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Una fintech será el próximo unicornio mexicano
Justo antes de la pandemia de Covid-19, una fintech mexicana estuvo a punto de convertirse en unicornio, dijo Cristian Huertas, country manager del neobanco Bnext.
En el mundo de las empresas de reciente creación, se llama unicornio a la compañía cuyo valor en el mercado supera los 1,000 millones de dólares (unos 22,000 millones de pesos). Los expertos en la materia están convencidos de que el siguiente unicornio mexicano será una fintech, una empresa financiera de base tecnológica, y en la mira para ser bautizada de esta manera tienen a Clip.
Justo antes de la pandemia de Covid-19, una fintech mexicana estuvo a punto de convertirse en unicornio, dijo Cristian Huertas, country manager del neobanco Bnext. “No puedo decir el nombre, pero a esta fintech sí le pegó la pandemia y estaba a punto de levantar la ronda que la iba a convertir en un unicornio”, dijo durante la mesa redonda virtual "¿Qué buscan los mexicanos en las fintech?" en la que también estuvieron presentes Diego González Montesinos, líder en Dinn, la fintech de inversión de Banco Actinver; Cristina Carvallo, cofundadora y directora de Cultura y Comunicaciones de la aseguradora digital Crabi y Para Francisco Reyes, cofundador y director ejecutivo de la aseguradora digital Mango Life.
El Economista ha confirmado que en el ecosistema de startups e inversionistas de capital de riesgo (Venture Capital), el nombre de la compañía de medios de pago Clip resonaba como la próxima empresa privada nacida en México que alcanzaría una valuación de 1,000 millones de dólares. Sin embargo, todo parece indicar que esta fintech estuvo entre las que se vieron más afectadas por la pandemia del nuevo coronavirus. Además de Clip, también se han barajado los nombres de otras fintech mexicanas como Konfío, Kueski y Alphacredit entre las candidatas a ser el próximo unicornio mexicano.
Fundada en 2012, Clip es una compañía mexicana dedicada a la producción de lectores de medios de pago o Terminales Punto de Venta y a proveer servicios digitales, como recargas a celulares y registros de inventario. Desde su nacimiento, ha recibido 10 rondas de inversión y a principios de 2019 obtuvo el respaldo de los fondos de inversión General Atlantic y Softbank por un monto total de 100 millones de dólares, con lo que alcanzó una valuación de entre 350 y 450 millones de dólares.
México ya tiene dos unicornios que trabajan en el sector de las tecnologías de la información y el software: Softtek y KIO Networks. A pesar de la experiencia por la que pasó Clip, tanto el country manager de Bnext, el próximo unicornio mexicano será una fintech y podría surgir en este 2020.
“Estamos muy cerca de hacerlo. Hay compañías que están repuntando muchísimo en actividad, en número de usuarios, en marketshare, con inversionistas con bolsillos muy profundos; es más es hasta probable que lo veamos este año”, dijo Huertas.
Bnext es una fintech de nacionalidad española que llegó a finales del 2019 a México y hasta la fecha ha levantado capital por un total de 42 millones de dólares. Durante 2020, Bnext se ha ido consolidando en el país sobre todo entre usuarios hombres de entre 18 y 30 años y que son empleados de alguna compañía o trabajadores de oficios, como cerrajeros o albañiles y también millennials que gastan en promedio 370 pesos por compra, según Huertas.
Finnovista cuenta en territorio mexicano a 441 emprendimientos fintech, según su más reciente Fintech Radar México de 2020. Los medios de pago y plataformas de transferencias junto con el préstamo al consumo dominan el ecosistema fintech en el país, aunque segmentos como el de tecnologías empresariales para instituciones financieras, el de gestión financiera empresarial y los seguros digitales, conocidos como Insurtech, han mostrado un crecimiento importante en años recientes.
Para Francisco Reyes, de Mango Life, el sector fintech está siguiendo un camino que empieza con la inclusión financiera, con productos y servicios como los ofrecidos por Bnext o por la misma Clip, sigue con el crédito y la inversión, con empresas como Alphacredit o Dinn, para después desembocar en los seguros.
“Es como una escalera que vamos subiendo y si el que viene atrás de nosotros lo hace bien, a nosotros nos va bien”, dijo.
rodrigo.riquelme@eleconomista.mx
kg