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México debe promover nueva política de inclusión financiera: estudio de Nu
El documento “Hacia una política pública para la inclusión financiera: oportunidades y retos para México", revela que el acceso a los servicios financieros digitales aún enfrenta importantes desafíos.
Pese a los avances que ha habido en México en la digitalización de los servicios financieros, prevalecen retos, por lo que debe promoverse una nueva política nacional de inclusión financiera, que incluya un marco regulatorio que fomente la innovación y el acceso de más sectores.
Lo anterior se desprende de un estudio presentado este martes por Nu México, en colaboración con la Asociación Civil SXXII Derecho y Tecnología, la Línea de Investigación Institucional en Derecho e Inteligencia Artificial (LIDIA), el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y la Embajada de Brasil.
El documento “Hacia una política pública para la inclusión financiera: oportunidades y retos para México", revela que el acceso a los servicios financieros digitales aún enfrenta importantes desafíos, dado que, por ejemplo, actualmente el 90% de las transacciones en el país se realizan en efectivo; el 50% de los adultos carece de una cuenta formal de ahorro, y sólo el 11% tiene acceso a una tarjeta de crédito.
Estas barreras, señala el documento, afectan especialmente a las mujeres y comunidades rurales, lo que refleja la necesidad urgente de un entorno regulatorio que fomente la innovación y la competencia, al tiempo que garantice la protección de los usuarios y la estabilidad del sistema.
“El análisis identifica las principales barreras estructurales que limitan la inclusión financiera, como la concentración del sector bancario y la lenta adopción de tecnologías digitales”, subraya.
Propuestas
En este sentido, el estudio refiere algunas de las recomendaciones clave que se proponen como punto de partida.
Entre éstas destacan: la adopción de pagos instantáneos (como Pix en Brasil, sede de Nu), simplificando transferencias digitales entre plataformas; e implementar métodos de identificación alternativos, como biometría, que faciliten la apertura de cuentas a distancia.
También, flexibilizar las normas para permitir la incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos, para optimizar la gestión de riesgos y mejorar la oferta de productos.
De igual forma, desarrollar productos que integren herramientas educativas y contenidos accesibles para fomentar el uso adecuado de los servicios financieros.
Casos de éxito
El estudio resalta el éxito de Brasil, donde la plataforma de pagos inmediatos Pix, utilizada por el 77% de la población, ha demostrado cómo un marco regulatorio equilibrado, puede impulsar la competencia y la digitalización financiera.
En contraste, resalta, la Ley Fintech de México ha tenido un impacto limitado, y las instituciones tradicionales aún dominan el 65% de los activos del sector bancario, dificultando el acceso a productos financieros más competitivos y asequibles.
Además se destaca que las empresas de finanzas digitales representan un gran potencial para reducir las brechas en México, y prueba de ello es que en el caso de la emisión de nuevas tarjetas de crédito, el 19% de los usuarios de éstas, eran previamente no bancarizados, mientras que el 49% estaban sub-bancarizados.
“Esto evidencia que la digitalización financiera es una herramienta clave para incluir a sectores históricamente excluidos”, menciona.
Participación de los diferentes sectores
En este sentido, el documento considera que México debe promover una nueva política de inclusión financiera, que refleje las necesidades de su población, y en la que participen el gobierno, instituciones tradicionales y digitales, academia y sociedad civil.
El objetivo, menciona, es alcanzar niveles de inclusión superiores al 85% en el corto plazo, especialmente entre los sectores más vulnerables.