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¿La inflación se enquistó?...
La inflación es como el pecado; cada gobierno la denuncia, pero cada gobierno la practica”.
Georg Christoph Lichtenberg
Los bancos centrales y muchos pronosticadores pueden estar subestimando el riesgo de una inflación persistentemente alta. Aunque es probable que la inflación retroceda el año próximo, la perspectiva es incierta y se espera que su desaceleración sea muy gradual. Cuanto más tiempo se mantenga la inflación alta, es más probable que ésta se enquiste.
Con algunos signos de traspaso, tanto por el deseo de los trabajadores por salarios más altos, como a la fijación de precios y salarios por parte de las empresas, el riesgo de una espiral de salarios y precios parece acentuarse.
Las expectativas de inflación han tendido a aumentar significativamente desde que se inició la pandemia, aunque en distintos grados a través de los países.
Existe una alta probabilidad de que la inflación se mantenga elevada, muchas personas desconocen los objetivos de los bancos centrales o dudan de su capacidad o la de sus funcionarios para cumplir con sus objetivos de inflación. Lo que es más preocupante, es que para mantener una baja inflación, las medidas son dolorosas y relativamente limitadas.
El período inflacionario de la década de 1970, a menudo se atribuye a un cambio estructural en las percepciones y en las actitudes de la gente hacia la inflación. La expresidenta de la Fed, Janet Yellen, describe el surgimiento de una psicología inflacionaria en la que el aumento de la inflación llevó a las personas a revisar al alza sus expectativas de inflación, lo que provocó que la inflación real y esperada aumentara en el tiempo y las transacciones se adaptaran a ella.
Según la Encuesta de los Consumidores de la Universidad de Michigan, la conciencia de la inflación en los Estados Unidos es ahora más alta que a finales de la década de 1970.
En junio, el presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, argumentó que "la situación macroeconómica actual en los Estados Unidos está poniendo a prueba la credibilidad de la Reserva Federal en relación con su objetivo de inflación". Así lo confirma la evidencia sobre el grado de anclaje de las expectativas de inflación.
Las expectativas se han desviado sustancialmente del objetivo de la Fed, y se encuentran muy por encima de la meta, particularmente entre las familias y las empresas. En diversos grados entre los países, la desviación del objetivo ha tendido a aumentar significativamente desde que se inició la pandemia.
En los Estados Unidos, los participantes en la reunión del FOMC de septiembre, estimaron que la inflación general volvería al 2% hasta 2025, aunque la mayoría pensó que era más probable que la inflación subyacente se mantuviera ligeramente por encima del objetivo en 2025.
En el Reino Unido, las proyecciones de agosto, condicionadas a las tasas de interés del mercado, apuntaban a una inflación inferior al 1 por ciento. Las opiniones sobre la inflación se encuentran muy polarizadas. El desacuerdo entre los pronosticadores puede proporcionar una orientación sobre la medida en que se están modificando las expectativas de inflación.
Los trabajadores quieren salarios más altos para recuperar su poder adquisitivo, arriesgándose a una espiral de salarios y precios, lo que tiene importantes implicaciones para la fijación de precios.
La evidencia del BCE, sugiere que el traspaso de los salarios a los precios es sistemáticamente más alta en períodos de alta inflación, en comparación con los de baja inflación.
Se espera que la presión al alza sobre los salarios y los precios, disminuya a medida que se debilite el contexto macroeconómico y aumente la capacidad ociosa en el mercado laboral, existe una gran incertidumbre en cuanto al ritmo al que esto suceda.