Lectura 2:00 min
Repunte de inflación en EU y su impacto en decisión de la Fed complica panorama para el Banxico: BofA
El Banxico tiene que recortar la tasa porque está bastante alta. Pero el panorama se ha complicado con el repunte de la inflación no subyacente, las expectativas no ancladas respecto de la meta puntual y el mayor riesgo de que la Fed retrase su propio recorte hasta junio, advirtió el economista jefe para México y Canadá en Bank of America Securities, Carlos Capistrán.
El Banco de México (Banxico) tiene que recortar la tasa porque está bastante alta. Pero el panorama se ha complicado con el repunte de la inflación no subyacente, las expectativas no ancladas respecto de la meta puntual y el mayor riesgo de que la Fed retrase su propio recorte hasta junio, advirtió el economista jefe para México y Canadá en Bank of America Securities, Carlos Capistrán.
Al interpretar las señales enviadas por la Junta de Gobierno en las minutas de las reuniones de noviembre y diciembre y el cambio en el lenguaje de la guía prospectiva, es inminente que viene un recorte de la tasa, señaló.
Pero el escenario se ha complicado con la sorpresiva alza en la inflación de Estados Unidos que deja un escenario poco claro sobre el próximo recorte de la Fed.
En conferencia de prensa remota, desde Wall Street, comentó que su escenario base es de un primer recorte de 25 puntos base en marzo, que dejaría la tasa mexicana en 11 puntos. Después, en la segunda parte del año y una vez confirmada una desaceleración económica más pronunciada, vendrían recortes de 50 puntos que dejarían a la tasa a fin de año en 9.50 por ciento.
Esta composición de los recortes cambiaría si la Fed retrasa hasta junio su primer recorte, pues el Banxico no puede permitir que se abra demasiado el diferencial, ya que tendría impacto en una pronunciada depreciación cambiaria que también afectaría a la inflación.
Según sus cuentas, el PIB registrará este año un avance de 2% que indica una moderación desde el alcanzado el año pasado que dice fue “poco más de 3%”. La estimación oportuna del PIB del Inegi apunta a 3.1 por ciento.
“Un crecimiento de 2% es un número bueno para México, con una historia que se contará en dos partes: una primera mitad de progreso aún pegado al 3%, pero una segunda parte que desacelera rápido. Incluso pensamos que el cuarto trimestre podría tener una contracción”. Los riesgos están balanceados, aseguró.