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Un punto del PIB del 2021 se debió a las remesas; comienza desaceleración
El crecimiento real de las remesas en pesos fue de 6.3% durante mayo, un nivel que está muy por debajo del crecimiento de 25.9% registrado en diciembre.
El flujo de remesas que recibió México el año pasado ayudó a aportar cerca de un punto porcentual de crecimiento al Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones del equipo de investigación económica del banco de inversión UBS.
Sin embargo, explicaron que la inflación en México ya ha comenzado a reducir el poder adquisitivo de estos ingresos familiares, por lo que se puede confirmar que ya se está materializando una desaceleración de estos ingresos.
Al interior del análisis titulado “México: ¿Se dirigen las remesas a una desaceleración”, sostuvieron que en términos trimestrales y a tasa anual, el crecimiento real de las remesas en pesos fue de 6.3% durante mayo, un nivel que está muy por debajo del crecimiento de 25.9% registrado en diciembre, es decir cinco meses atrás.
“Dada la importancia de las remesas para el consumo privado en México, UBS considera que esta debilidad es motivo de preocupación”.
Este año, las remesas presentan un crecimiento 6% en términos reales, los expertos del banco de inversión estiman que podrían terminar el año, en el mejor de los casos, sin cambios (es decir, sin hacer contribución al crecimiento del PIB real) a juzgar por la tendencia actual.
Al interior del análisis dirigido por el economista en jefe para América Latina de la firma, Rafael de la Fuente, sostuvieron que como los receptores de remesas en México suelen ser hogares de bajos ingresos con una alta propensión al consumo, “cualquier deterioro de las remesas se reflejará de forma prácticamente proporcional en el consumo”.
Giro mensual se reduce
En el análisis plantearon que el promedio de cada transferencia hacia México ha ido disminuyendo en los últimos meses. Para explicarlo asumen que 78% de la población de origen mexicano que vive en Estados Unidos tiene un estatus migratorio legal.
Lo anterior implicaría que “probablemente su capacidad para hacer transferencias a sus familiares hacia México se ha visto afectada negativamente al haber finalizado los programas de asistencia fiscal (en Estados Unidos)”.
“Para UBS esto refleja la contracción en los ingresos de los hogares de Estados Unidos al finalizar los programas de asistencia fiscal relacionados con la pandemia”, sostuvieron.
Adicionalmente, destacaron que ahora hay más receptores de remesas en México debido al aumento de los migrantes en tránsito que pasan por México, provenientes de Centro y Sudamérica.
Este incremento de receptores es favorable con el crecimiento anual de las remesas de 15% observado en mayo.
Pero este incremento contrasta con la disminución del envío promedio de cada transferencia observado en los últimos meses.
Datos de Banco de México muestran que en noviembre del año pasado se registró el mayor giro promedio por remesas, de 400 dólares, una cifra que contrasta con 380 dólares que captó la media de los receptores en mayo de este año.
EU también desacelera
En el mismo análisis explican las razones de su preocupación sobre la desaceleración de las remesas.
Consideran que el sector inmobiliario de Estados Unidos se debilitará en los próximos trimestres, resultado de mayores tasas hipotecarias.
Asimismo anticipan que la inversión fija residencial se contraerá en términos reales durante este segundo semestre en 8% y que continuará reduciéndose en 2.5% adicional durante el 2023.
Lo anterior provocará un menor rendimiento del sector de la construcción, lo que terminará por afectar el empleo de ambos segmentos. Y en un escenario de recesión, podría presentarse una caída del empleo generado en estos segmentos.
Si el empleo de los trabajadores de origen mexicano en el sector de la construcción cae es probable que las remesas totales lo reflejen.
El impacto macro
De la Fuente estableció, en el análisis, el impacto de un posible estancamiento o disminución de remesas.
Consignó que el aumento de las remesas ha contribuido a compensar parcialmente el fuerte deterioro de la balanza comercial.
De continuar la desaceleración en el flujo de envíos, esta compensación podría estar llegando a su fin.
Según sus cuentas, una disminución de 10% de las remesas aumentará el déficit por cuenta corriente en cerca de 0.4 puntos porcentuales del PIB.
En mayo, las remesas alcanzaron un nuevo récord mensual de 5,200 millones. de dólares, para un acumulado de 54,500 millones, un nivel nunca antes visto y han subido casi 25% respecto al año anterior.