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Arte e Ideas

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En peligro, murales en Valle de Bravo

El artista Ismael Ramos y su hija Carla aseguran que el nuevo párroco de la iglesia de Valle de Bravo quiere destruir su obra.

El artista Ismael Ramos Huitrón y su hija Carla Ramos aseguran que Miguel Ángel Saldaña Rivera, nuevo párroco de la parroquia de San Francisco de Asís, en Valle de Bravo, quiere destruir los murales que ellos crearon y donaron a la iglesia.

El proyecto fue pintado estando el párroco Alejandro Guadarrama. Todo el desarrollo estuvo avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia del Estado de México, la Secretaría de Cultura y la Diócesis de Toluca. Pero hubo cambio de párroco, siendo el nuevo el que alimenta una inconformidad que busca quitarlos , señala Carla Ramos.

La obra es de 400 metros cuadrados y en el primer mural se plasma a Dios junto con costumbres y tradiciones del pueblo; el segundo representa un pasaje en torno al libro del Apocalipsis, en donde se ve el rostro de sufrimiento y dolor del ser humano, la purificación y el rostro de paz.

El proyecto nos llevó tres años y al finalizar la entrega me notifican el cambio de párroco, quien de inmediato mostró su desacuerdo con la obra y comienza a taparla, le pone cortinas, pendones y los murales están en el abandono y no permite acceso para retratarlos en una actitud muy soberbia e insultante. Para mí es un ataque a la cultura porque es una obra de buena manufactura y muy bien diseñada con sentido social y bíblico , explicó en entrevista Ismael Ramos Huitrón, reconocido muralista mexicano.

Para Carla Ramos, quien trabajó en la obra, aunque los murales están dentro del recinto, la Iglesia no es dueña de éstos.

Ni siquiera pagó. La Iglesia (de acuerdo a nuestro sistema jurídico) es un bien perteneciente a la nación y como tal no tiene un párroco autoridad para determinar una decisión así. Hay respaldo de abogados e historiadores del arte especializados en arte sacro e iconografía religiosa que manifiestan que retirarlos sería una falta a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público e identifican los artículos del Código de Derecho Canónico por los cuales sería algo grave retirar la obra. Aun así, hay personas que persisten en derribarla , explicó.

El problema se agudizó ante los constantes ataques del párroco actual, quien califica a los murales como herejes y quiere taparlos poco a poco hasta borrarlos.

Me parece sumamente peligroso que el párroco del recinto tergiverse el pensamiento de muchos feligreses con ideas erradas, nocivas y que no son más que falsedades. No se vale adoctrinar con la mentira. Los argumentos parecen salidos del oscurantismo, no se puede dar cabida a estos pensamientos tan nocivos que anulan un desarrollo cultural , comentó la artista, quien estudió arte en ?La Esmeralda.

Y aseguró que los murales son una obra cabal, para la cual su padre se apoyó en investigaciones pictóricas y teóricas muy reflexivas y profundas. Fue un trabajo muy profesional en todo su desarrollo y el resultado lo evidencia .

Incluso, el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, ayudó al artista en el montaje de la obra con una aportación económica.

Ya se reunieron las autoridades con el párroco, ya han hablado con él, pero no sucede nada. Ya tenemos un abogado, creamos una asociación y tenemos la opinión de muchos expertos en el arte que defienden su valor como obra de arte hecha con mucho respeto a la religión a los indígenas y a las tradiciones , finalizó la artista.

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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