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Inviable para las finanzas públicas regresar al esquema anterior de pensiones
Este año se contempla un gasto histórico de 9.06 billones de pesos, del cual 22 de cada 100 pesos se destinarán a las pensiones contributivas y no contributivas.
Regresar a un esquema en donde el gobierno, nuevamente, se haga cargo por completo de las pensiones de los trabajadores es algo inviable para las finanzas públicas, las cuales actualmente, con todas las reformas que se han hecho al respecto, continúan siendo presionadas por el pago de este rubro, señalaron expertos en finanzas públicas.
El domingo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que mandaría una nueva reforma de pensiones para echar para atrás la que se impulsó y aprobó en el sexenio de Ernesto Zedillo.
“Vamos a hacer una propuesta, porque es completamente inhumano, injusto, que un trabajador después de 30 años de estar laborando, cuando termina, ni siquiera recibe –porque así está la reforma– su salario de cuando estaba en activo, sino la mitad, si bien le va. Eso ya no va a continuar así, voy a enviar una reforma a esa legislación antiobrerista, esa legislación contraria a los intereses de los trabajadores”, dijo el Presidente, sin dar más detalles sobre lo que propondría.
Sin embargo, expertos en el tema calificaron esta propuesta como electoral, ya que si bien se puede impulsar una reforma a finales del sexenio, en el caso de las pensiones se necesita un gran análisis debido a la situación actual de las finanzas públicas y la transición demográfica.
Suena complicado por el tiempo. Son meses los que quedan de la actual administración y, una reforma de ese calibre, debe estar mucho mejor pensada, sobre todo después de la del 2020. Esperar una pensión igual a 100% del último salario no me parece técnicamente viable ni lógico, la recomendación internacional ronda 70 por ciento. Prometer 100% es muy ambicioso”, indicó Alejandra Macías, directora general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Recordó que, actualmente, las finanzas públicas se encuentran ya presionadas por diferentes temas, en donde las pensiones destacan y dejan de lado gastos importantes como salud, educación, infraestructura y seguridad, entre otros.
Incluso, añadió la directora del CIEP, con una reforma fiscal que pudiera aumentar los ingresos públicos, regresar al esquema anterior de pensiones sería inviable.
“Viable, en el sentido político, lo es, porque no es una reforma Constitucional y es una reforma de ley en donde el Presidente tiene una cómoda mayoría, entonces políticamente es viable”, aseveró por su parte Carlos Ramírez, ex presidente de la Comisión Nacional del Ahorro para el Retiro (Consar).
En entrevista, señaló que se debe evaluar desde el punto de vista técnico, financiero y fiscal, y mencionó que prometer una tasa de reemplazo de 100% no es viable, y muestra de ello es que ningún país tiene esa tasa. “Los sistemas de pensiones no reemplazan 100% el salario porque tendrías que ahorrar cerca de 25% del salario a lo largo de toda tu vida laboral”.
Reformas no se hacen en el último año
Carlos Ramírez indicó que ningún país suele impulsar reformas al sistema de pensiones durante el último año de gobierno, ello debido al proceso de análisis y consulta que se debe hacer, así como evaluar los impactos que pueden generar.
“No las hacen porque las pensiones son artefactos de extremo cuidado, es decir, cualquier decisión que se tome en materia de pensiones tiene implicaciones en el mediano y largo plazos muy serias en materia de ingresos, en la parte fiscal, en la parte financiera del país. Los gobiernos no lo hacen el último año, son reformas que requieren mucho análisis”, aseveró.
En este sentido, indicó que la intención del Presidente podría resumirse a algo más de sólo un tema político, más no con el fin de beneficiar e incrementar las pensiones para los trabajadores.
En este sentido, aseguró que el siguiente gobierno va a tener una gran presión por el lado de las pensiones, más aún si sigue aumentando la Pensión para el Bienestar para Adultos Mayores.
Los pendientes
Las pensiones han sido catalogadas como una “bomba de tiempo” para las finanzas públicas por los recursos que se requieren para cubrirlas. Además, si bien se han impulsado reformas, aún se tienen pendientes que atender para mejorar el bienestar de la población y ofrecer un retiro digno a los trabajadores.
Mariana Campos, directora general de México Evalúa, señaló que uno de los pendientes es incluir la perspectiva de género, ya que se iguala la edad de retiro a mujeres y hombres cuando son las primeras que, históricamente, han estado rezagadas del mercado laboral, o bien, trabajan más en la informalidad, o en cuestiones de cuidado, evitando así tener mayores semanas de cotización y un empleo con un salario alto.
Otro tema, añadió, es la informalidad, ya que actualmente el esquema de las afores es para los trabajadores formales, cuando en México más de 50% de la Población Económicamente Activa trabaja en la informalidad, sin acceso a la seguridad social.
Carlos Ramírez agregó que otros pendientes respecto a las pensiones son cómo se van a pagar las pensiones del viejo régimen y las Pensiones del Bienestar; cómo mejorar la arquitectura operativa y financiera de las afores; cómo terminar de reformar el sistema de pensiones de los estados; cómo lograr un mayor ahorro voluntario, entre otros.
De cada 100 pesos, 22 van a pensiones
Este año se contempla un gasto histórico de 9.06 billones de pesos, del cual 22 de cada 100 pesos se destinarán a las pensiones contributivas y no contributivas, dejando así cada vez menor espacio fiscal para hacer política pública.
De acuerdo con lo aprobado por el Congreso de la Unión, el gasto en pensiones tanto contributivas como no contributivas será de 1.9 billones de pesos. Lo anterior supone un aumento de 11.8% anual en el último año de la actual administración
Cabe destacar que al interior de los Criterios Generales de Política Económica 2024 el gobierno destaca que el pago de pensiones contributivas es uno de los riesgos fiscales de mediano plazo; no obstante, indicó que cuenta con amortiguadores fiscales para hacer frente a estos riesgos, como la Línea de Crédito Flexible del FMI; coberturas petroleras; reservas internacionales, entre otras.