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Al Estado no le interesa desenmascarar la farsa de justicia en que vivimos: Diego Enrique Osorno
La autoridades tienen miedo de encontrar la verdad y pavor de dar justicia sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en 2014, cuyos avances se han logrado por la movilización de familiares y luchadores sociales, señala el periodista y realizador Diego Enrique Osorno.
“La verdad histórica que se presentó y que se evalúa en este documental es una de las peores ficciones que el Estado ha elaborado para tratar de dar impunidad a sus redes más oscuras y nefastas”,
Diego Enrique Osorno, periodista y documentalista.
Este martes, el escritor, periodista y documentalista Diego Enrique Osorno presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) el cortometraje documental “La evaluación”, que forma parte de la selección oficial en competencia.
En entrevista con este diario, Osorno, también director y guionista de proyectos documentales como “Vaquero del mediodía” (2019), “La muñeca tetona” (2017), “1994” (2019) o “El poder de la silla” (2015), compartió que “La evaluación” es un documental que trata de provocar en el espectador la posibilidad de analizar a lo largo de media hora, de manera muy directa, las evaluaciones psicológicas sobre los principales responsables de la llamada “verdad histórica” sobre las desapariciones de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014.
El documental plantea hacer precisamente lo mismo con Jesús Murillo Karam, entonces procurador General de la República (PGR), que ordenó hacer, una evaluación psicológica, sobre Patricio Reyes Landa, Jhonatan Osorio Gómez y Agustín García Reyes, detenidos apenas 33 días después de los hechos como presuntos responsables de la desaparición de los normalistas.
A la hora de que el espectador evalúa psicológicamente a los tres presuntos responsables, así como a Murillo Karam, responsable de la investigación entonces incuestionada y hoy está preso, el espectador puede tener una capacidad crítica sobre el caso”.
La cinta, comparte, viene a insertarse en la necesidad de mantener la lucha desde la sociedad civil, tanto de los familiares de las víctimas, como de sus compañeros normalistas, las comunidades académicas, defensoras de los derechos humanos y de periodistas, que son, señala, quienes la han mantenido viva a pesar de los tantos intentos por tapar la herida, un de tantas, con un carpetazo.
“De las peores ficciones”
“Creo que al Estado no le va a interesar nunca resolver el caso, porque resolverlo implicaría desenmascarar la farsa o la ficción de justicia en la que vivimos. Lo que les interesa es simular. La verdad histórica que se presentó y que se evalúa en este documental es una de las peores ficciones que el Estado ha elaborado para tratar de dar impunidad a sus redes más oscuras y nefastas”, sostiene Osorno.
Si bien el 2018, con el cambio de administración federal, significó para el país una oportunidad inmejorable para un abordaje de investigación más humano, minucioso y reivindicador de uno de los (tantos y apabullantes) episodios atroces en la historia reciente del país, evalúa el periodista independiente, a cuatro años de la transición, sí, hay un informe de la Comisión de la Verdad que intenta establecer una nueva verdad, pero:
“Es evidente que la absoluta verdad y la justicia todavía están pendientes y quizá este gobierno ya llegó hasta donde podía llegar, hasta donde los militares y los acuerdos con el anterior presidente, Enrique Peña Nieto, lo permitieron”.
Por todas los impedimentos y trabas desde el ejército mexicano y los distintos niveles de gobierno en una evidente práctica sistemática de impunidad, el realizador considera que “las autoridades que se enfrentan al caso tienen miedo de encontrar la verdad. Estamos hablando de una proporción de crimen y de atrocidad muy, muy grande, y de ese tamaño es el miedo que tiene el Estado”.
Se omite el papel central del ejército
Lo más revelador, no del documental sino de la coyuntura en que se presentó el informe presentado por parte de la fiscalía y de la comisión, dice, es que se busca dar carpetazo a los hechos con dos omisiones que resultan preocupantes: “una es señalar el papel del ejército y la marina en los acontecimientos, además, dentro de un contexto de militarización. El otro es la responsabilidad del anterior presidente, Peña Nieto, que públicamente avaló la verdad histórica”.
Por si fuera poco, lamenta Diego Enrique Osorno, “hay que reconocer con tristeza que todavía hay mucha indolencia ante los hechos (en gran parte de la sociedad). Sigo escuchando muchas descalificaciones en la discusión pública y en las sobremesas. He escuchado decir: ‘en algo andaban (los estudiantes), en algo estaban metidos’. Es decir que el impacto de la verdad histórica, que fue estigmatizante y criminalizante para los estudiantes, persiste”.
Por todo lo anterior, señala, es fundamental apoyar a los familiares en la búsqueda de verdad y justicia, porque esa será la manera en que finalmente se van a poner en evidencia “los graves riesgos que tiene este otro proceso de militarización que se ha implementado de manera muy lamentable, al menos en los últimos 20 años, prácticamente desde el presidente Zedillo para acá. Espero que este dispositivo narrativo que hicimos permita generar una apropiación de la historia y un compromiso de quien vea el documental para seguir buscando verdad y seguir buscando justicia”.
“La evaluación”
- Dir. Diego Enroque Osorno
- Produce: Detective Films
- Duración: 31 minutos
Diego Enrique Osorno es ganador de:
- Premio Nacional de Periodismo de México (2013, dedicado al Ejército Zapatista de Liberación Nacional).
- Mención honorífica del Premio Alemán de Periodismo Walter Reuter (2014).
- Premio Latinoamericano de Periodismo sobre Drogas, Buenos Aires, Argentina (2011).