Crisis de salud por meningitis en Durango deja alrededor de 30 menores huérfanos de madre

Brenda Cortez, una de las 71 personas que durante las últimas seis semanas contrajeron meningitis, luego de haber sido sometidas a intervenciones quirúrgicas en cuatro hospitales privados de Durango, publicó en su cuenta de Facebook una carta a sus tres hijos y a su esposo.

En ella, narra la historia de una mamá pez que enfermó desde el día siguiente al que dio a luz a una hermosa pececita.

Lloraba de dolor. Quienes la miraban pensaban que tenía depresión pez-parto, porque prefería estar a oscuras en su cuarto. El papá pez, la llevó a infinidad de doctores, pero nadie sabía qué tenía. Cuando ya se estaba quedando ciega de un ojo, encontraron a un doctor pez que la ayudó. La metió a una pecerita y empezó a curarla. Entonces mamá pez volvió a sonreír, aunque se sentía mal, porque no veía a su bebé pez.

Relata que un día le hicieron una prueba más y salió el nombre del bichito que la tenía en esa situación “y ¡pum!, el doctor pudo matarlo y así liberaron a Doris muy FELIZ, SANA, FUERTE Y LLENA DE AMOR. NADÓ Y NADÓ PARA ABRAZAR A SUS HERMOSOS HIJOS (…)”.

Pese a su entusiasmo y ganas de vivir, la mamá pez azul perdió la batalla. El sábado 3 de diciembre falleció en el Hospital General 450 de Durango. Su nombre está en los reportes que dan cuenta de los estragos de las olas del mar embravecido en que se convirtió para decenas de familias el brote de meningitis micótica, que ha causado la muerte de 22 mujeres y un hombre en aquella entidad del centro norte del país.

Más de 1,800 personas estuvieron expuestas

De acuerdo con la Secretaría de Salud del gobierno del estado, se han confirmado 72 casos de meningitis micótica ocasionada por el hongo Fusarium solani, todos ellos personas que se atendieron en alguno de los cuatro hospitales privados involucrados: Hospital del Parque, Hospital Sante, Hospital San Carlos y Hospital Dikcava, los cuales fueron clausurados temporalmente.

La secretaria de Salud del Estado, Irasema Kondo, informó que se han identificado más de 1,800 personas que estuvieron expuestas a contraer la enfermedad, debido a que fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas, entre junio y noviembre pasados, en alguno de los cuatro hospitales.

Dijo que ya se tuvo contacto con 85% de ellos y se han convocado a que se presenten al Hospital General de Durango, para que se les realice una punción lumbar, para la extracción de líquido cefalorraquídeo y poder saber si tienen meningitis micótica. Entre los casos sospechosos se encuentran 26 niños, que también han sido citados para realizarles la prueba y de salir positivo, someterlos a tratamiento.

Las pacientes de este brote fueron concentradas en los hospitales General 450 de la secretaría de Salud de Durango, el del IMSS y el del ISSSTE de la ciudad, en el caso de que sean derechohabientes de esas instituciones, así como en la clínica 71 del IMSS de Torreón, Coahuila a donde se han trasladado al menos cinco pacientes.

De las pacientes contactadas hasta el jueves pasado, 54 casos se consideraron sospechosos. Se prevé que en las próximas dos semanas se realizaran los exámenes a alrededor de 1,000 personas más.

Hasta el viernes pasado permanecían internadas alrededor de 30 pacientes, de las cuales estaban ya asintomáticas cinco y solo esperaban hacer pruebas para darlas de alta y continuar su seguimiento en sus domicilios, con vigilancia

Hasta ahora sólo se ha confirmado el caso de un niño con la enfermedad, el cual, a solicitud de sus padres, fue trasladado a un hospital de la ciudad de Texas.

Algunas víctimas dejaron hasta cuatro hijos

De acuerdo con recuento realizado por este periódico, las muertes registradas hasta el momento por el brote de meningitis en Durango han ocasionado que alrededor de 30 niños haya quedado huérfanos de madre.

El Economista pudo confirmar que de los 23 casos ocurridos, entre ellos un varón de 47 años de edad, 13 mujeres eran mamás de 26 hijos.

Aida Monárrez, quien falleció el 1 de noviembre y se convirtió en la primera víctima fatal de este brote dejo a cuatro hijos, incluida su pequeña bebé que nació el día que contrajo la enfermedad.

Otras cuatro mujeres: eran madres de tres hijos cada una, dos más de dos cada una y seis más de uno cada una.

Aunque no fue posible confirmar cuantos hijos quedaron sin mamá de los otros ocho casos, salvo una en donde que no estaba embarazada, en todos los demás, es altamente probable que dejaron al menos un bebe, dado que la mayoría ingresaron a esos cuatro hospitales con trabajo de parto.

Todo indica que alguien hizo algo muy mal que permitió la contaminación del procedimiento

La secretaria de Salud informó que la Comisión Federal para la Prevención Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una conclusión preliminar sobre las investigaciones realizadas en los cuatro hospitales donde se detectaron los casos, la cual señala que en los medicamentos analizados resultaron inocuos. Concretamente, se analizó Bupivacaína, Morfina y Lidocaína.

De acuerdo con la funcionaria, eso es evidencia de que no hubo una contaminación de origen, sin embargo, no se descarga una contaminación en sitio.

La Cofepris consideró que el medicamento y su etiqueta es original; el fabricante lo validó, lo que quiere decir que son medicamentos legítimos.

Queda la hipótesis de que se contaminaron de manera local al momento de utilizarlos, sobre todo porque hay medicamentos multidosis, como morfina, la cual se abre el contenedor, se extrae la cantidad necesaria de sustancia y se almacena el resto para utilizarla en otros pacientes.

Sin embargo, la funcionaria recalco que no hay evidencia científica que demuestre que eso haya pasado, por lo que se sigue investigando.

Recalcó que la investigación todavía no termina y que se siguen enviando muestras de laboratorio a la Cofepris para su análisis. Incluso se han repetido muestreos.

En ese sentido, el reconocido infectólogo, Alejandro Macías Hernández, comentó que en 2002 ocurrió un brote de meningitis en Estados Unidos y lo que pasó fue que la farmacia se había quedado sin Metilprednisolona y comenzaron a mezclar metilprednisolona con otras sustancias. Se encontraron cinco casos de meningitis por Exophiala Dermatitis, generando muertes de pacientes.

Lo que se comprobó fue que la farmacia no tenía buenos controles, las autoclaves no funcionaban, faltaba un protocolo de calidad y esterilidad y se halló el hongo causal en los frascos.

En otro brote ocurrió en 2012 y 2013, cuando se registraron 748 casos de meningitis por Exserohuilum rostratum, que causaron la muerte de 61 personas, se trató de un caso de contaminación intrínseca de un fabricante.

Se hizo una rápida inmovilización de los lotes de medicamento contaminado.

La mayoría correspondía a inyecciones peridurales, para reducir dolores de espalda de Metilprednisolona. En ese brote, la incubación de la enfermedad fue de cero a 294 días.

El especialista recalcó que el problema con esta enfermedad es que tiene un periodo de incubación muy largo por lo que se puede comportar de manera indolente durante varias semanas

“En los casos de meningitis por hongos asociada a contaminación de procedimientos o medicamentos, hay que actuar muy rápido, porque si avanza, las infecciones son muy graves y a veces se encuentra a pacientes con la enfermedad ya en estado avanzado que no se puede salvar”.

En el caso concreto de lo que ocurre en Durango recalcó que, si bien hay una investigación en curso, que de ninguna manera se quiere contaminar, es posible citar lo que se pudo haber hecho mal.

Mencionó que parece poco probable que lo que haya pasado sea la presencia de un ambiente contaminado o quirófanos con hongos, porque difícilmente hubiera sido el mismo patógeno.

Otra hipótesis puede ser que se trate de una contaminación de medicamento directamente del fabricante, pero hay que tomar en cuenta que en este caso, el fármaco se distribuyó desde el norte de México hasta Chile y solo ha habido casos de meningitis en Durango. Por eso hasta hoy eso parece poco probable.

Otra hipótesis es que se haya comprado medicamento en el mercado negro. En ese caso, dijo, la pregunta es ¿por qué está en cuatro hospitales? Y la respuesta puede ser que le hayan comprado al mismo, pero, como lo señala la literatura especializada, cuando el problema es del fabricante generalmente se distribuye en múltiples ciudades.

Otra opción es que se hayan utilizado un antiséptico contaminado, como yodopovidona, sin embargo, en el caso de Durango, solo se ha informado de contaminación relacionada con bloqueos raquimedulares, no en tomas de catéteres, por ejemplo, por lo cual esa opción es poco probable.

Otra es el reúso de agujas desechables y, recalcó, por desgracia se sabe que se llegan a reutilizar y no se pueden esterilizar porque se arruina el plástico. Pudieron haberlas remojado en algún desinfectante que pudo estar contaminado.

El especialista dijo que en el caso de Durango, parece ser que el sistema en el que se aplicó el medicamento fue el problema, aunque insistió que se debe esperar a conocer los resultados de las investigaciones de la fiscalía y Cofepris.

“Evidentemente alguien hizo algo muy mal que permitió la contaminación del procedimiento”.

Comentó que hay malas prácticas asociadas a eso. En algunos casos se llegan a reutilizar agujas desechables. Recalcó que cuando un material desechable se reutiliza, no hay manera de reprocesarlo con seguridad

En ese sentido el doctor Jorge Arturo Nava López, expresidente de la Asociación Mexicana de Anestesiología en Ginecología y Obstetra, expuso que la meningitis es una de las principales complicaciones de este tipo de intervenciones, pero, de acuerdo con estadísticas del sector, el riesgo de complicaciones infecciosas es de una en 40,000 casos, es decir muy bajo.

Destacó que la técnica correcta de los anestesiólogos para este tipo de acciones incluye lavado de manos, uso de gorro, cubrebocas y ropa quirúrgica estéril, uso de guantes estériles, adecuada asepsia y antisepsia con materiales adecuados, procedimiento realizado con equipo nuevo estéril y uso de fármacos apropiados para la vía correcta, además de adecuado lavado de manos.

Sin embargo, dijo que en la práctica, es muy frecuente ver compañeros que solo utilizan guantes y en muchos de los casos se obvia el resto del equipo de protección.

Mencionó que el grave problema existe en aquellos pequeños hospitales donde no cuentan con el más mínimo proceso hospitalario “y hay muchos (así) alrededor del país”. En el caso de Durango, remarcó, en algún punto se rompió la esterilidad.

Excoordinador de ginecología del Hospital de la SS de Durango, dueño de dos de los cuatro hospitales involucrados

La Fiscalía General del Estado de Durango (FGED), abrió al menos 40 carpetas de investigación y comenzó las indagatorias. Hasta el momento ha obtenido al menos siete órdenes de aprehensión contra administradores y dueños de los hospitales privados donde habrían ocurrido los contagios.

Se trata de las personas identificadas como Guillermo N, Sandra Idanes N, David N., Ilse Janeth N., José Miguel N., Dora Manuela N. y Luis Carlos N, cuyos domicilios fueron cateados. Se les acusa de los delitos de homicidio y lesiones agravadas.

Con la finalidad de garantizar las reparaciones del daño a las víctimas, la Fiscalía solicitó, en audiencia judicial, la autorización para embargo precautorio de 17 bienes inmuebles incluyendo aquellos en donde se encuentran los hospitales involucrados.

Las investigaciones se han centrado en los hospitales Hospital del Parque, Hospital San, Hospital Sante Carlos y Hospital Dikcava.

De acuerdo con datos del Registro Público de Comercio de Durango obtenidos por el noticiero En punto, el Hospital del Parque es propiedad de Ilse Janet Berumen Jiménez, Sandra Odanes Meza Gaucin, José Manuel Núñez Sarabia, Sabino Núñez Herrera, Edgar Hernández Vargas y Baltazar López Coronado, quienes constituyeron una sociedad en diciembre de 2017.

Ilse Janet Berumen Jiménez es esposa del entonces coordinador del servicio de ginecología del Hospital Materno Infantil de la Secretaría de Salud de Durango, José Miguel Montes Herrera. En tanto Sandra Odanes Meza Gaucin es cuñada del exfuncionario. Posteriormente se integró a la sociedad su hermano David Erasmo Montes Herrera.

En tanto, el Hospital Dikcav son propiedad de José Miguel Montes Herrera e Ilse Janet Berumen Jiménez.

De acuerdo con datos del Registro Público de Comercio de Durango Hospital del Parque, fundado en abril de 2021, es propiedad de José Miguel Montes Herrera que hasta hace unos días todavía trabajaba en el hospital materno infantil de la Secretaría de Salud de Durango y su esposa Ilse Janet Berumen Jiménez.

En tanto el Hospital Sante, fundado en 2006, es propiedad de Luis Carlos Uribe Duarte y Dora Manuela Duarte Santiesteban, hermana del exdiputado federal priista, César Humberto Duarte Sabtiesteban.

El Hospital Sante Carlos es propiedad de Guillermo Enrique Uribe Martínez.

Todos ellos se dieron a la fuga.

Mientras, la familia de la mamá pez azul y la de todas las demás pacientes afectadas, piden que esta crisis sanitaria no se pierda en un océano de impunidad.

diego.badillo@eleconomista.mx