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4T: sus 100 días y sus 500 noches
Chavo del Toro inauguró exposición en Guadalajara.
Después de 12 años de haber salido de Guadalajara para buscar oportunidades, Salvador del Toro, caricaturista miembro de esta casa editorial, mejor conocido como Chavo del Toro, regresó por la puerta grande a sus “terruños”. Con la exposición Monos en gran formato, sobre una transformación de caricatura, 4T: sus 100 días y sus 500 noches, además de mostrar a sus paisanos el arte, busca propiciar la reflexión en torno al fenómeno político que representa el actual presidente y el partido que lo llevó a la silla.
Como si todo estuviera puesto a la medida, esta exposición se logró literalmente con un tuit: “Yo lo único que hice fue poner en Twitter, ‘me gustaría exponer en Guadalajara’, el ayuntamiento me contestó diciéndome que estaban a mis órdenes y que el Paseo Chapultepec podría ser el lugar. Yo encantado”, platica Chavo (claro, muy modesto él, pues no a cualquiera le ofrecen un espacio así de “fácil”).
Luego de dos semanas y junto con los caricaturistas Manuel Falcón, José Antonio Baz, Jabaz, y la youtuber Fernanda Dudette —representando a la nueva generación—, esta exposición se inauguró la noche del miércoles 20 de marzo, “muy agradecido”, asegura Chavo, pues se trata de “un lugar emblemático para encuentros culturales, regreso con mucho cariño y admiración de esta cuna de la que yo fui alumno”.
En formatos de dos por un metro, esta exposición estará disponible para todo el público tapatío y visitantes de otras partes. Nuestro artista de casa comparte que esto también es un regalo “ durante mucho tiempo me había empeñado en buscar el espacio para caricaturistas, pues había lugar para la fotografía, la pintura, pero no para este género (...) Mi perseverancia y la importancia que yo le doy a una de las cunas de la caricatura en México, que es Guadalajara, se conjuntaron para que se presentara esta oportunidad”.
La caricatura no morirá
El caricaturista asegura que este género es un instrumento del periodismo que no morirá, es un artículo de opinión por excelencia, cada caricatura cuenta con un estilo, técnica o estética; el humor y la reflexión hacia el lector; es un instrumento muy interesante porque sintetiza en pocas líneas y con humor parte de los acontecimientos del diario, posteriormente se convierte en una fuente histórica para reconstruir momentos.
“Aunque es un nicho, porque no toda la gente lo entiende o lo siente, gracias a las redes sociales y los muy buenos moneros, empieza a expandirse algo que muchos creían muerto”.
Agregó que esto ha tomado un auge, pues las nuevas generaciones que no leen papel están pendientes de las redes, “este elemento nace con la imprenta, en esta esfera pública que nace con el Estado moderno, por ello se pensaba que acabando el formato impreso, también iba a desaparecer, pero no, la caricatura se está adaptando a nuevos modelos (...) hoy tengo seguidores en las redes, muchos de ellos son un público joven que apenas estoy aprendiendo a entender”.