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Arte e Ideas

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Christie’s subasta piezas prehispánicas, incluso las consideradas falsas por el INAH

Pese a la postura del INAH y de las autoridades mexicana por la puja en París, casi todas las piezas que debieron salir de manera clandestina de nuestro país hallaron comprador en una puja pública; dos de las consideradas apócrifas se vendieron por más del estimado.

Pese a la condena emitida por el gobierno mexicano a través de distintas vías en las últimas semanas, la tarde de este martes en París, Francia, mañana de México, la casa internacional de subastas Christie’s concretó la puja de 40 piezas presuntamente prehispánicas, de las cuales 33 fueron adjudicadas a culturas que habitaron el territorio mexicano, aunque tres de ellas son de manufactura contemporánea, es decir que son falsas, según comunicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que la semana pasada se postuló en contra de esta puja en voz de su director, Diego Prieto Hernández.

Bajo el nombre “Quetzalcoatl: Serpent à plumes” (Quetzalcóatl: serpiente emplumada), la subasta en París logró la venta de casi todas las piezas auténticas exceptuando tres de ellas, dos de origen maya y una de origen mixteco.

Incluso, aquellas que fueron señaladas como falsas por las autoridades especializadas de nuestro país también se remataron y dos superaron su precio estimado. Se trata de dos pequeñas piezas con los lotes 8 y 9 adjudicadas según el catálogo de Christie’s a la cultura de Xochipala, Guerrero, una máscara y una escultura que asemeja la cabeza de un anuro.

La primera tenía un precio estimado de entre 30,000 y 40,000 euros, pero su precio de remate superó esa previsión al venderse en 60,000 euros (1.46 millones de pesos al tipo de cambio), mientras que la segunda tuvo una valuación de entre 20,000 y 30,000 euros, pero su precio de remate también superó la estimación: se vendió en 40,000 euros (poco más de 973,000 pesos).

La tercera pieza señalada por el INAH como apócrifa, una máscara supuestamente de origen teotihuacano, con el lote 23, que, según indica el catálogo, perteneció a la colección de Pierre Matisse desde los años 30, tenía un precio estimado entre los 350,000 y 550,000 euros y finalmente se vendió por 437,500 euros (poco más de 10.6 millones de pesos).

“Es relativamente posible que un especialista pueda determinar si una pieza presumiblemente pertenece a pueblos y culturas prehispánicas mexicanas o es de manufactura reciente. Después se requiere, para efecto de sustanciar el directamente, el análisis directo del bien”, indicó Prieto Hernández la semana pasada al respecto.

Sobre las piezas consideradas como falsas indicó: “en este caso no podemos intervenir directamente sobre el bien, pero hicimos el análisis de la composición, el tamaño, la forma y los materiales. Hemos determinado que una máscara que pertenece al lote 23 y que supuestamente proviene de Teotihuacan es de manufactura contemporánea. Por cierto, esa máscara presumiblemente está desde hace muchas décadas en Francia, porque se le vincula a algún artista famoso francés. Es una pieza que sale con un precio muy alto de salida, pero esa pieza ni siquiera la reclamaríamos porque sabemos que no es de manufactura antigua. Probablemente la hizo alguna mano experta mexicana, pero en fecha no muy lejana. Y lo mismo dos piezas que se atribuyen a la cultura de Xochipala, Guerrero”, precisó.

El patrimonio que se vendió en vivo

Las piezas finalmente subastadas por Christie’s y reconocidas por especialistas del INAH como auténticas y, por ello, motivo de la preocupación de las autoridades competentes en nuestro país, por tratarse de un acto de comercio con el patrimonio mexicano, fueron 27.

La gran mayoría de estas son de origen maya, todas piezas complejas, desde urnas, vasijas, incensarios, cabezas y esculturas. Hay, por ejemplo, una forma femenina de origen chinesco, que habitó Nayarit, así como un par de personajes también provenientes de esta entidad, hallados en Ixtlán del Río. Hay tres pequeñas piezas de la cultura mezcala y una tolteca, así como esculturas halladas en Veracruz, Guanajuato, Colima y Teotihuacan.

Una estatua de la diosa mexica Cihuatéotl, deidad de la muerte en el parto, fechada entre los años 600 – 1,000 de nuestra era y presuntamente sustraída en El Zapotal, Veracruz, por ejemplo, se vendió en 22,500 euros (más de 547,000 pesos). Un hacha maya fechada entre el 550 y el 950 d.C., se vendió en 52,500 euros (1.27 millones de pesos). La escultura de un dignatario azteca fechada entre los años 1350 y 1521 d.C. duplicó su precio estimado y se vendió por 122,500 euros (2.98 millones de pesos).

“Se trata de hechos que en la legislación mexicana presumiblemente constituyen varios delitos: la exportación de bienes arqueológicos o bienes históricos de relevancia particular fuera de la nación. Esta prohibición incluye la expresa imposibilidad de exportación definitiva de patrimonio arqueológico o histórico de relevancia. La Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos establece que los bienes arqueológicos de nuestro país son propiedad de la nación, inalienable, imprescriptible e inembargable y, por lo tanto, se enuentran fuera de cualquier acto de comercio”, indicó Diedo Prieto la semana pasada.

Sin embargo, lamentó, los hechos sucedidos en París no competen a la ley mexicana y sí a la república Francesa, donde la consideración jurídica de los bienes comerciados favorece este tipo de transacciones como ámbitos de lo privado y, por lo tanto, las autoridades tienen dificultades jurídicas para intervenir en auxilio del Estado mexicano.

“Esta diferenciación jurídica es la que aprovechan algunas casas de subasta, no en vano lo hacen en París, Francia, y no en otros estados donde tenemos convenios”, dijo.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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