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¿Por qué PayPal evitará la regulación fintech de México?
PayPal dejará de ofrecer el servicio de wallet o monedero electrónico en México para continuar siendo un agregador de pagos.
El mismo día en el que se cumple el plazo para registrarse como una fintech ante el regulador financiero en México, los usuarios de PayPal dejarán de poder mantener sus saldos dentro de la plataforma. Esto se debe a que la compañía ha decidido no solicitar la autorización para operar como una fintech en el marco de la Ley que Regula a las Instituciones de Tecnología Financiera.
Este mes, más específicamente, el próximo 25 de septiembre, se vence el plazo para que las empresas de financiamiento colectivo (crowdfunding), los fondos de pago electrónico y aquellas que quieran formar parte de los modelos novedosos (sandbox) tramiten su autorización ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para operar como fintechs reguladas. Por esta razón, PayPal dejará de ofrecer el servicio de wallet o monedero electrónico en México para continuar siendo un agregador de pagos.
De acuerdo con Moisés Gormes, director de Medios de Pago de PayPal en México, la decisión que ha tomado la compañía para no solicitar la autorización como fondo de pago electrónico es que, por un lado, quiere seguir siendo un agregador de medios de pago, pero también porque aún no saben cuáles serán los alcances de la regulación.
“Creemos que el tema de la Ley Fintech tiene grandes oportunidades. Creo que ahorita es muy pronto para determinar qué tanta penetración va a tener, lo vemos con buenos ojos, pero creemos que el momento adecuado para enfocarnos ahorita en cuanto a la estrategia es para la parte del agregador, es decir seguir apoyando a los comercios al darle buenas experiencias a los consumidores”, dijo Gormes en entrevista.
Según la definición del regulador mexicano, un agregador es un participante de la Red de Pagos con Tarjeta que, “al amparo de un contrato de prestación de servicios celebrado con un adquirente (banco) ofrece a receptores de pagos (comercios) el servicio de aceptación de pagos con tarjetas”, los cuales pueden realizarse de forma electrónica, como en un sitio de ecommerce o a través de una Terminal Punto de Venta.
El pasado 26 de agosto PayPal envió una notificación a sus usuarios en la que asentó que estaba realizando cambios en sus acuerdos legales. Dichas modificaciones, que tienen como fecha de realización efectiva el 25 de septiembre próximo, incluyen la deshabilitación del uso de balance; así como la respectiva implementación de una función de transferencia automática a una cuenta bancaria del usuario y la modificación de la comisión por conversión de divisas para enviar dinero o realizar pagos. De acuerdo con Gormes, hasta el momento la compañía no ha notado un impacto negativo entre sus usuarios a partir de que realizó este anuncio.
Pareciera que, con su decisión, PayPal va contra la tendencia de uso de monederos electrónicos entre las clases socioeconómicas alta y media alta en México. De acuerdo con un estudio encargado por la propia PayPal a la consultora IDC, 62% de los mexicanos que corresponden a los niveles socioeconómicos A, B y C utiliza un monedero electrónico o wallet digital, una cifra que es mayor incluso a la de países como Brasil y Colombia.
El estudio de IDC está basado en encuestas en línea a 1,067 adultos que cuentan con teléfono inteligente en México, Colombia y Brasil y que pertenecen a los niveles socioeconómicos A, B y C, es decir alto y medio alto. La intención de PayPal era conocer las preferencias de los consumidores respecto de sus transacciones y canales financieros; el uso de tarjetas de crédito y débito y de monederos digitales.
Lo más relevante del análisis es que, aunque los encuestados dijeron utilizar los dispositivos móviles para realizar operaciones como realizar transferencias bancarias y pagar servicios, además de que la mayoría cuenta con monedero electrónico, el principal tipo de interacción con las empresas de servicios financieros o bancos durante el último año siguieron siendo las sucursales, ya fueran los empleados dentro de la institución o los cajeros automáticos.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx