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El nocivo estigma contra el cáncer de pulmón

En el 2018, se diagnosticaron 3.7 millones de pacientes, de los cuales fallecieron 1.7 millones.

Hace dos años se designó el 5 de abril para celebrar el Día Nacional del Cáncer de Pulmón, para lograr que esto sucediera muchas historias y esfuerzos tuvieron que juntarse. Sin embargo, esta enfermedad aún tiene muchas batallas que vencer. De entrada carga con el estigma social, altos costos y diagnósticos tardíos, por lo que hoy se coloca como la primera causa de muerte por cáncer, incluso ya por encima del cáncer de mama, de acuerdo con su incidencia.

El año pasado se diagnosticaron 3.7 millones de pacientes con cáncer de pulmón, de ellos fallecieron 1.7 millones. Esto demuestra la magnitud del problema.

En nuestro país, 90% de los casos se detecta en etapas avanzadas y datos del 2018 de Globocan indican que 6,700 pacientes fallecieron por esta causa. Cada día 18 personas pierden la vida. En estadio IV de cuatro, las tasas de sobrevida a cinco años son muy bajas, de 10 pacientes que se diagnostican sólo 4 llegan a 5 años de sobrevida.

“No nos abandonen. Somos muchos y queremos seguir viviendo”, dijo Liliana Flores Bracho, paciente con este padecimiento.

“Son cifras crudas y necesarias”, aseguró, “pero escucharlo y vivirlo es muy diferente, los datos dicen cinco años, pero yo quiero vivir más”.

Liliana tiene 39 años, fue diagnosticada a los 38, vive en la Ciudad de México, es ingeniera en sistemas computacionales y trabaja como gerente de proyectos, Tiene dos hijos y a su esposo. Se considera alegre, positiva, canta y baila, le gusta el cine, el teatro, andar en bici y sobretodo viajar.

Contra todo lo esperado en una persona con esa descripción, es la primera en su familia directa que padece cáncer. Ella nunca fumó y se considera una mujer sana. “Después de una tos que no se quitaba, apareció un ganglio, vino una biopsia y llegó el diagnóstico”, explicó.

“Fue devastador, no me lo esperaba, el diagnóstico fue ‘tu cáncer es muy avanzado. Hay metástasis en fase IV de cuatro’. Pero todo suma, cuatro meses después había disminuido el cáncer después de mi tratamiento, todo iba muy bien... En diciembre del 2018 apareció el cáncer en el cerebro. Ahora estoy en otro tratamiento y estoy luchando por calidad de vida, pero sobretodo, por tirar esas estadísticas que dan miedo”.

Liliana hasta hoy se considera privilegiada, porque está atendida (por ahora su seguro cubre los gastos, 5 millones que se están agotando), pero fue contundente: “Hoy hablo por muchos más, porque tenemos que luchar por lograr acceso a los medicamentos y servicios para todos, el diagnóstico no es destino”.

El estigma en el cáncer de pulmón

Para nadie es un secreto que el cigarrillo produce cáncer de pulmón. Se sabe que a nivel global la causa de 85% de este cáncer es el tabaquismo, pero existen otros factores, como el riesgo ocupacional (exposición a radón o asbesto por ejemplo), la contaminación o genéticos.

En México, incluso hay algo más. De acuerdo a estudios realizados en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), de su población atendida 64% de las mujeres nunca habían tocado un cigarrillo. Por otro lado se encontró que uno de los factores de riesgo más importantes es el humo de leña, “cocinar con leña es un factor de riesgo y se sabe que 37% de los pacientes están asociados a esta causa”, compartió la doctora Isabela Rivas, médico oncóloga y gerente médico de la farmacéutica Roche.

Incluso hay otros casos como el de Liliana, donde esta tendencia tampoco está presente. Sin embargo, con todo y datos, el cáncer de pulmón lucha además con el estigma de “tú te lo buscaste”.

El estatus del cigarrillo pasó en unos años de perfectamente aceptable a socialmente inaceptable. “Esto ha provocado en la sociedad mensajes completamente diferentes y que hacen que los pacientes con este cáncer vivan etiquetados. Esto ha provocado que en cuestión de tratamientos exista una participación reducida de intervención y detección temprana. Las políticas de salud no están encaminadas para atender este padecimiento” explicó el doctor Feliciano Barrón Barrón, del Incan.

Dijo que el cáncer de pulmón no cuenta con un seguro de gastos catastróficos que esté incluido dentro del seguro popular, y por lo tanto el acceso a tratamientos innovadores es limitado.

Aunado a esto, agregó que “la empatía pública está reducida. El apoyo social es limitado”. Una encuesta del 2014 realizada en Brasil refiere que las personas sienten menos empatía por las personas que padecen cáncer de pulmón que por otro tipo de cáncer.

Hoy ya se puede concluir que no necesariamente el cigarrillo es el causante, sobre todo en mujeres, y esto ha sido demostrado también en países de Latinoamérica: En Chile 40% de las mujeres nunca había fumado; en Bolivia, 68%, y en México es 60 por ciento.

Avances

Con las nuevas investigaciones se sabe que el cáncer de pulmón no es una sola entidad. Hay cáncer de pulmón en células pequeñas y no pequeñas, y de ahí derivan otros más.

Éste y otros conocimientos han permitido avanzar en las terapias.Hoy por ejemplo, la medicina personalizada ofrece ventajas importantes para la supervivencia de los pacientes.

“Un paciente con cáncer de pulmón que no recibe ningún tratamiento tiene una supervivencia promedio de cuatro meses, con las quimioterapias se aumentó de seis a ocho meses. En oncología los pasos se dan lentamente, pero se está acrecentando la sobrevida y para un paciente esto es muy valioso”, afirmó el doctor Gerónimo Rodríguez Cid, titular de la Clínica de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.

“Pero esto no sólo se trata de vivir”, aseguró el especialista, sino de que se tenga calidad de vida. Esto ha sido posible gracias a la terapia molecular o terapia blanco, la cual, de manera muy general, va contra la lesión o gen causante del cáncer, lo que disminuye los efectos secundarios y aumenta la calidad de vida.

Como ejemplo de esto, dentro de los tipos de cáncer se encuentran algunos asociados a los genes.

Hoy se sabe que existe cáncer de pulmón asociado a mutaciones de los genes ALK y el EGFR (con 30 a 32% de presencia en los mexicanos). Para éstos hoy existe tratamiento, la barrera aún es el costo.

Liliana es una de las pacientes cuyo cáncer está asociado a la mutación de ALK, por lo que hoy recibe terapia blanco a través de Alectinib. Esto y otras intervenciones la han llevado a una supervivencia de un año y tres meses, pero ella asegura que será muchísimo más.

En México, el mínimo de la población está siendo diagnosticado en etapas iniciales. Hoy el Incan está por iniciar un estudio con la implementación de un programa de detección oportuna a través del tamizaje para personas con factores de riesgo. “Esto nos va a permitir salvar más vidas, disminuir los costos y aumentar la conciencia”, dijo el doctor Barrón Barrón.

nelly.toche@eleconomista.mx

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