Kevin y Mike sacan jugo a Instagram

Kevin Systrom y Mike Krieger, dos graduados de la Universidad de Stanford, se sentaron a negociar de CEO a CEO con Mark Zuckerberg la venta de Instagram, la aplicación creada en octubre de 2010 y que el fundador de Facebook compró por 33 veces más su valor.

Los ex dueños no rebasan la treintena de años (Systrom tiene 25 y Krieger 28 años de edad), pero con buen colmillo para los negocios, vendieron en 1,000 millones de dólares en efectivo y acciones propias su aplicación para compartir fotografías desde teléfonos móviles y que en 2011 se valuaba en 30 millones de dólares.

Kevin se graduó de Stanford en 2006 de la licenciatura en Gestión de la Ciencia e Ingeniería. Participó en Odeo, que más tarde se convirtió en Twitter y pasó dos años en Google (Gmail, Google Reader y otros productos). Kevin siempre ha tenido una pasión por los productos sociales que permiten a las personas comunicarse más fácilmente.

Mike por su parte, se graduó de también Stanford, donde estudió los sistemas simbólicos con un enfoque en la Interacción Persona-Ordenador. Trabajó como interno en el equipo de Microsoft PowerPoint como PM y en Foxmarks (ahora Xmarks) como desarrollador de software. Después de graduarse, trabajó en Meebo por un año y medio como un diseñador de experiencia del usuario y como ingeniero de front-end antes de unirse al equipo de Instagram haciendo diseño y desarrollo.

Con Instagram, Systrom y Krieger dieron rienda suelta a su afición por la fotografía. La aplicación gratuita para iPhone y otros teléfonos inteligentes con sistema Android, permite a los 30 millones de usuarios aplicar efectos fotográficos a las instantáneas , de manera que pareciera que fueron tomadas con las viejas Polaroid .

La aplicación cuenta con 17 tipos de filtros, marcos, efectos vintage y diversos colores. Una vez aplicados los efectos se puede compartir a través de Twitter, Facebook y Flickr, entre otras plataformas sociales.

En lo que fue catalogado como la adquisición más grande que ha hecho Facebook, Zuckerberg pagó 33 veces más el valor de un año a otro de Instagram, una empresa que no genera ganancias y que cuenta apenas con una docena de empleados. Su principal reto ahora será generar ganancias en el futuro.

"La negociación se hizo de CEO a CEO", dijo Steve Anderson, socio fundador de Baseline Ventures, uno de los últimos inversores de Instagram.

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