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Sector Financiero

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Pensión universal, con afiliados al IMSS: especialistas

Actualmente considera a mayores de 65 años que no cotizan.

Para que la pensión universal -que se encuentra en discusión en el Senado- sea viable debe considerar a los trabajadores que cotizan en el IMSS, coincidieron expertos.

Berenice Ramírez, investigadora de la UNAM, explica que la iniciativa de pensión universal debe enfocarse en garantizar una pensión mínima tanto a las personas que no han cotizado en el IMSS como las que sí lo han hecho.

Se debe crear un sistema universal que se enfoque realmente en que todos reciban el beneficio. Las personas que sí cotizan pueden mejorar su pensión con este sistema; mientras los que nunca han cotizado percibirán esta ayuda .

Actualmente, la pensión universal que plantea el gobierno federal sólo considera a aquellas personas mayores de 65 años y que no están afiliados al IMSS o ISSSTE, o bien en algún programa social. De aprobarse, cada mes recibirían cerca de 600 pesos mensuales.

En este sentido, Pedro Vázquez, integrante de Marpex Consultores, criticó que el gobierno pretenda financiar la pensión universal con recursos fiscales y excluya a aquellos trabajadores que ahorran para su pensión y pagan impuestos.

Para que la propuesta de pensión universal que se discute en el Senado sea viable debe ser democrática y para ello debe conectarse legalmente con los regímenes de contribución del IMSS y del ISSSTE .

Mencionó que si una pensión no contributiva es mayor a la que reciben los que sí contribuyen es un grave problema. Por ejemplo, una persona que cotizó sus semanas y obtiene de pensión 2,000 pesos, igual que alguien que no cotizó nada y recibe lo mismo, sólo se incentiva a que las personas se pasen a la informalidad .

Pensiones no contributivas, funcionales

David Kaplan, especialista en la Unidad de Mercados Laborales y de Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó que las pensiones no contributivas pueden ampliar la cobertura del sistema, siempre y cuando se lleve a cabo con transparencia.

En Argentina se introdujo una pensión de modo no contributivo y se observó que la cobertura se elevó de 68 a 90%; lo mismo se observó en Bolivia. Este último país es el más destacado en cuanto al gasto que hace en pensiones no contributivas como porcentaje del PIB; mientras que México se encuentra en los lugares más bajos .

Al respecto, Gonzalo Hernández, titular del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), argumentó que el problema del sistema de pensiones es la informalidad laboral, así como la creación de programas sociales que en su mayoría se encuentran descoordinados.

El problema es que en México, en vez de hacer un sistema integral de pensiones a través de una pensión universal, sólo ha creado programas sociales no contributivos que absorben parte del Presupuesto de Egresos .

Indicó que, de un universo de más de 6 millones de personas que tienen 65 años o más, 27.8% recibió una jubilación por cotización; mientras que 34.2% recibió una pensión por parte de algún programa social y 43.5% no recibió ninguna de las dos anteriores.

En este sentido, la investigadora de la UNAM criticó que el gobierno federal sólo esté haciendo programas sociales de pensiones con fines políticos y no en beneficio de las personas.

Si los políticos quieren lograr mayor legitimidad y credibilidad, así como poder avanzar hacia un proyecto inclusivo, deben tener las mismas reglas para todos los trabajadores, expuso.

No es posible que a los ex presidentes se les reste años de cotización porque sólo han trabajado seis años pero van a vivir más de 20, y que a un trabajador se le exija 45 años de trabajo por una pensión baja .

elizabeth.albarran@eleconomista.mx

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