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No se construyó infraestructura y, mientras, las ciudades crecían
El Infonavit no tenía injerencia en el desarrollo urbano. Municipios ?no establecieron condiciones para hacer las cosas correctamente.
Después de 12 años al frente del Infonavit, Víctor Manuel Borrás, director general del Instituto, dice que ya fue suficiente, que se quiere ir, que será sano para él y la institución.
Tengo otros proyectos personales. Lo he planteado en público y privado: quiero hacer otras cosas , detalla en sus oficinas al sur de la ciudad de México.
El funcionario destaca los logros de su administración, como préstamos para vivienda a segmentos de un salario mínimo, créditos para renovar la vivienda, cofinanciamientos y financiamientos en pesos, que acaba de lanzar al mercado.
También reconoce los retos: la necesidad de planear mejor el desarrollo urbano, la urgencia de la secretaría de la vivienda, profundizar el servicio a los derechohabientes e incursionar en rentas, compra de terrenos, entre otras cosas.
También habla de temas ásperos, como la construcción de un gran número de viviendas en el país desde el 2000, sin la debida planeación urbana, o de la debacle de las desarrolladoras de vivienda que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y que perdieron gran parte de su valor de capitalización los últimos años.
Los ejemplos están a la vista: GEO perdió 61% de su valor en el mercado los pasados dos años; URBI, 73%, y Homex, 61% de su valor en el mismo periodo.
Se le insiste en que muchas de las decisiones de las desarrolladoras se dieron porque seguían los pasos del Infonavit y la política del Director del Instituto. Borrás rechaza que tuviera que ver con las decisiones de negocios de las empresas, que cambiaron muchas cosas durante los dos sexenios, pero también que siempre se informó al mercado de forma clara y concisa.
Existen muchas críticas, ¿el gobierno hizo demasiadas casas sin control?
No se equivocó. Debemos ubicarnos en el 2000, el problema era la falta de vivienda, invasiones irregulares, lo que teníamos que hacer era otorgar créditos. Pienso que íbamos demasiado rápido y el desarrollo urbano fue más lento, no se construyó la infraestructura, mientras, las ciudades crecían.
¿Se dieron las cosas muy rápido?
Antes estaban centralizados los temas urbanos, la Sedesol tenía funciones de desarrollo urbano y se le otorgó la facultad a los municipios, pero no se establecieron mecanismos para asegurar que las cosas se hicieran correctamente.
Dependemos de lo que los municipios hagan. Y ahí estuvo el problema. Es como si acusan al Presidente de Toyota o Volkswagen por los problemas de tráfico en las ciudades. Damos créditos, pero no tenemos la facultad de ordenar el desarrollo urbano de las ciudades.
Por ejemplo, en Zumpango, se dieron muchos créditos, era una ciudad del Bicentenario, el gobierno del Estado de México la promovió y tenemos muchas casas abandonadas... Nosotros no podíamos negar los créditos.
¿Quién mandó en el sector vivienda los últimos años?
La política pública la desarrolló la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y quien contribuyó con más créditos otorgados los últimos años fue el Infonavit. Para fomentar la vivienda, se requieren dos cosas: dinero y coordinación. El dinero lo aportó el Instituto. Y la Conavi es la entidad que ejecuta la política pública del país.
¿El precio de las acciones de las vivienderas en la BMV está por los suelos por acatar los lineamientos del Infonavit?
Nadie les pidió que compraran grandes extensiones de terrenos, ellos aprovecharon la deducibilidad que les daba la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que les permitía deducir la compra de tierra. Era una manera de no pagar impuestos.
Nosotros nunca le dijimos a las empresas que debían comprar reservas territoriales. No nos metemos en eso para nada.
¿Cuál es el estado actual de la industria de la vivienda?
Es buenísimo. Pero la industria no son únicamente las empresas públicas: estamos hablando de que en el sector hay alrededor de 900 empresas.
El 60% de los créditos que otorgamos, lo damos para casas edificadas por 40 empresas.
¿Qué porcentajes de los préstamos tienen las empresas públicas?
GEO construirá como 40,000 viviendas, es la más grande; URBI, unas 25,000; Homex, 20,000 viviendas; ARA, 12,000, y SARE, ninguna. Entre todas, será como 20% de los préstamos.
¿El Infonavit no tiene la culpa de la compra de reservas?
No. Son decisiones autónomas de cada una de las empresas. Ellos vieron la conveniencia fiscal de comprar tierra. ¿Hizo bien el gobierno en permitirlo? No lo sé. Se hubieran comprado al contado, pero muchas de ellas las adquirieron a través de créditos.
¿El Instituto cambió y les dijo que, ahora, se vería calidad de vida y la meta era construir viviendas verticales?
Se tiene mucho con ese tema de calidad de vida, no es un rubro que cambiamos de la noche a la mañana; desde el 2007 les dijimos que se tenían que edificar más viviendas verticales.
Un desarrollador me dijo alguna vez que los engañó con la verdad. Desde hace mucho tiempo también les dijimos que se iba a caer la demanda de vivienda.
El otro día leía a una filósofa francesa que decía que el signo de la gente de hoy es echarle la culpa de lo que pasa a otros, que nadie es responsable de sus actos.
PERFIL
Víctor Manuel Borrás
El arquitecto del nuevo Infonavit es un contador
Es egresado de la Escuela de Contaduría Pública de la Universidad Iberoamericana y tiene el grado de Maestro en Administración con Mención Honorífica por la Escuela de Graduados en Administración de la Ciudad de México y del Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
?Desde el 25 de enero del 2001 es Director General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
?Ocupó diversos cargos en la banca comercial mexicana. Fue Director General de Banca Corporativa y de Empresas del Grupo BBVA Bancomer, Director General Adjunto Banca Comercial, Director General Adjunto Banca Empresarial, Director General Adjunto Banca Hipotecaria y Banca Especializada, entre otros, dentro del Grupo Financiero Bancomer.