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Investigan muertes de agentes de EU
Autoridades federales iniciaron una investigación por homicidio y lesiones tras un ataque contra dos agentes estadounidenses de inmigración y aduanas.
Autoridades federales de México iniciaron una investigación por homicidio y lesiones tras un ataque contra dos agentes estadounidenses de inmigración y aduanas, que realizaban trabajos de rutina al momento del atentado.
El vocero de la PGR, Ricardo Nájera, dijo el miércoles que tras el ataque la dependencia abrió una investigación por homicidio, homicidio en grado de tentativa, lesiones y lo que resulte.
La PGR también envió a peritos y agentes del ucha a la delincuencia organizada a San Luis Potosí para indagar el ataque que se registró el martes.
Un funcionario estadounidense, no autorizado a ser identificado, dijo a la AP que los dos agentes, uno de los cuales murió por las heridas que recibió, conducían de la capital mexicana a la ciudad norteña de Monterrey en trabajos de rutina y no como parte de alguna investigación específica.
Los dos agentes fueron atacados a tiros en una carretera del estado norteño de San Luis Potosí, sin que hasta el momento se sepa si fueron tiroteados por tratarse de funcionarios estadounidenses o porque viajaban en una camioneta azul Suburban, un tipo de vehículo codiciado por grupos del narcotráfico.
El director de Inmigración y Aduanas, John Morton, identificó la noche del martes al agente muerto como Jaime Zapata, que cumplía una asignación de la oficina de Laredo, Texas, donde trabajaba para la Unidad de Contrabando y Tráfico Humano. El agente herido no ha sido identificado.
Zapata ingresó a la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en 2006.
El otro agente atacado tenía heridas de bala en un brazo y una pierna, aunque se encontraba en condiciones de salud estable, según el Departamento de Seguridad Nacional.
El gobierno de México, a través de su cancillería, condenó el mismo martes los hechos y aseguró que las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y llevar a la justicia a los culpables.
San Luis Potosí, a unos 400 kilómetros al norte de la ciudad de México, ha sido un estado con esporádicos hechos de violencia, aunque limita con los de Nuevo León y Tamaulipas, donde los carteles de las drogas sostienen una batalla por controlar territorios.
El mes pasado, la misionera Nancy Davis fue herida de muerte por pistoleros cuando viajaba en el norte del país con su esposo en una camioneta Chevrolet, en un caso que la policía cree que pudo deberse a que los atacantes intentaban robarles el vehículo.
La violencia del crimen organizado ha dejado casi 35.000 asesinados desde diciembre del 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
La ex directora de ICE, Julie Myers, dijo que los agentes de inmigración y aduanas estadounidenses en México investigan narcotráfico, lavado de dinero y tráfico de armas y otras mercancías.
Hasta enero del año pasado, unos 26 agentes de ICE habían entrenado a cerca de 4.000 nuevos policías mexicanos, según información de la embajada de Estados Unidos en México.
El gobierno de Estados Unidos ha expresado una preocupación cada vez mayor sobre la seguridad de sus empleados en México ante la escalada de violencia.
DOCH