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Buscan generar públicos y dar dimensión social a la cultura
En la Reunión Nacional de Cultura se buscan fines sociales y tecnológicos para alcanzar a más gente.
Morelia, Michoacán. La cultura debe tener una dimensión social. Ésta es la conclusión general de la Reunión Nacional de Cultura que se celebró el fin de semana pasado en Morelia.
La reunión juntó a todos los secretarios de cultura de los estados con el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, y diferentes autoridades de los sectores de producción y promoción cultural.
Dos grandes objetivos se plantean para el año venidero: mejorar el uso de la tecnología para la cultura, no sólo para la creación de contenidos sino para cosas tan simples -y al mismo tiempo tan complejas, logísticamente hablando- como realizar la próxima reunión de manera remota.
El segundo objetivo es la formación de públicos para eso que llaman de modo general cultura. Es decir, las artes y las expresiones estéticas, sobre todo con trabajo desde las comunidades locales y de ahí a las grandes poblaciones a través del programa para la Animación Cultural. El programa se propone promover y animar a que el gran público se acerque a la producción artística, sobre todo a la apoyada por el estado.
Sin públicos ninguno de nuestros esfuerzos tendría sentido , afirmó Tovar y de Teresa en la clausura de la reunión, lo cual llama la atención, pues el papel tradicional de Conaculta ha sido apoyar a los creadores en la producción, es decir, generar oferta cultural que luego no tiene demanda.
Este esfuerzo se articula con este gran eje que es la dimensión social de la cultura. Que la creación, las artes, sirvan para unir a la gente, que sanen las heridas de la marginación y la violencia.
El cine goza de salud de roble
Uno de los sectores que mejor quedó parado en la reunión fue el cine. Gozamos de una salud especialmente buena , sostuvo Jorge Sánchez, director del Instituto Mexicano de Cinematografía, al revisar el buen momento crítico (en el año pasado las cintas nacionales recogieron 127 premios en festivales de todo el mundo) y sobre todo de taquilla que disfruta el cine nacional.
Somos el cuarto mercado del mundo , detalló Sánchez, para luego mencionar cifras: el mercado mexicano tiene 5,700 pantallas, pero concentradas en apenas 8% del territorio, sobre todo en los estados más prósperos.
El reto, entonces, es acercar el cine a mayor parte de la población. Para ello se han creado programas como Cine en tu Comunidad, que lleva de manera itinerante películas a poblaciones que no cuentan con alguna sala de cine.
Otro esfuerzo es el lanzamiento próximo de una plataforma digital con acceso a más de 100 películas mexicanas, así como cintas iberoamericanas y asiáticas que tienen un lugar importante en la historia del cine.
La Cineteca Nacional también es un modo de promover el cine nacional y de alta calidad (es decir, el cine que recibe la etiqueta de cine de arte). También es un fenómeno: el año pasado tuvo 850,000 asistentes. Este año se espera que la asistencia supere 1 millón de entradas. Se ha creado un público en el DF adicto a la Cineteca y se quiere reproducir el éxito en otras partes del país. La idea es descentralizar la producción y la exhibición de cine.
En Sonora, por ejemplo, se crea el Centro de las Artes Cinematográficas del Noroeste, una suerte de combinación entre escuela de cine y sala de exhibición. Forma cineastas y forma público.
En Tijuana hay una sede alterna de la Cineteca y en Mexicali hay una nueva escuela de cine.
El cine, pues, no sólo goza de actual buena salud, sino que siembra las semillas para que esa salud dure.
concepcion.moreno@eleconomista.mx