Lectura 6:00 min
Diseño y utilidad, claves del éxito en tecnología wearable: Misfit
Misfit tiene dos ejes en el desarrollo de sus productos: el valor estético y el impacto que pueda tener sobre el usuario.
Cuando el cofundador de Apple, Steve Jobs, murió el 5 de octubre del 2011, también fue el inicio de otra historia en el mundo de la tecnología: el nacimiento de la firma Misfit Wearables, especializada en cómputo vestible (wearable technology).
Esta firma es creadora de Shine, un dispositivo que mide la actividad física del usuario, y que bien podría ser un accesorio de joyería ya sea como reloj, pulsera o dije. A simple vista es un disco de aluminio de casi tres centímetros de diámetro pero su interior está equipado con sensores, luces LED y conectividad Bluetooth que permite monitorear pasos, calorías quemadas y distancia recorrida.
Misfit tiene dos ejes en el desarrollo de sus productos: el valor estético y el impacto positivo que pueda tener sobre el usuario. Sunny Vu, su cofundador y director ejecutivo, dice que estos principios son clave para detonar la revolución del incipiente mercado del cómputo vestible.
Tener una gran experiencia de software es muy importante así como tener un gran diseño. La tecnología wearable necesita ser o invisible o hermosa para que sea vestible, y que sea algo que realmente resuelva un problema. Con Shine, el problema que resolvemos es recordarle a la gente que tienen que estar activos por el bien de su salud , dijo en una entrevista durante su visita a Guadalajara para participar en el encuentro MIT Enterprise Forum, celebrado la semana pasada.
Si bien Misfit no tiene una relación directa con la creadora de las computadoras Mac o del teléfono inteligente iPhone, la importancia hacia el diseño hace ver una innegable influencia de la firma de Cupertino. Y basta ver al equipo fundador para confirmarlo.
Misfit Wearable fue fundada por Sonny Vu y Sridhar Iyenfar, creadores de la empresa AgaMatrix, que desarrollaba tecnología para el tratamiento de la diabetes. Al equipo se unión John Sculley, quien fuera presidente de PepsiCo y director ejecutivo de Apple.
Estábamos pensando en tecnología vestible a lo largo de cinco o seis años y no fue hasta que tuve la oportunidad de conocer a John Sculley cuando realmente dijimos que era tiempo de comenzar una compañía. Y lo hicimos pensando primero en algo que a la gente le gustaría vestir, antes de crear algo y tratar de convencer a la gente de usarlo , recuerda.
El mismo nombre de la compañía, Misfit (inadaptado), está inspirado en el anuncio publicitario de Apple Think Different (piensa diferente), que salió al aire en 1997 donde evocaba a los locos y los rebeldes como los que verdaderamente podrían cambiar al mundo. En el anuncio aparecían imágenes de personalidades como Albert Einstein, Martin Luther King Jr, Mahatma Gandhi, John Lennon o Thomas Alva Edison.
Sonny Vu confía en que sus desarrollos se convertirán precisamente en el diferenciador en el mercado de los wearable frente a competidores como Nike, Samsung, Google y el mismo Apple.
Muchos de los productos que existen actualmente están hechos de plástico y goma que no son verdaderamente atractivos. Tienes una nueva categoría llamada 'tecnología vestible' pero realmente no son tan vestibles porque no los quieres usar , aseguró.
Es difícil crear tecnología vestible porque el cuerpo humano es muy complejo y la gente es muy exigente y se preocupan en cómo se ven por lo que los wearables también tienen que verse bien .
INTERNET DE LAS COSAS, EL HABILITADOR
El Internet de las cosas es un habilitador que hace del cómputo vestible una realidad, junto con los sensores y sistemas de comunicación capaces de medir actividad corporal que envían datos a cualquier dispositivo a través de Internet para ser analizados y crear soluciones a problemas específicos de cada persona, ya sea en áreas para el cuidado para la salud, sector financiero y hasta en ciudades inteligentes.
Para el director de Desarrollo de Negocios de la consultoría Deloitte, Luis Miguel Quiroz, el Internet de las Cosas debe enfocarse en mejorar las condiciones de vida de las personas, más allá del mero entretenimiento.
El propósito debe ser social y el final de la historia debe ser una mejor forma de vida para todos nosotros. Si no, no habrá servido más que para entretenernos y divertirnos, pero debemos tratar de hacer que el mundo sea mejor , aseguró.
Tanto el experto de Deloitte como el cofundador de Misfit ven que existe una amplia oportunidad en el mercado de tecnología vestible y los objetos interconectados. Aunque Luis Miguel Quiroz, de Deloitte, advierte que se necesitará una mayor especialización en el desarrollo tecnológico para cada sector de la industria y sociedad.
Hay oportunidades para todos pero cada quien tiene que decidir la suya. No podemos haber generalistas. Hay muchos especialistas en todos los niveles que vamos a ir comprendiendo conforme la ola vaya avanzando , dijo.
Además del segmento de cuidado para la salud, Sonny Vu, de Misfit Wearables, ve que este tipo de dispositivos permitirá revolucionar los sistemas de pago móviles y hasta los sistemas de seguridad pública.
Pero antes se tendrá que trabajar en el desarrollo de dispositivos que sean más orgánicos con las personas y se reduzcan procesos de configuración o la recarga de batería. Vu ejemplifica que Shine tiene autonomía en su batería por seis meses sin necesidad de recargarse, y ésta puede reemplazarse.
Lo más disruptivo en los wearables y el Internet de las cosas es que sean completamente pasivos para que no tengamos que lidiar más con las tecnologías. Imagina todo lo que podríamos hacer con la tecnología sin que tengamos que interactuar con ella, sino que esté totalmente integrada a nosotros , afirmó.
Esta visión ya le ha generado frutos. De acuerdo con información de CrunchBase, Misfit Wearables ha levantado financiamiento por 23 millones de dólares y ha logrado colocar 200,000 unidades de Shine a lo largo de 32 países. Sin dar mayores detalles, Sonny Vu asegura que ya están preparando el lanzamiento de nuevos dispositivos.
Este dispositivo aún no está disponible físicamente en México pero el directivo aseguró que ya están en la búsqueda de un socio para llevarlo al mercado nacional.
julio.sanchez@eleconomista.mx
mac