Uno de cada cuatro pesos del PPEF 2025 se irá a pensiones

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum destinará casi uno de cada cuatro pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del siguiente año a pensiones, tanto contributivas como no contributivas, de acuerdo con lo propuesto en el Paquete Económico 2025.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) plantea que en el 2025, el gasto en pensiones contributivas (como las que dan el Seguro Social y el ISSSTE) sume un billón 637,700 millones de pesos, un incremento de 4.8% en términos reales respecto al 2024.

Mientras que por la Pensión Universal de los Adultos Mayores ( pensión no contributiva), el gobierno gastaría 483,427.6 millones de pesos en todo el 2025, una reducción anual real de apenas 0.33 por ciento. No obstante, pese a la reducción, aún es por mucho el programa social más costoso para la administración federal.

De esta manera, en total el gobierno destinaría 2 billones 121,128 millones de pesos a pensiones tanto contributivas como no contributivas, lo que representa 23% del gasto neto total que proyecta Hacienda para el próximo año, que será de 9.226 billones de pesos.

Además, las pensiones representarán el 32% de todo el gasto programable, aquel que destina el gobierno para proveer bienes y servicios a la población y que puede modificar a discreción. Rubros como educación, salud, inversión física o los programas sociales entran dentro del gasto programable.

Por otro lado, el gasto no programable es aquel que el gobierno destina para cumplir con sus obligaciones y que no puede manipular a discreción, como lo son la deuda, las participaciones a los estados y municipios o los adeudos de ejercicios fiscales anteriores.

En un presupuesto con recortes importantes al gasto en varios rubros, las pensiones serán uno de los pocos que se salvarán, pues de aprobarse lo planteado por Hacienda en este rubro, el gasto en pensiones tanto contributivas, como no contributivas tendrían un crecimiento de 3.6% en términos reales respecto a lo aprobado en 2024.

Cabe resaltar que todos estos recursos que financian las pensiones provienen de los ingresos que obtiene la Federación vía recaudación de impuestos, renta petrolera, deuda, etc.

¿Qué sistemas de pensiones hay en México?

En México hay vigentes dos esquemas principales de pensiones contributivas bajo los cuales se pueden jubilar la mayoría de los trabajadores formales:

1. El de la Ley del 73, que es un esquema en el que el gobierno otorga pensiones vitalicias con base en el salario promedio que recibió el trabajador en sus últimos cinco años de vida laboral y también con base en el número de semanas que estuvo cotizando en el Seguro Social.
2. El de la Ley del 97 en el que cada trabajador tiene una cuenta individual en una Administradora de Fondo para el Retiro (Afore) en la que va ahorrando a lo largo de su vida laboral con aportaciones propias, del patrón y del gobierno y, una vez que llega a la edad de 65 años, se le entrega una pensión a partir de los recursos que haya acumulado.

Además de estos dos sistemas pensionarios, que son los disponibles para la mayoría de los trabajadores formales, existen sistemas de pensiones al interior del gobierno con condiciones diferentes, como los de Petróleos Mexicanos (Pemex) o la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o bien los que hay en universidades públicas.

Estos son esquemas de pensiones contributivas debido a que los trabajadores tienen que contribuir una parte de su salario para financiar sus pensiones. La cifra del gasto en pensiones contributivas contempla los esquemas pensionarios anteriormente mencionados.

Adicional a estos sistemas que son accesibles para la población que labora en la formalidad, el gobierno otorga la Pensión Universal de los Adultos Mayores a todas las personas de 65 años o más, un apoyo que en este 2024 fue de 6,000 pesos bimestrales.

La Pensión Universal es una pensión no contributiva debido a que en este caso los beneficiarios no tienen que contribuir de su propio dinero para financiarla, pues se le otorga de manera universal a todos los adultos mayores de 65 años o más.