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Venezuela pidió consejo a David Martínez para manejo de deuda: WSJ
El financiero mexicano se ha beneficiado de las reestructuraciones de bonos latinoamericanos anteriormente, comprando la deuda en dificultades a una fracción de su valor nominal. ha participado en casi todas las reestructuraciones soberanas en el último cuarto de siglo.
El gobierno de Venezuela ha recurrido al multimillonario mexicano David Martínez en busca de ayuda para resolver su crisis financiera y a reestructurar su deuda, de acuerdo con el diario estadunidense The Wall Street Journal (WSJ).
Según una nota publicada este lunes en su página de internet, el diario afirmó que Martínez, un financiero experto en deuda soberana radicado en Londres, instó al gobierno del presidente Nicolás Maduro a declarar default y suspender el pago de sus obligaciones financiera internacionales.
Martínez, quien realizó un préstamo de 300 millones de dólares a Venezuela, aconsejó a Venezuela declarar el incumplimiento de sus obligaciones días antes del sorpresivo anuncio del país para reestructurar sus obligaciones, de acuerdo con declaraciones de dos funcionarios no identificados.
El financiero mexicano, que hizo su fortuna comprando deuda en moratoria y vendiéndola luego de la reestructuración, se reunió en Caracas con el vicepresidente del país, Tareck El Aissami, y otros miembros del gabinete económico a fines de octubre, según los funcionarios.
De acuerdo con el reporte, el gobierno buscó el consejo de Martínez una vez que se terminaban sus fondos y que los pagos de bonos vencidos se estaban acumulando.
Días después de la reunión, Maduro anunció por televisión su decisión de reestructurar la deuda del país y designó al vicepresidente Tareck El Aissami, a quien Estados Unidos sancionó por presunto tráfico de drogas, para dirigir las negociaciones.
Martínez tiene interés en el resultado de las conversaciones sobre la deuda de Venezuela. Según el WSJ, la empresa de Martínez, Fintech Advisory, con sede en Nueva York, recibió bonos por un valor nominal de 1,300 millones de dólares como garantía del préstamo por 300 millones de dólares.
El préstamo de Martínez permitió a Venezuela realizar un pago de bonos crucial y ayudó al financiero mexicano a ganarse la confianza de El Aissami, dijo un funcionario que participó en el trato.
“La participación del Martínez agrega otra capa de incertidumbre en lo que ya promete ser una de las reestructuraciones de deuda más desordenadas y complejas de la historia”, de acuerdo con el diario.
Venezuela enfrenta una deuda de alrededor de 140,000 millones de una deuda cada vez más precaria, de acuerdo con Moody's Investor Service.
Un incumplimiento de sus pagos podría desencadenar una de las reestructuraciones más grandes y complejas de la historia, agravada por la falta de cláusulas de convenio colectivo en algunos valores, diferentes entidades emisoras y una abigarrada variedad de titulares de deuda.
El WSJ precisó que no es claro si Martínez, quien declinó comentar para la nota, mantiene bonos venezolanos, instrumentos de incumplimiento crediticio ni tampoco qué impacto tendría un default en sus inversiones.
El financiero mexicano, sin embargo, se ha beneficiado de las reestructuraciones de bonos latinoamericanos anteriormente, comprando la deuda en dificultades a una fracción de su valor nominal, según la nota.
Martínez mismo ha asegurado que ha participado en casi todas las reestructuraciones soberanas en el último cuarto de siglo, de acuerdo con el diario.
El financiero mexicano respaldó la deuda en dificultades de Argentina, aliándose con el ahora extinto expresidente argentino Néstor Kirchner, y su esposa y sucesora Cristina Fernández, en su batalla contra los titulares de los bonos.
Entre las propuestas de Martínez a funcionarios de Venezuela resalta además la reestructuración de los contratos petroleros para dar a las empresas comerciales extranjeras la propiedad legal de las exportaciones petroleras venezolanas, dijeron personas con conocimiento de la reunión.
Esa estrategia, argumentó Martínez, protegería estos activos de los inversionistas no remunerados que pueden intentar apoderarse de los bienes de Venezuela, de acuerdo con los testimonios recabados por el WSJ.