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Multimillonario chileno pierde su inversión con rescate del Banco Popular
Los Luksic, la familia más rica de Chile, a principios de año abrieron su amplia billetera para adquirir 3% de la entidad en 100 millones de dólares, negocio que literalmente se fue a la basura tras el rescate de la institución hispana.
La compra del Banco Popular por parte del grupo Santander en apenas un euro no supone una buena noticia para la familia más rica de Chile.
Los Luksic a principios de año abrieron su amplia billetera para adquirir 3% de la entidad en 100 millones de dólares, negocio que literalmente se fue a la basura tras el rescate de la institución hispana.
Con señas de molestia y anunciando un posible apelación a la intervención que el Banco Central de Europa (BCE) hizo al banco Popular de España, reaccionó el líder del Grupo Luksic, Andrónico Luksic, tras conocer que su familia perderá lo que invirtió en la entidad española.
A través de su cuenta de Twitter, el vicrepresidente del Banco de Chile escribió desde Washington DC que "no siempre se gana, las inversiones tienen riesgos. La empresa está analizando posible apelación, convencida de que el Banco tiene valor", escribió el empresario.
Además, apuntó que esta es la "primera vez que el Banco Europeo usa este instrumento, que provocó que accionistas y acreedores pierdan sus derechos de un día para otro". De acuerdo a lo señalado por la prensa española, el proceso de resolución activado por Europa implica que los actuales accionistas de Popular perderán toda su inversión.
"Se ejecuta de este modo el sistema de recapitalización interna (bail in) previsto en la normativa bancaria surgida tras la crisis para evitar costes para el contribuyente. Al cierre de marzo, la entidad contaba con 305,152 accionistas", informó el diario español Expansión.
Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, la inversión de la familia se realizó por medio de Vallum Foundation, "sociedad para el fomento económico de la familia Luksic y la persecución de objetivos de caridad".
La crisis de casi una década del Banco Popular Español tuvo su clímax esta mañana, cuando la Junta Única Resolutiva de la Unión Europea (JUR) decidió intervenirlo y traspasar su operación al Banco Santander.
El Popular contaba con 4,000 millones de euros en capitalización bursátil a inicios del año; ahora, no obstante, se traspasa forzosamente a Santander por un euro. Los tenedores de sus bonos junior (no garantizados), por un total 2,000 millones de euros, también perderán todo.
Se trata de la primera vez que las reglas europeas de la post crisis permiten la intervención directa sobre una entidad de la región.
El mecanismo de la Junta Única Resolutiva de la UE busca, precisamente, rescatar a las personas e instituciones que tuvieran cuentas de ahorro en Popular, así como los acreedores "senior", cuya deuda, de unos 1,000 millones de euros, pasará a Santander.
Asimismo, las arcas fiscales españolas no tendrán que poner un centavo. Se trata de un contraste notable con la situación en Italia, donde el gobierno inyectará miles de millones a Monte dei Paschi, o Portugal.
La regulación europea, a través de la JUR, señaló que las condiciones del banco hacían prever una crisis de liquidez en el corto plazo. La agencia de la UE declaró que el banco estaba "próximo a fallar" e intervino el banco, traspasando su operación a Santander.
El desplome del sector inmobiliario en 2008 afectó con particular fuerza a Popular, que había hecho préstamos que pasaron a ser incobrables. Al primer trimestre de este año, acumulaba 37,000 millones de euros de activos no productivos en sus registros. En el 2012, se rehusó a recibir ayuda estatal y se embarcó en una serie de ventas de acciones que, hasta esta semana, habían logrado reunir 5,500 millones de euros. Nada de ello convenció al mercado, ni a los reguladores, de que podría salvarse.