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Arte e Ideas

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Despiertan vitalidad musical

El miércoles se presentaron 224 jóvenes músicos de las 55 orquestas que tiene el programa en concierto.

Con sus pequeñas manitas, Jimena Barreaga tomó su violín y con la fuerza de un gigante arrancó su participación como solista en el Concierto para violín en si menor , de Rieding, dejando con la boca abierta a los cientos de espectadores que le aplaudieron todo.

La mamá que no deja de filmar el concierto, el padre que grita y chifla para que su hijo vea que lo apoya y varias lágrimas formaron parte del concierto de gala que ofreció ayer la Orquesta Nacional Esperanza Azteca en la Arena Ciudad de México.

Doscientos veinticuatro alumnos; 102 niñas y 122 niños de distintos estados de la República mexicana conforman la orquesta y el coro que apoyados por Fundación Azteca y Grupo Salinas.

De La conquista del paraíso de Vangelis a Zadock, the priest de Haendel fue el viaje donde la orquesta y coro hicieron derroche de su talento, pocos podrían creer que estos talentosos músicos empezaron desde cero en pequeñas comunidades y precarias condiciones.

A pesar de los movimientos y complejidad de sus instrumentos, los niños y jóvenes se ríen entre ellos, juegan y sacan lo mejor para no desafinar una sola nota ante la admiración de su maestro, su director Julio Saldaña, quien los apapacha con cualquier pretexto.

Los padres y madres y cientos de jóvenes de distintas escuelas escuchan y les aplauden, nadie se aburre y como si fueran estrellas de rock, los chavos agradecen desde el escenario y mandan besos. Claro que hay momentos especiales como cuando Isaac Maldonado, un regordete niño de 11 años, tomó nerviosos el micrófono y de pronto, de su pequeño pecho, dejó escapar su gran voz para cantar Bésame mucho y dejar a todos con la boca abierta ante el talento.

Fue una noche especial (a pesar del retraso de casi dos horas a causa de las marchas de los maestros) donde se cantaron popurrís de Agustín Lara y hasta de los Beatles, en los que la Orquesta Nacional Esperanza Azteca sorprendió, emocionó y tocó vidas, como la de una niña sentada enfrente del escenario que deja escapar un ah, como me gustaría estar con ellos .

Al final, se arma la fiesta mexicana con el Son de la negra , todos traen una banderita, estalla el confeti en los aires, llegan las risas, las lágrimas, los abrazos y la esperanza de que estos niños y jóvenes puedan cambiar el futuro de nuestro de país gracias al poder de la música.

Esperanza Azteca es un programa de gran impacto social, el objetivo es tener una alternativa para la juventud que le permita trascender las grandes carencias materiales y educativas que muchos de nuestros jóvenes sufren , dijo Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas.

Al evento asistieron Rafael Moreno Valle, gobernador de puebla y Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) entre otros invitados especiales.

Todos estamos convencidos de que el poder de la música tiene la capacidad de fortalecer el espíritu e inyectar vitalidad a los sectores vulnerables de la sociedad , agregó Salinas Pliego.

El proyecto es apoyado por el sector público y privado, el gobierno federal y cada uno de los estados que tienen una Orquesta Esperanza Azteca, las cuales necesita una inversión aproximada de seis millones de pesos.

En la actualidad, el proyecto cuenta con 55 orquestas donde participan más de 13,000 niños que, desde cero, decidieron cambiar sus vidas acercándose a la música.

Es un programa que planta una semilla musical en las nuevas generaciones con la seguridad de que nacerá una nueva época de la música en México , expresó Rafael Tovar y de Teresa.

Ricardo Salinas Pliego adelantó que en los próximos meses se presentarán 19 orquestas Esperanza Azteca más: Todo es parte de un cambio cultural y social que nuestro país requiere .

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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