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Sector Financiero

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Los condenados por caso de tarjetas black, cuatro años después

La mayoría de los condenados por el caso de las tarjetas opacas abandonó la vida profesional tras el estallido del caso.

SPAIN-BANKS/

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La mayoría de los condenados por el caso de las tarjetas opacas abandonó la vida profesional tras el estallido del caso. Algunos lanzaron proyectos personales o se refugiaron en empresas familiares, mientras otros siguen vinculados a la vida pública o la docencia universitaria. Muchos tendrán que poner su cargo a disposición de las empresas o la universidad. Casi todos devolvieron los gastos que hicieron con las tarjetas opacas, aunque algunos de los que más la utilizaron, como José Antonio Moral Santín, aún no lo han hecho.

El escándalo de las tarjetas black se convirtió en un retrato de los desmanes previos a la crisis. Los tentáculos se extendieron a todos los estamentos de la sociedad: partidos políticos, sindicatos, empresarios y hasta un exjefe de la Casa del Rey. Los 64 exdirectivos y exmiembros del consejo de administración de la antigua caja que tuvo que ser rescatada fueron condenados el miércoles de tres meses a cuatro años y medio de prisión en sentencia firme por el Tribunal Supremo español.

Los miembros del consejo de Caja Madrid y de su cúpula directiva implicados en el escándalo cargaron a la entidad durante una década, y sin ningún tipo de control, toda clase de gastos. Sobre todo utilizaron sus tarjetas para sacar dinero en efectivo de los cajeros, comprar joyas, ropa y alcohol. Entre el 2003 y el 2012, los ahora condenados gastaron en asuntos personales más de 12 millones de euros a través de las tarjetas opacas. La entidad tuvo que ser rescatada con 22,400 millones de euros públicos para evitar su quiebra.

Las operaciones que hacían los exdirectivos y exconsejeros de Caja Madrid y Bankia no tenían que ser justificadas ni tributaban a Hacienda.

De cajeros, 2 millones de euros

Más de 2 millones de euros del dinero gastado fue efectivo sacado de los cajeros u oficinas, por lo que es más difícil dilucidar su uso. Los pagos efectuados directamente con las tarjetas sí permiten concluir en qué se gastaron los exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid los otros 10 millones de euros.

Alrededor de 15% fue empleado en viajes y desplazamientos, más de 11% en centros comerciales y en grandes superficies y alrededor de 10%, en restaurantes.

También es importante el porcentaje gastado en hoteles, algo más de 8%, en ropa y complementos, incluida lencería, que se situó cerca de 6 por ciento. El gasto de alimentación fue el más reducido con 3% del total.

Un desglose más pormenorizado revela que los plásticos opacos se utilizaron para cosas tan variopintas como entradas de cine, balnearios con campos de golf, tickets de aparcamiento, peajes de autopistas, discotecas, y salas de fiestas o incluso para la compra de metrobuses de 10 viajes.

El estigma

El estigma de las black desencadenó más de una veintena de dimisiones de las empresas privadas en las que trabajaban. La presión social les obligó a dejar la vida profesional que desempeñaban en los últimos años. Algunos de ellos adelantaron su jubilación y otros llegaron a cobrar la prestación por desempleo. Como antídoto para escapar del foco mediático, la mayoría de los condenados se centraron en lanzar proyectos personales o se refugiaron en empresas familiares.

El caso más mediático fue el del ex vicepresidente económico del gobierno, Rodrigo Rato, que fue apartado de los consejos asesores de Santander, Telefónica y Criteria. Ahora se mantiene al frente de varias empresas familiares.

Los que más gastaron

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid ya fallecido, empleó su tarjeta black  en pagar comidas en restaurantes de lujo por valor de más de 100,000 euros. También dedicó al menos otros 22,390 euros a joyas, ropa y vino. Mientras que Rodrigo Rato, su sucesor como presidente de Caja Madrid y de Bankia, gastó gran parte de los 99,000 euros que empleó con las tarjetas opacas en ropa, joyas y menaje del hogar.

Rato cargó a la tarjeta al menos 8,000 euros tan sólo en ropa y joyas. Destinó una de las mayores partidas a pagar gastos en Four Seasons Hotels y otra a Liberty Luz.

Ildefonso Sánchez Barcoj, ex director general de Caja Madrid y Bankia, usó su black de Caja Madrid para todo tipo de fines personales, desde compras en grandes superficies —sólo en el Corte Inglés gastó 131,000 euros— hasta las realizadas para pagar medicamentos, perfumes o entradas de cine.

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