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Sólo 6% de las unidades de producción agropecuario tuvieron un crédito en 2022
Se contabilizaron 4.4 millones de unidades, de las cuales 265,508 consiguieron un crédito; en el censo del 2007 había poco más de 4.06 millones de unidades.
En medio de la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que, el año pasado, sólo seis de cada 100 unidades de producción agropecuaria contaron con algún tipo de financiamiento a través del crédito.
De acuerdo con el Censo Agropecuario 2022, elaborado por el Inegi y cuya última edición había sido en el 2007, la cifra de unidades agropecuarias creció en los últimos 15 años; sin embargo, se mantiene considerablemente bajo el acceso al crédito.
En el censo pasado, se reportaron poco más de 4.06 millones de unidades, de las cuales 159,241 contaron con un crédito, es decir, 4% de ellas, mientras que el año pasado se contabilizaron 4.4 millones de unidades, entre las cuales 265,508 consiguieron un crédito para hacer frente a sus gastos y obligaciones.
El aumento fue de 66.7%, con una tasa de crecimiento anual de 3.5%”, destacó el Inegi.
El informe preliminar reveló que la entidad que obtuvo un mayor acceso al crédito fue Veracruz, con 29,287 unidades, mientras que en la Ciudad de México sólo 131 unidades obtuvieron un crédito.
Además de un bajo acceso al crédito por parte de la producción agropecuaria, que se puede conseguir a través de organismos del gobierno, intermediarios financieros y, en mucho menor medida, en la banca tradicional, el Inegi también reportó un bajo número de unidades que contó con algún seguro.
El año pasado, sólo 78,140 unidades de producción estuvieron aseguradas, es decir, sólo 1.7% de ellas.
Habrá alternativas
La desaparición de la FND, que se oficializó esta semana y se venía gestando desde finales del 2022, generó incertidumbre al interior del sector agropecuario, el cuál ha considerado este desmantelamiento como un golpe al campo.
El problema viene por el pico acceso al crédito que los campesinos pueden tener a través de la banca tradicional, que ante los riesgos en el sector es más cautelosa para otorgar el financiamiento.
“Nosotros como CNA hemos estado trabajando con la banca comercial para que conozcan mejor al sector y vean que es un buen negocio prestarle a los productores; sin embargo, la FND jugaba un papel importante en todo este proceso, principalmente, para los pequeños y medianos productores del país", dijo anteriormente a El Economista Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
En tanto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) aseguró el mes pasado que hay alternativas, en la banca de desarrollo, para que el campo pueda obtener crédito para sus actividades.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, explicó en su momento que existen otras alternativas, como los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y la nueva Financiera del Bienestar.
“La nueva Financiera para el Bienestar tiene mandatos claros, no solamente de inclusión financiera y obviamente de captura de remesas, sino que también va a estar focalizada a proveer financiamiento, sobre todo en las zonas semi rurales y rurales”, dijo hace unos días durante la presentación de los resultados trimestrales de las finanzas públicas.
En el caso de FIRA, son cuatro fideicomisos públicos que tienen el carácter de entidades de la Administración Pública Federal, en los que funge como fideicomitente la Secretaría de Hacienda, y como fiduciario el Banco de México.
El objetivo de éstos es facilitar el acceso al financiamiento por medio de operaciones de crédito y descuento, así como el otorgamiento de garantías de crédito a proyectos relacionados con la agricultura, ganadería, avicultura, agroindustria, pesca y otras actividades afines que se realizan en el medio rural.