Presidencia publica reformas que dan al Ejército el control de la Guardia Nacional

La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana publicó esta tarde en el Diario Oficial de la Federación (DOF) las reformas que dan al Ejército el mando de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad diseñado bajo mando civil y ahora, gestionado en su totalidad por las Fuerzas Armadas.

En una edición vespertina de este viernes con un único artículo, el Diario Oficial de la Federación divulgó el “Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; de la Ley de la Guardia Nacional; de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, y de la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en Materia de Guardia Nacional y Seguridad Pública”.

Las modificaciones legislativas se aprobaron en menos de una semana, primero en la Cámara de Diputados y luego en el Senado, en lo que se conoce con el término en inglés “fast-track”, dando a entender la velocidad de la decisión.

La reforma —que en realidad son una serie de reformas a diversas leyes, como se expresa en el título del decreto publicado en el DOF— determina que el general que encabeza la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) será también el máximo responsable de la Guardia Nacional. Esta Secretaría, según la reforma, será responsable de la operación en campo y ejecutiva del cuerpo de seguridad, que se encuentra desplegado en todo el territorio nacional.

El diseño institucional de la Guardia Nacional ha sido un nuevo campo de batalla entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, la oposición política-electoral y el activismo ciudadano.

Para el presidente, una Guardia Nacional bajo el mando del Ejército —contrario al diseño original de la Guardia como cuerpo civil— es la única manera de mantener un mínimo de seguridad pública en el país, envuelto en una guerra de cárteles del crimen organizado que ha dejado 340,000 muertos desde 2006.

Para la oposición y el activismo ciudadano, una Guardia Nacional bajo mando de las Fuerzas Armadas es la confirmación de la militarización del país, una señal del poder político del Ejército en México.