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España extradita a EU a hacker ruso creador el virus "NeverQuest"
El tribunal estadounidense lo acusa de asociación ilícita para cometer fraude y abuso con computadores y por medios electrónicos, delitos que en Estados Unidos conllevan penas de hasta 35 años de prisión.
La Audiencia Nacional española aprobó la extradición del ruso Stanislav Vitaliyevich Lisov a Estados Unidos, donde es buscado por el presunto desarrollo y uso de software malicioso para robar dinero de cuentas bancarias.
El máximo tribunal informó el martes que el programador de sistemas de 31 años, conocido como "Black" o "Blackf", es acusado de haber defraudado 855,000 dólares de varios bancos entre junio del 2012 y enero del 2015.
Según un comunicado de la corte, Lisov fue detenido en el aeropuerto de Barcelona en enero bajo una orden internacional de detención de un tribunal de Nueva York, que le acusa de crear el virus "NeverQuest", que se propaga a través de redes sociales, correo electrónico y transferencias de archivos.
Lisov y sus cómplices habrían infectado con el virus a los computadores de sus víctimas y robado la información de acceso a cuentas de instituciones financieras, usada luego para sustraerles dinero a través de transferencias electrónicas, retiros de efectivo en cajeros y compras por Internet, según el auto judicial.
El tribunal estadounidense lo acusa de asociación ilícita para cometer fraude y abuso con computadores y por medios electrónicos, delitos que en Estados Unidos conllevan penas de hasta 35 años de prisión.
En España, ambos delitos se engloban dentro de la "estafa agravada", que lleva asignada una pena de 1 a 6 años.
"La jurisdicción norteamericana es competente para enjuiciar los hechos porque, aunque el reclamado no se encontraba en EEUU cuando se cometieron los mismos (...), intrascendente al tratarse de presuntos delitos de estafa cometidos por internet, la mayoría de las víctimas se encuentran en ese país", dice el auto de la Sala de lo Penal que el acusado tiene tres días para recurrir.
La investigación de la Guardia Civil en colaboración con el FBI estadounidense se centró en servidores operados por el detenido en Francia y Alemania y en ellos se hallaron bases con listas de datos robados a bancos, incluyendo saldos de cuentas.
Uno de los servidores tenía archivos con millones de detalles de acceso a cuentas bancarias, como nombres de usuario, contraseñas y preguntas de seguridad.