Internet de las cosas debe avanzar al siguiente nivel

Las Vegas.- Los objetos conectados a Internet como pulseras, relojes con sensores integrados no son suficientes para crear un mundo inteligente.

Jeff Kowalski, vicepresidente senior y Director de Tecnología de Autodesk, advierte incluso que los datos que estos dispositivos generan carecen de utilidad si no se traducen en el diseño y creación de objetos que se comuniquen entre sí, que respondan automáticamente a los ambientes dinámicos y que generen nuevas experiencias para las personas.

"Recolectar los datos no es suficiente. Necesitamos diseñar objetos que respondan a los ambientes y al dar ese paso vamos a ser más dinámicos y relevantes", dijo durante el encuentro Autodesk University 2014.

El desafío es cada vez más evidente. Para el 2020 el volumen de información digital a nivel mundial llegará a los 40 Zettabytes (ZB), de acuerdo con la firma de análisis IDC mientras que Ericsson proyecta que para ese año existan 50,000 dispositivos conectados a nivel global.

"Los objetos conectados en realidad son tan torpes como los dispositivos desconectados porque no se hablan entre ellos. Necesitamos que las cosas no solo hablen a las personas y entre ellas sino que estén conscientes del ambiente que los rodea y responder a éste", consideró.

El futuro que plantea es de ciudades vivas con la identificación de movilidad y por ejemplo los patrones de tráfico, infraestructura autoensamblable que se adapte al día a día de las urbes.

La firma ha buscado adoptar esta esencia en sus programas y plataformas para diseño. Con el proyecto "Dreamcatcher" (atrapa sueños), Autodesk ha juntado la información sobre las posibilidades del funcionamiento de piezas y objetos prototipados que se conjuntan con las posibilidades en el diseño para que el software interprete las necesidades de un diseñador pueda generar cientos de opciones para crear prototipos funcionales.

Entre los habilitadores de este proyecto incluyen el cómputo en la nube y la analítica de datos.

"La computadora entiende cómo funcionan las cosas, construye códigos y observa ejemplos del mundo real. Dejamos de pedirle a la computadora qué hacer para decirle lo que queremos lograr. Es la nueva generación en el diseño basado en objetivos que explora las soluciones posibles a un problema", dijo.

A ello suma el cómputo en la nube para desarrollar ambientes de colaboración en el desarrollo de proyectos desde plataformas de escritorio y móviles.

Autodesk es reconocida por crear software de diseño para industrias como arquitectura y construcción, manufactura y medios creativos pero reconoce que tecnologías como la impresión 3D y los materiales inteligentes cambiarán desde los procesos de producción hasta las actividades de emprendimiento e incluso la calidad de vida de las personas.

Por eso la firma ha aumentado su apuesta en la investigación en estas tecnologías. La más reciente, de acuerdo con el director ejecutivo de la firma, Carl Bass, es la iniciativa Spark que incluye una platafirma abierta para el desarrollo de impresoras 3D, la creación de su propia impresora y el fondo de inversión de 100 millones de dólares para investigación y emprendimiento alrededor de esta tecnología.

"Queremos empujar los límites de la impresión 3D y queremos demostrar en Autodesk las posibilidades que existen cuando tienes la integración de software y hardware en esta tecnología", afirmó.

Disrupciones a la vista

Los cambios en las industrias que parecieran en el futuro ya son una realidad, dice Andrew Anagnost, vicepresidente senior de Autodesk. Edificios pre fabricados en impresión 3D o productos ultra personalizados son algunos ejemplos que ya se están explorando en lugares como China.

Esto es una muestra de que las tecnologías digitales como el cómputo en la nube, la analítica y la impresión 3D van a generar grandes disrupciones en tres categorías: procesos de producción, cambio en la demanda y en la calidad de los productos.

Anagnost aseguró que en la producción se suma además el conocimiento y financiamiento colaborativo para generar innovación.

En el futuro, dice, será posible incluso construir desde automóviles hasta ciudades mediante la tecnología de impresión 3D.

Y los productos que adquieran los consumidores además deberán evolucionar en el tiempo para evitar la obsolescencia. El ejemplo es ir en sentido contrario a lo que ocurre en la industria automotriz donde cada que un automóvil sale al mercado ya es incluso obsoleto, prometiendo que el siguiente modelo mejorará al que ya adquirió el consumidor.

"La gente espera que los productos evolucionen en el tiempo y mejoren. Nadie piensa que un producto debe ser estático", afirmó.

Julio.sanchez@eleconomista.mx