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Arte latinoamericano a la alza
La Tate de Londres comenzó a comprar arte latinoamericano hace unos años, y el Centro Pompidou está creando un proyecto con el fin de enriquecer sus colecciones con obras emblemáticas de creadores de esa región.
El arte latinoamericano está en alza, demostró la Feria de arte contemporáneo parisina (FIAC), en la que coleccionistas pagaron altos precios por obras de la brasileña Lygia Clark, el mexicano Gabriel Orozco y el venezolano Jesús Soto, entre otros.
Las esculturas de Lygia Clark fueron algunas de las obras que se vendieron por más de 500.000 dólares en esta 37 edición de la FIAC, que cerró el domingo tras dejar constancia de que el mercado del arte, que sufrió en el 2008 una contracción de un 40% a raíz de la crisis financiera mundial, se ha recuperado.
Ha sido una muy buena FIAC, mucho mejor que las dos pasadas , dijo Natalie Seroussi, dueña de una de las 185 galerías de 24 países que participaron en esta Feria que se abrió el jueves en tres emblemáticos espacios: el Grand Palais, el Carré du Louvre y los jardines de las Tuilerías.
Comprobé el interés por creadores latinoamericanos de parte de coleccionistas internacionales , agregó Seroussi, que vendió a un francés dos esculturas de la serie Bicho de Lygia Clark.
Las pequeñas piezas de Clark se vendieron en 300.000 euros (420.000 dólares) , precisó Seroussi, señalando que las piezas más grandes alcanzaron precios más altos.
El interés del mercado por esta artista constructivista brasileña asociada con el movimiento Tropicalia se comprobó asimismo en un remate de arte en mayo en Londres de los países Bric (Brasil, Rusia, India y China), donde una escultura en aluminio de la serie Bicho duplicó el precio al que estaba estimada, alcanzando medio millón de dólares.
Seroussi señaló asimismo que vendió en 350.000 dólares unos pequeños dibujos de Gabriel Orozco, cuya cota está definitivamente en alza tras las retrospectivas que le han consagrado el Museo de Arte Moderno de Nueva York y ahora el parisino Centro Pompidou.
Los grandes coleccionistas de arte contemporáneo quieren tener a Orozco en sus colecciones, lo hemos visto en esta FIAC , indicó a la la galería Marian Goodman.
Una galería de Nueva York, Christophe Van de Weghe, se congratuló también de la buena energía que se vio en esta feria, en la que vendió varias obras, entre ellas una pequeña pintura de Jean Michel Basquiat por 1 millón de dólares.
Otro Basquiat, Desmond , de 1984, bastante más caro, no había aún hallado comprador a unas horas del cierre de la Feria. Hemos tenido varios coleccionistas interesados, pero todavía nada concreto , indicó la galería.
Frank Marlot, de la galería parisina Denise René -que ayudó a propulsar el opart y el arte cinético, que juegan con los efectos ópticos y el movimiento- dijo también que está ha sido una muy buena FIAC .
Esta galería vendió obras de Jesús Soto, ya fallecido, del argentino Julio Le Parc y del venezolano Carlos Cruz Diez.
Soto tiene siempre un mercado muy enérgico, y el de Cruz Diez y Le Parc está en aumento , dijo Marlot a la AFP.
La directora de la FIAC, la neocelandesa Jennifer Flay, una mujer llena de energía y vitalidad, destacó también el cada vez mayor interés del mercado en artistas y galerías de América Latina.
Este año participó en la FIAC por primera vez México, donde se está viviendo una escena artística muy fuerte , dijo Flay en entrevista, destacando la presencia de la galería Kurimanzzuto, que representa a Orozco, Gabriel Kuri y Damián Ortega, entre otros artistas.
El creciente apetito por el arte de América Latina se refleja también en varios museos europeos, que lo descuidaron durante años, pero que están ahora tratando de ganar algo el tiempo perdido.
La Tate de Londres comenzó a comprar arte latinoamericano hace unos años, y el Centro Pompidou está creando un proyecto con el fin de enriquecer sus colecciones con obras emblemáticas de creadores de esa región.
En la FIAC se vieron también muchos coleccionista sudamericanos, entre ellos uno que pagó 450.000 dólares por una pequeña pintura de Joan Mitchell en una galería neoyorquina, y un brasileño que se interesaba en una obra ofrecida en una de las galerías más visitadas en esta FIAC, la de Larry Gagosian.
La galería Gagosian, propiedad de quien es considerado el hombre más poderoso en el mercado del arte, no quiso abordar el tema de las ventas, lo que no es extraño en un sector donde prima la opacidad.