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Brecha económica y de cobertura desacelera la inclusión digital en las zonas rurales

La ENDUTIH arrojó que en 2018 sólo el 40.6% de las personas que viven área rurales fueron usuarios activos de Internet, frente al 73.1% de las áreas urbanas.

México cerró 2018 con 74.3 millones de personas conectadas a Internet, equivalentes al 65.8% de su población y 4.2 puntos o tres millones más de mexicanos conectados que en 2017, según cifras divulgadas este martes 2 de abril por la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del Inegi.

En 2018 también hubo 18.3 millones de hogares con acceso a Internet en el país, 5.4% más que en 2017. En 2018, se registraron 1.6% más hogares que un año antes y de la totalidad de los 32.2 millones de hogares existentes en México, 53% estuvo conectado en 2018, frente al 51% de 2017.

El reporte del Inegi indica que en 2018, el 51.5% de los internautas fueron mujeres y 48.5% son hombres. De todos ellos, 92.7% se conectó a Internet desde un teléfono inteligente; otro 32.7% lo hizo desde una computadora móvil y un 32% más se conectó desde una computadora de escritorio, mientras que 17.8% buscó conexión mediante una tablet; 16.6% por medio de un aparato conectado a una smart tv y 6.9% más vía una consola.

Estos fueron los datos generales que en materia de conectividad de los mexicanos recibió el nuevo gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador y base desde dónde partir para la Subsecretaría de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico y por la Coordinación de la Estrategia Digital Nacional, luego que la ENDUTIH reveló que las zonas rurales desaceleran su crecimiento en cuanto a conectividad por factores de cobertura, pero sobre todo por la brecha económica.

Además, la ENDUTIH reveló que en 2018 se sumaron 2.7 millones de personas a la base de conectados a Internet, frente a los 5.8 millones de nuevos mexicanos que lo hicieron en 2017, lo que se traduce como un hecho de que ya se ha conseguido llevar a Internet a los mexicanos con mejores posibilidades de acceso, cobertura y recursos económicos.

Lo anterior obedece a factores múltiples como la escasa rentabilidad de algunas poblaciones a las que resulta más complicado a las empresas del sector extender sus redes de comunicaciones ante un escaso poder adquisitivo de los habitantes o lo complejo del terreno, o porque los gobiernos no han afinado políticas públicas que abatan la brecha digital, principalmente.

Por ello, en este gobierno la política del gobierno federal para el sector será conectar a los grupos vulnerables y los desatendidos, y para los que ya están conectados, la estrategia será el despliegue de políticas que agreguen valor a su estancia en Internet y en favor de la economía.

“Hay avances significativos, que son muestra de una sociedad más conectada y de uso intensivo de las TICs (…) pero en el cruce fino, debemos reconocer que en las zonas rurales el crecimiento no ha sido suficiente para revertir las brechas, entonces, la Cuarta Transformación podrá énfasis en los grupos vulnerables (…) las zonas rurales crecen más despacio que las zonas urbanas, lo que es un reto que se debe atender de forma prioritaria, a fin de revertir esa tendencia”, expuso, la subsecretaria de Comunicaciones, Salma Jalife.

“Si hay desaceleración, a nosotros sirve esa información (de la ENDUTIH) para identificar las razones reales de la desaceleración y entonces hay que cruzar los datos y hacer un trabajo fino para poder identificar qué acciones llevar para que esa brecha no se extienda”.

La afirmación halla sentido en que la ENDUTIH arrojó que en 2018 sólo el 40.6% de las personas que viven área rurales son usuarios de Internet, frente al 73.1% de las áreas urbanas.

No sólo está el hecho de que las zonas rurales desaceleran su penetración a Internet, pues aunque más hogares y más mexicanos se conectaron a Internet el año pasado, la ENDUTIH 2018 desveló que aproximadamente 30% de los hogares no tiene un servicio fijo de telecomunicaciones como televisión de paga, Internet de banda ancha o telefonía y que sólo el 20% de los hogares cuentan con un paquete de triple play; es decir la combinación de esos tres servicios.

Y esto también es un tema que tiene que ver con brecha económica más que de cobertura de red, por ejemplo de llevar el último tramo de conectividad desde la red de transporte, la llamada última milla hasta los hogares, reconoció el presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones.

“No es lo mismo crecer del 10 al 15% el año pasado, a crecer del 90 al 91% este año; es mucho más costoso e implica un despliegue de la última milla, pues la capacidad de pago no necesariamente genera los incentivos y por eso se deben buscar otros modelos para llevar esta conectividad. Subrayo que es importante la brecha económica el reto”, platicó Gabriel Contreras en la presentación de la ENDUTIH 2018.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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