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Tulum, el otro aeropuerto de la 4T

El Aeropuerto Internacional de Tulum (AIT) tiene que inaugurarse a finales del 2023.

Foto: Shutterstock

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Sin tener completos los estudios técnicos requeridos, la Dirección General de Ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene a su cargo de la construcción del Aeropuerto Internacional de Tulum (AIT), en el caribeño corazón turístico de México.

La obra tiene que inaugurarse (llueva, truene o relampaguee) a finales del 2023.

Su primera ruta comercial dentro del país será, sin duda: Santa Lucía- Tulum, la cual competirá con la exitosa Ciudad de México-Cancún.  En el ámbito internacional figurarán: Dallas-Tulum, Chicago-Tulum, Houston-Tulum, Bogotá-Tulum o Panamá-Tulum. Para esas fechas y para ese destino no habrá complicación para atraer aerolíneas, la atractiva Riviera Maya se encarga de ello.

La nueva infraestructura, que incluye una base aérea militar, requiere una inversión que ronda los 986 millones de pesos y ya está garantizada.

Hasta el pasado 22 de septiembre, la dependencia detalló que tenía un avance del 15% en la factibilidad técnica del proyecto: estudios de aeronavegabilidad, de condiciones meteorológicas, de geotecnia, de levantamiento de obstáculos y de factibilidad de servicios.

En una nota informativa revisada por ¡Es turismo! también se incluye ahí el plan maestro con estudio de capacidad y niveles de servicio, el cual permite “verificar que la infraestructura esté diseñada acorde a la demanda actual, así como del mercado a atender y no sobre o sub dimensionar y generar costos innecesarios”.

Hasta el mes patrio, los estudios arqueológicos tenían avance del 15%, la factibilidad ambiental el 20%, la legal el 25% y la social el 15% por ciento.

Pese a todo, desde hace semanas, ingenieros militares han comenzado a trasladarse con sus equipos personales y laborales del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) al polígono del AIT para cumplir la nueva misión bajo el rayo del sol. En ellos existe la certeza de que los estudios requeridos se realizan a profundidad y responden a tiempos técnicos, no políticos.

Acorde con los nuevos ritmos para levantar infraestructuras, el Presidente de México dijo hace cinco semanas: Aprovecho también para decir que ya se adquirieron los terrenos, 1,200 hectáreas para la construcción del nuevo aeropuerto de Tulum, que será inaugurado en diciembre del 2023.

Otra característica de la 4T, respecto a obra pública militarizada donde se hace camino al andar, es la disciplinada coordinación entre dependencias, la cual de pronto no se aprecia por la estridencia política.

En el desarrollo del AIT (marca de la cual no hay evidencia de su registro comercial) participan: la Sedena, la Secretaría de Turismo, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), por ejemplo.

Una muestra de la deseada tarea conjunta es que la Sedatu tiene en marcha una licitación para la elaboración del programa territorial operativo de la zona sur, de la Riviera Maya “asociado” al Aeropuerto Internacional de Tulum y su interconexión con el proyecto Tren Maya en su influencia urbana en los municipios de Tulum y Felipe Carrillo Puerto del estado de Quintana Roo.

Sí, hay múltiples preguntas sobre el AIT y mucha información reservada en el PDF de su de análisis eficiencia de 53 páginas, el cual tiene la leyenda: Confidencial.

Entre los aspectos ya conocidos se mencionan: Una pista de 3,500 m de longitud, calles de rodaje, plataformas para aviación comercial, general y de carga, estacionamiento para helicópteros, zona de hangares, señalización y equipo de ayuda a la navegación, un edificio terminal y una estructura metálica con áreas como: vestíbulo, sala de documentación, sala de última espera, salas de reclamo de equipaje, migración, aduana, áreas comerciales y áreas de estacionamiento.

Por lo pronto, nos alistamos para atestiguar la apertura del AIFA el 21 de marzo con VivaAerobus, Volaris y Aeroméxico (que de último momento se unió a la fiesta en tiempos de veda electoral).                               

alejandro.delarosa@eleconomista.mx

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