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El capital natural, la base del desarrollo económico
José Sarukhán, coordinador de la Conabio, comenta sobre el Índice de Riqueza Incluyente que sustituiría al PIB.
Lo malo con el capital natural es que lo damos por hecho y que los economistas, hasta ahora, no se han formado para considerar el entorno en que se desarrollan las sociedades.
Es por eso que el Museo Interactivo de Economía (MIDE) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) inauguraron la exposición Capital natural en la sala Desarrollo Sustentable: Economía, Sociedad y Naturaleza.
Si queremos tener una economía sustentable tenemos que considerar el entorno natural , afirmó José Sarukhán Kermez, coordinador nacional de la Conabio, en el acto inaugural de la exposición en la que se destaca que todos los procesos económicos empiezan en la naturaleza .
Sarukhán Kermez hizo además una profecía que ojalá se cumpla: Dentro de un par de meses escucharán hablar mucho del Índice de Riqueza Incluyente , una medida que, al considerar el capital natural y humano, deja a la del Producto Interno Bruto como una ridícula instantánea .
En entrevista, el prestigiado ecólogo profundizó en el tema.
Suena muy bien que la noción ?de capital natural se divulgue entre el público con exposiciones como ésta, pero ¿qué tanto está permeando en los que toman las decisiones?
Todavía muy poco, pero es algo que se está haciendo presente. Ahora algunos diputados y senadores están usando el término capital natural y hablan de su conservación. Hace cinco años eso no sucedía y hace 20 o 30 nadie se refería a los problemas ambientales. Sí hay un cambio, mayor sensibilidad y un poquito de mayor preocupación por entender estas cosas; lo que me preocupa es que esa velocidad de cambio es muchísimo menor que la velocidad de deterioro de lo que nos rodea. A ese paso no vamos a poder arreglar los problemas que estamos generando.
Es alentador que en la reunión Río+20 se va a proponer un concepto nuevo de medición de la riqueza de los países. Ya no sólo el PIB, porque es realmente una medida muy limitada y caricaturesca de lo que pasa. Viene un concepto de riqueza incluyente, se llama Inclusive Wealth Index o Índice de Riqueza Incluyente. Van a escuchar mucho de esto dentro de unos dos meses y creo que nos va a llevar a considerar que el PIB no es más que una foto tomada en un momento, en la que ignoramos lo que pasó antes y lo que va a pasar después. Podríamos estar arruinando nuestro capital natural a pesar de que el cuadrito del PIB suene muy bien. Muchos países se están arruinando a pesar de que tienen un crecimiento económico impresionante, porque ese crecimiento no va a poder durar y ya estamos viendo muchos signos de eso.
¿Qué tanto se están acercando ecólogos y economistas en esto?
En México tenemos algo que muy pocos países tienen, que son instituciones y gente que trabaja sobre esto, no nada más teóricamente, sino que está ofreciendo información sobre este asunto. La Conabio, el Instituto Nacional de Ecología, la Comisión Nacional Forestal, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, entre otros, producen un volumen importante de información de calidad. Al cometer errores ya no se tiene la excusa es que no teníamos la información . No, la información la tenemos o la podemos obtener muy fácilmente. Es una gran ventaja, al menos, saber el tamaño de la bronca que se nos viene encima.
Dado que estamos en época electoral, ¿qué tanto lo están tomando ?en cuenta los candidatos?
No lo he visto con cuidado; pero si necesito cuidado para verlo, es que no lo están tomando en cuenta lo suficiente.
Hace poco el Foro Consultivo ?metió una demanda contra funcionarios de Hacienda por no dar el equivalente de 1% del PIB a ciencia y tecnología, ¿cree que algo bueno salga de ahí?
Con todo respeto, creo que esa es una distorsión del problema. Mientras el país no asuma que la mejor palanca de cambio que puede tener es la generación de conocimiento de su entorno natural, del social a través de la investigación -y no me refiero a la ciencia nomás como la química, la física o la biología; no, me refiero también a la investigación que nos permite entendernos mejor como país, como sociedad y como entorno natural-, mientras no se entienda que ese conocimiento le puede servir al Estado mexicano para cambiar y hacer las cosas bien, no importa cuál sea el porcentaje del PIB que se le asigne, no va a servir de nada. Ahí está lo que tenemos que cambiar. Y cuando se den cuenta de que ésa es la palanca del cambio, llegaremos al 1% y luego al dos y al tres. Creo que insistir en que el problema es la cantidad de dinero, pero quedarse en la misma de no entender para qué caramba quiere México investigación, es errar absolutamente la solución.
Desde hace tiempo los ecólogos nos dicen que estamos al borde de la catástrofe, ¿en dónde estamos exactamente?
Estamos rebasados en la capacidad del planeta para producir los bienes y recursos que requieren los 7,000 millones de habitantes que somos y para absorber los residuos del uso de recursos. Hemos rebasado en más de 30% la capacidad de carga del planeta. No tenemos nada preparado para lo que sigue.
En un planeta finito como es la Tierra, no se puede esperar crecer indefinidamente. Puede haber desarrollo, pero la forma de alcanzarlo no puede ser la de antes, en la cual lo que importa es cuánto dinero hago en el menor tiempo posible, independientemente de las consecuencias ecológicas y sociales. Eso es lo que tiene que cambiar. Y creo que estamos viendo señales en todo el mundo de que así es.
manuel.lino@eleconomista.mx