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Remesas y nearshoring atenúan impacto de las salidas de capital
La proporción de títulos de deuda mexicana en manos de extranjeros pasó de 28% del total que representaban en diciembre del 2019 a 16% a fines de julio.
El creciente volumen de remesas que se ha registrado en los últimos tres años ha atenuado en la balanza de pagos la disminución de otros flujos de dólares del exterior, como la inversión de cartera, observó Jorge González, CEO de Entendiendo Forex y de Asesores en divisas y riesgos.
Si bien se han venido liquidando bonos de deuda mexicana en el mismo lapso también se están registrando entradas de dólares que han podido compensar, parcialmente, las salidas de capitales sin generar un deterioro financiero, consignó.
De acuerdo con el estratega, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por el nearshoring (relocalización de inversiones hacia lugares cercanos), por el flujo comercial y las remesas han ayudado a limitar la volatilidad del mercado cambiario y financiero.
Aparte, el Gerente de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios de Latinoamérica Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), Jesús Cervantes González explicó que el destino de esas fuentes de recursos al país como la IED, inversión de cartera o remesas son completamente distintos. Pero todos ellos alivian la restricción presupuestal del país. Todos ellos permiten que el país pueda gastar o absorber más que su PIB.
En términos de la contabilidad nacional, esas fuentes de recursos (remesas, IED e inversión de cartera) permiten que el gasto interno o demanda interna, que es la suma de consumo más inversión, supere al PIB”.
Actualmente, el flujo de remesas a México representa 4% del PIB y los 55,504 millones de dólares que han ingresado en forma de remesas entre junio del 2021 y el mismo mes de este año, equivalen a 140% de la inversión pública. Representan 4 puntos del PIB y financian entre 6 y 7 puntos de consumo de los hogares mexicanos.
Liquidación ordenada
La proporción de títulos de deuda mexicana en manos de extranjeros pasó de 28% del total en diciembre de 2019 a 16% para fines de julio de este año, de acuerdo con estimaciones de Janneth Quiroz, subdirectora de investigación económica en Monex.
En el 2020 se presentó una de las mayores liquidaciones de títulos mexicanos por parte de extranjeros, lo que llevó al tipo de cambio, en uno de los días más álgidos a una depreciación de hasta 34 por ciento.
Sin embargo, contrario a otras crisis, el comportamiento ha sido mucho más ordenado, porque no ha resultado de un evento de pánico, ni ha sido una salida masiva y repentina como sí la vimos en el Covid, explicó el estratega.
Como se recordará, en el 2020, consecuencia de la pandemia y el confinamiento, se presentó una liquidación de 257,238 millones de pesos, de parte de extranjeros; unos 10,344 millones de dólares que en ese momento estableció una marca histórica. El año pasado, los inversionistas no residentes se deshicieron de títulos por 41,557 millones de dólares.
Se modera exposición
De acuerdo con el experto en divisas y riesgos, cuando un mercado emergente tiene mucha inversión que es liquidable rápidamente, como son las posiciones en bonos en pesos o en Forwards, se genera una exposición para el tipo de cambio y el mercado financiero.
Basta recordar que en el 2010, la tenencia de valores por residentes del extranjero representó 89% del total en circulación, lo que llegó a generar alertas incluso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que consideraba una importante exposición para la balanza de pagos.
Actualmente, esta proporción se encuentra en 16% del total en circulación que al 29 de julio ascendió a 1 billón 550,647 millones de pesos, según datos de Banco de México.
Apenas el jueves pasado, la Gobernadora de Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, precisó que el diferencial de tasas con respecto a Estados Unidos ha contribuido al comportamiento ordenado de los mercados financieros.
Jorge González considera que una tasa real positiva de 0.32% como la que ya ofrece México puede ayudar a atraer inversiones hacia operaciones spot, opciones y forwards.
Sin embargo, matizó que es difícil pensar que este rendimiento incentivará a los extranjeros a entrar en instrumentos de plazo o que sean más complicado salir.
En el presente año se ha observado de manera generalizada la venta de bonos emergentes ante el aumento del riesgo de una recesión mundial, la persistente inflación, el fortalecimiento del dólar y el impacto del aumento de tasas en Estados Unidos.
Los mercados financieros han sufrido a medida que las restricciones financieras mundiales pesan en la valoración de los diferentes instrumentos de inversión.