¿Cuál es la diferencia entre las Startups y las Scale-ups?

En América Latina hemos confundido el emprendimiento con el autoempleo o hemos usado sin reparo el término mezclándolo con el significado de Startups, micro, pequeñas y medianas empresas y, por lo mismo, tendemos a creer que abrir un negocio es sinónimo de innovación y crecimiento económico.

En la realidad necesitamos empresas nuevas que puedan mantener niveles altos de innovación, competitividad y sobre todo, crecimiento. Un reporte económico del 2015 del Foro Económico Mundial reveló que a pesar de lo que generalmente se cree son los países más desarrollados los que tienen menos Startups, mientras que los países latinoamericanos crean muchas empresas nuevas pero no llegan a un nivel aceptable en competitividad.

Para poder enfocar los esfuerzos en el crecimiento económico debemos dejar de lado las palabras micro, pequeñas o Startups, de los conceptos empresariales para dirigir los esfuerzos a lo que se conoce como Scale-ups, empresas que realmente dan buenos trabajos, pagan impuestos y generan riqueza. Contrario a lo que se piensa el problema es que las empresas pequeñas sólo generan estos factores sin dejan de ser pequeñas.

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Algunos han dicho que las Scale-ups son la próxima ola de innovación. Otros se han aventurado a describirlas como el camino colaborativo hacia el crecimiento sostenible, mientras hay quienes las ven como la única manera de mantener la rueda de la innovación en marcha y aunque todo esto y más son conceptos precisos para describir a estas empresas, sin embargo, aún carecen de una definición clara.

Según la definición del Scale-up Institute del Reino Unido y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las Scale-ups son empresas con un promedio de crecimiento anualizado de empleados (o del volumen de negocios) superior al 20% por año en un período de tres años y con 10 o más empleados al comienzo del período de observación. Esta definición tiene como objetivo identificar a las empresas que han experimentado un crecimiento sostenido de la facturación (ingresos) a partir de pedidos de clientes, ya que esta es la medida más fiable de si los clientes están comprando los productos y servicios de la empresa.

Una Scale-up es una empresa que tiene etapas de desarrollo de negocios, que está buscando crecer en términos de acceso a los mercados, ingresos y número de empleados, agregando valor mediante la identificación y la realizando oportunidades ganar-ganar para la colaboración con las empresas establecidas.

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Un emprendedor ambicioso nunca se conformará con el autoempleo. El emprendedor de una Scale-up necesitará crear una organización que le permita perseguir y cumplir sus metas y tendrá un espíritu emprendedor es inherentemente arriesgado, lo que según el Reporte Leveraging Entrepreneurial Ambition and Innovation del Foro Económico Mundial, se refleja en la estadística de que un gran porcentaje de negocios en ciernes fallan, o simplemente no alcanzan los objetivos de crecimiento esperados.

Para un emprendedor la ambición es importante porque, sin ambición, los empresarios son mucho menos propensos a lograr el crecimiento.

Según el reporte del Foro Económico la mayoría de los empresarios en etapa inicial no tienen grandes ambiciones de crecimiento y en más de la mitad (56%) de los países de los que sacaron datos para el estudio, menos del 10% de los empresarios en etapa inicial son ambiciosos. Los empresarios menos ambiciosos están Guatemala, con una prevalencia relativa de la iniciativa empresarial ambiciosa de poco más de 1% de los empresarios en etapa inicial, seguido por México, Uganda, Jamaica y Panamá, todos los cuales tienen tasas por debajo 3 por ciento. Los cinco primeros países que encabezan la lista con empresarios con altas expectativas de crecimiento son Taiwán, Colombia, Letonia, Japón y China.

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Pero no basta con sólo ser un emprendedor ambicioso. Para llegar a niveles de una Scale-up se requiere tener un incremento de ventas de al menos 20% cada año. Cuando nos referimos a Scale-ups incluye a empresas que crecen entre 10 y 5,000 empleados y más allá. Estas diferencias muestran porque la mayoría de los estudios al respecto quisieran que al adoptar el término se deje poco a poco de lado el de PYME (Pequeñas y Medianas Empresas).

Las Scale-ups son contribuyentes importantes a las economías locales, especialmente con respecto a actuar como modelos e inspirar a otros. Este tipo de empresas suelen tener un efecto particularmente dinámico en los ecosistemas económicos locales cuando se agrupan, comprando bienes y servicios entre sí, atrayendo y desarrollando a personas talentosas y construyendo redes con el ecosistema local.

Informes de Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías líderes citados por el Scale-up Institute demuestran que en el conjunto de las empresas jóvenes en esas economías han sido responsables del 100% de la creación neta de nuevos puestos de trabajo. La OCDE realizó un estudio detallado en 18 países que analiza el vínculo entre la dinámica del crecimiento del negocio (medida por el empleo) y el crecimiento económico. Ello demuestra que las empresas que han existido más de cinco años, en conjunto, redujeron el empleo cada año entre el 2001 y el 2011, mientras que las empresas que tenían menos de cinco años de antigüedad eran, en conjunto, creadoras netas de empleo, durante el mismo periodo. Además los empleos creados fueron de mejor calidad.

Desarrollar la política oficial de emprendimiento es difícil. Los ecosistemas empresariales son estructuras dinámicas que no responden de manera lineal a las intervenciones políticas. Sin embargo, como han demostrado algunos países exitosos, la política puede tener un impacto positivo en la evolución del espíritu empresarial en una economía y, teniendo en cuenta las apuestas, los gobiernos harían bien para diseñar políticas adaptadas a las necesidades de sus empresarios. Sobre todo si nos enfocamos en mostrar las diferencias que se pueden generar con las ventajas ya mencionadas.