Industria de capital privado avanza

La industria del capital privado ha tenido un ritmo acelerado de crecimiento en México en los últimos años, no obstante aún tiene un largo camino que recorrer, debido al desconocimiento sobre su impacto y modo de operar.

Arturo Saval, presidente de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap) dijo en la presentación del estudio El impacto del capital privado para las empresas en México de KPMG, que los fondos de capital privado con operaciones en México entre el 2000 y el 2012 han invertido más de 15,000 millones de dólares, en más de 300 empresas.

En tanto, se espera que para el 2017 la industria sume unos 45,000 millones de dólares impulsada por la situación macroeconómica del país y por la nueva ola de optimismo y confianza que ha levantado la nueva administración .

Lo anterior ha generado la creación de más de 150,000 empleos formales del 2000 al 2012. Asimismo, Saval indicó que, desde el 2009 las Afores han invertido en 25 fondos de capital privado un total de 6,000 millones de dólares.

A noviembre del 2012 se registraron 71 administradores de fondos, de los cuales 27 se especializan en capital privado, 15 en capital emprendedor, 19 en bienes raíces, siete en infraestructura y tres fondos de fondos, es decir que proveen de recursos a los fondos de capital privado.

Saval explicó que del 2004 al 2011, las inversiones de los fondos se concentraron en 10 sectores y tres de éstos (real estate, telecomunicaciones y comercio) representan más del 50 por ciento.

APOYO A PYMES

Los fondos de capital privado invierten recursos, principalmente en pequeñas y medianas empresas (Pymes) con un alto potencial de crecimiento y que no necesariamente tienen acceso sencillo a fuentes tradicionales de financiamiento.

Según el estudio, una mayor penetración de la industria en México, podría apoyar a las pymes a disminuir la brecha de productividad con las grandes compañías.

Víctor Esquivel, socio líder de la práctica de asesoría de KPGMG comentó que el capital privado tiene un impacto positivo, debido a que se mejora el desempeño de las empresas en las que invierten.

carmen.luna@eleconomista.mx