dinamismo que el año pasado, pues, por ejemplo, en el segmento automotriz hubo algunos años en los que, como consecuencia de la pandemia, ni siquiera hubo vehículos.
Entonces tenemos ahí una deuda acumulada, tenemos muchísimas solicitudes de auto”, dice.
Lo mismo ocurre con el crédito hipotecario, donde hay mucho por hacer aún. “Todavía hay muchísimo por hipotecar y al final de cuentas cuando hipotecas, vas ganándole al tiempo, ya te puedes ir a una casa antes de que sea tuya y no tienes que esperar, entonces es un ganar-ganar para todos”, refiere.
Agrega: “en hipoteca todavía tenemos un montón para crecer, y más por las tasas que tenemos –en este banco están entre 8.0 y 9.0 por ciento”.
En cuanto a la tarjeta de crédito, añade, los clientes la están usando de una forma más inteligente. “Nosotros tenemos para medir en que se usan y cómo la están usando, y el mexicano tiene mucha capacidad para endeudarse sanamente. Entonces si te vas por cada uno de los barrios -segmentos de consumo-, te das cuenta que en consumo estamos optimistas”.
De acuerdo con la información de Grupo Financiero Banorte, con base en su reporte de resultados para el cuarto trimestre del 2022, ese año la cartera de consumo cerró en 371,283 millones de pesos, un crecimiento de 15% respecto al cierre del 2021.
Al interior de este portafolio, el crédito hipotecario creció 13%, el automotriz 16%, el de tarjeta de crédito 14% y el crédito de nómina 22 por ciento.
Siguen solicitando créditos
El director general de Banorte menciona que si bien no tienen una bola de cristal, sí miden cómo se están comportando los clientes en los primeros meses del año, y en el segmento de las familias que implica créditos hipotecarios, automotrices, tarjetas y otros, sigue habiendo demanda.
“Estamos midiendo estadísticamente cómo se van moviendo esas grandes masas, y se están comportando bien. El mexicano está pidiendo crédito, se están pidiendo los créditos con estándares razonables para que les podamos prestar, porque una cosa es prestar y otra es cobrar, y nosotros sentimos que los modelos están muy bien”, enfatiza.
Tasas se han impactado poco
Marcos Ramírez asegura que, pese al fuerte incremento que el Banco de México (Banxico) ha aplicado a la tasa de interés de referencia –hoy se encuentra en 11 %– para tratar de contener la elevada inflación, las tasas en los diferentes portafolios de consumo se han impactado muy poco.
“La competencia es muy fuerte, hay sectores donde tienes dos o tres grandes compañías en el país, en México somos 50 bancos y la verdad todos estamos compitiendo por el mismo mercado ¿cómo compites? con calidad en los productos, con disponibilidad de los productos, y la verdad las tasas ni remotamente han subido lo que han subido –las de referencia–”, puntualiza.
Abunda: “entonces yo sí creo que por eso va a haber una demanda de consumo muy fuerte y que en las carteras todo mundo está haciendo lo correcto para medir qué clientes y cómo poderles ayudar para que no se endeuden de más y crecer sanamente, por lo menos en Banorte”, argumenta.
Al cierre del 2022, el Índice de Morosidad (Imor) general en Banorte se ubicó en 1.07%, uno de los más bajos del sistema.