Lectura 2:00 min
Multa de 17.5 millones de dólares para el ex-CEO de Wells Fargo
El gobierno de EU anunció que al ex-CEO de Wells Fargo, John Stumpf, se le prohibió volver a trabajar en un banco y que deberá pagar 17.5 millones de dólares por el escándalo que supuso la creación de millones de cuentas falsas para cumplir con las cuotas de ventas de la entidad.
El gobierno de Estados Unidos anunció el 23 de enero que al ex-CEO de Wells Fargo John Stumpf se le prohibió volver a trabajar en un banco y que deberá pagar 17.5 millones de dólares por el escándalo que supuso la creación de millones de cuentas falsas para cumplir con las cuotas de ventas de la entidad.
El anuncio de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés) agrega que el regulador está detrás de otras personas, incluidos exejecutivos, por su papel en los escándalos.
“Las acciones anunciadas por el OCC refuerzan las expectativas de la agencia de que la gerencia y los empleados de los bancos nacionales y las asociaciones federales de ahorro brinden un acceso justo a los servicios financieros, traten a los clientes de manera justa y cumplan con las leyes y regulaciones aplicables”, informó la institución.
Además de la multa de 17.5 millones de dólares, en el acuerdo de Stumpf se decreta que no participará “de ninguna manera” en ningún banco regulado por la OCC, ni participará ni intentará participar en los votos de la junta corporativa de un banco.
Wells Fargo, el cuarto banco más grande de EU, ha sufrido turbulencias por sus reestructuraciones y reformas regulatorias desde el 2016 derivadas de los escándalos en su banco orientado al consumidor.
Las consecuencias tuvieron consecuencias duraderas para el banco con sede en San Francisco, que antes fue un prestamista en rápido crecimiento con ganancias sorprendentes.
Sin embargo, en los últimos años, Wells se estancó entre los ingresos y la necesidad urgente de recortes de costos.
A la luz del anuncio, el actual CEO de Wells Fargo, Charlie Scharf, dijo en un comunicado a los empleados del banco que “las acciones de la OCC son consistentes con mi creencia de que deberíamos responsabilizarnos a nosotros mismos y a las personas”.
“También somos consistentes con nuestra creencia de que partes significativas del modelo operativo de nuestro Community Bank eran defectuosas”, agregó.
A su juicio, “en el momento de los problemas de las prácticas de ventas, la compañía no contaba con las personas, la estructura, los procesos, los controles o la cultura apropiados para evitar la conducta inapropiada”.