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Guerras de streaming: ¿batalla o masacre?
Según información de la plataforma de origen alemán JustWatch, Netflix es el líder indiscutible entre las preferencias de los 20 millones de usuarios con los que cuenta en 46 países del mundo.
El lenguaje bélico con el que suele hacerse referencia a la competencia entre los servicios de streaming parece más bien una pequeña escaramuza en la que cada actor explotará su propio modelo de negocio, según expertos consultados por El Economista. Netflix seguirá siendo la plataforma predominante de forma global.
Para Jorge Bravo, académico de la UNAM y presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, el escenario más probable a futuro es que Netflix y unas cuantas plataformas, como Amazon Prime, Disney+ o HBO Max, concentren hasta 80% del mercado de video por streaming. El otro 20% estará repartido entre plataformas de nicho
Según información de la plataforma de origen alemán JustWatch, Netflix es el líder indiscutible entre las preferencias de los 20 millones de usuarios con los que cuenta en 46 países del mundo. En México, en el periodo de la emergencia sanitaria en el que los servicios de streaming experimentaron un crecimiento generalizado, Netflix fue la única que lo hizo de forma sostenida para alcanzar 33% de la cuota de mercado, mientras que Amazon Prime Video llegó a 21%; Claro Video a 15% y HBO a 14 por ciento.
Pese a ciertas variaciones en países europeos como Alemania y España, algo que Leonard Brahn, de JustWatch, atribuyó a la llegada de Disney+ y HBO Max a estos países, el directivo no cree que haya cambios importantes en las preferencias de los usuarios y aseguró que con la pandemia se generó un mercado global en el que Netflix es el líder indiscutible. “Netflix sigue siendo el líder de mercado por mucho, así que no hay mucha diferencia entre países”, dijo.
JustWatch es una plataforma que funciona como una guía de streaming, con recomendaciones y estrenos de las principales plataformas de transmisión de video en línea de cara a los usuarios (B2C). No obstante, la mayoría de sus ganancias las genera a partir de la recolección de datos anonimizados de usuarios que le permite implementar “campañas publicitarias altamente eficientes para estudios de cine al reorientar a estos usuarios en YouTube, Facebook y otras plataformas”, de acuerdo con Brahm.
Para Jorge Bravo, la mayoría de los competidores de Netflix tienen un modelo de negocio totalmente distinto al de la plataforma. Claro Video, por ejemplo, busca más la fidelidad de los usuarios con el operador de telecomunicaciones y en muchos casos regala las suscripciones a esta plataforma. Otro caso es Amazon Prime Video, que está subsidiado por otros servicios de Amazon y en particular de su servicio Amazon Prime.
De acuerdo con el académico, a excepción de Netflix para la mayoría de estas empresas, el servicio de streaming no es un negocio en sí mismo sino un valor añadido a otros negocios. El objetivo de estas empresas, según el experto, debe ser que los usuarios contraten una segunda o una tercera suscripción, además de Netflix.
No obstante, para el economista y analista independiente Efrén Páez, aún no sabemos cómo podría reaccionar el consumidor al tener que contratar tres o cuatro plataformas y cuánto dinero le destinará a estos servicios. “No se sabe si existe un límite acerca del monto que las personas están dispuestas a pagar por estas plataformas. Lo que sí se sabe es que hay un límite de tiempo, que es determinante a la hora de decidir cuántas plataformas contratar”, dijo.
A Leonard Brahn tampoco le convence que esté aprovechando las dos plataformas que tiene contratadas. Según el director de JustWatch, habrá cada vez más servicios de streaming y más demanda, lo que hace que sea más fácil encontrar contenido en estos muros de streaming como JustWatch, que podrían convertirse en las puertas de acceso a las demás plataformas.
Sin embargo, de acuerdo con Jorge Bravo, la competencia entre las diferentes plataformas de streaming es muy distinta a la que se ha visto en otras industrias, como la de telecomunicaciones o la de televisión de paga, en donde las afrentas y los litigios son comunes.
“La competencia en internet es muy diferente que en los mercados tradicionales. Los participantes de internet no se están demandando. Saben que existen sus competidores pero compiten efectivamente con ellos”, dijo.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx
kg