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Sector Financiero

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Habrá recursos disponibles para el 2025: Claudia Sheinbaum

La digitalización del gobierno y la tecnificación de las aduanas permitirían mejorar los ingresos federales, sin recurrir a una reforma fiscal, explica en entrevista con El Economista.

La digitalización del gobierno y la tecnificación de las aduanas permitirían mejorar los ingresos federales, sin recurrir a una reforma fiscal, explica en entrevista con El Economista.

En el 2025 vamos a tener disponibilidad de recursos, afirma Claudia Sheinbaum. Los recursos que este año se dedican a concluir las obras emblemáticas, puntualiza, estarán disponibles para mantener el gasto social y para comenzar lo que serán algunas obras que se plantean para el próximo sexenio, relacionadas con la conectividad: carreteras, puertos y ferrocarriles.

Explica que su proyecto contempla un plan muy agresivo de construcción de vivienda a través del Infonavit, lo cual permitirá fortalecer el acceso a ésta y generar muchos empleos. “En principio, yo pienso que la gran mayoría de obras públicas tiene que ser con recursos públicos. En algunos casos pueden ser obras públicas financiadas o con esquemas de financiamiento que se han encontrado, como la compra de las plantas de Iberdrola, o algunos otros esquemas, como el del aeropuerto de Tepic, sin necesidad de recurrir a las viejas Asociaciones Público-Privadas que tenían un costo muy alto para el erario y con ganancias muy altas para los privados, que afectaban demasiado la hacienda pública o no necesariamente eran justos”, detalla.

Sheinbaum asegura que no se necesita una reforma fiscal, y argumenta que los ingresos de la Tesorería federal se pueden fortalecer a través de acciones como la digitalización y una tecnificación de las aduanas. “Con esas dos acciones, tenemos oportunidades de generar recursos adicionales”.

La candidata de la coalición Juntos Haremos Historia estuvo en Acapulco para participar en la 87 Convención Bancaria y luego participó en un mitin en la plaza principal de Acapulco. La conversación con El Economista tuvo lugar en el trayecto de la zona turística hacia el centro del puerto.

El gobierno del Presidente ha invertido muchísimo en el sur-sureste y se han generado muchos empleos en esta parte del país, destaca. “Es muy importante mantener estos empleos y evitar que las personas tengan que migrar hacia otras regiones, como ocurría en el pasado. Para eso se crearon los 12 polos de desarrollo. En este sexenio se plantaron y en el próximo tocará desarrollarlos”.

En relación con el financiamiento a proyectos productivos, plantea que “la banca de desarrollo tiene que seguir apoyando el desarrollo de la infraestructura, como lo ha hecho Banobras; también el Fonadin ha sido un gran instrumento y lo seguirá siendo. Nafin puede ser un instrumento muy útil para la micro y pequeña empresa, sin dejar de lado la colaboración con la banca comercial”.

En los próximos seis años, dice por otra parte, tiene que haber una planeación del territorio, para aprovechar y potenciar la Inversión Extranjera a partir de la relocalización. Eso implica claridad sobre dónde y en qué se puede invertir, y qué incentivos hay.

Cuando vemos las oportunidades que ofrece el nearshoring, no podemos pensar en términos de maquila. Tenemos que crear la infraestructura necesaria para crecer con bienestar. Tampoco puede pensarse solamente en industria de exportación. Tiene que haber también producción para el mercado nacional. Poner más atención en la vinculación de las pequeñas y medianas empresas. Ver cómo podemos crear cadenas productivas e impulsar del desarrollo científico y tecnológico, para tener un desarrollo de largo plazo”, plantea la candidata.

Cuando se le pregunta sobre referentes mundiales de política económica de izquierda, sin dudar afirma que “México ha creado su propio modelo con el presidente López Obrador”.

Este modelo mexicano, añade, incluye manejo responsable de las finanzas públicas y respeto a la autonomía del banco central; libre comercio, en particular el que tenemos con nuestros principales socios comerciales; apertura a la inversión privada, con dos atributos: debe traducirse en bienestar para los trabajadores y ser sostenible. “Es fundamental que vayamos más allá de indicadores como el PIB, debe haber beneficios tangibles para las familias mexicanas y que eso se traduzca en reducción a la pobreza”.

A la demanda de los empresarios, de estabilidad en las reglas del juego, Sheinbaum responde con una oferta de diálogo. “La relación con el sector privado requiere mucho diálogo, en particular cuando se trata de resolver asuntos muy complicados. En el caso del agua, siendo un reto tan grande, el diálogo debe incluir científicos y técnicos. Creo que debe cambiar la Ley Nacional del Agua, pero ese cambio debe ser el resultado de un diálogo que incluya grandes y pequeños productores agropecuarios, que son los principales usuarios”.

En el caso del sector eléctrico, la candidata confía en que los empresarios mantendrán su interés por invertir, con reglas que establecen una participación de 54% para la CFE y un máximo de 46% para los privados. “Aquí también ha habido diálogo y debe seguir. Una cosa que debe estar clara es que el Gobierno cambió y con él la visión del sector energético”.

lmgonzalez@eleconomista.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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