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Arte e Ideas

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Festival Bayreuth, como un barco a la deriva

Las codirectoras y biznietas del músico, Katharina y Eva Wagner, han sido criticadas? por caprichosas y por hacer de la fiesta wagneriana un festival medroso y aburrido.

Da la impresión, por los comentarios de los críticos y periodistas publicados en la prensa internacional, que el famoso Festival de Bayreuth templo laico erigido en honor de Richard Wagner , que arrancó el viernes, va a la deriva, sin planeación, con representaciones mediocres si no es que ridículas , siguiendo en todo momento los caprichos de las codirectoras y biznietas del genial músico, Katharina y Eva Wagner.

Por eso las Wagner han sido criticadas hasta por su otrora protegido, Frank Castorf director del impresentable El anillo del nibelungo del año pasado de haber transformado la fiesta wagneriana en un festival medroso y aburrido.

Tal vez por eso también el patronato del festival anunció que este será el último año que Eva Wagner compartirá la dirección con Katharina, quien a partir del 2015 lo hará sola. Lo que abre enormes signos de interrogación.

MALA SUERTE O TONTERÍA

El famoso festival abrió esta vez con mala suerte, por plantearlo de algún modo (dice el dicho que sólo a los tontos les va mal).

Para empezar, la canciller Angela Merkel no asistió a la inauguración, dicen que por problemas de agenda, pero hay la sospecha de que les está cobrando la factura a las hermanas Wagner, ya que el año pasado no se dignaron a recibirla en Bayreuth (también por compromisos ), como ordena el protocolo. Aunque es posible que Merkel, una wagneriana de hueso colorado, sí acuda a la clausura.

En esta edición, a los organizadores se les ocurrió reponer las puestas en escena del año pasado, por lo que hay muy poco de nuevo y el problema es que en la edición anterior la mayoría de las obras provocaron una gran protesta del público alemán uno de los más cultos , con chiflidos y gritos por la calidad de las obras. Y esas mismas son las que ahora se vuelven a poner. Es como decir si no te gusta la sopa, te doy otro plato...

El caso es que el festival fue inaugurado con la genial ópera Tannhäuser en la versión de Sebastian Baumgarten, aunque no sabemos por qué insisten en echarla a perder. Esta vez el Monte de Venus, donde el héroe se la pasa muy bien en juegos carnales con la diosa del amor antes de regresar a la tierra, fue sustituido por una jaula que supone es una planta de biogás alimentada ni más ni menos que por excrementos.

A los 20 minutos de que se iniciara la ópera, después de la hermosísima y vigorosa obertura, se escuchó un estruendo tras el escenario. Y de inmediato una voz anunció que la función se suspendería unos minutos (fue una hora). Y la gente tuvo que salir a los jardines a esperar, entre burlas, chismes y duros comentarios:

Nunca había pasado algo así , decían unos; ya ven que sí hubo primicia , es decir, nota para la prensa, apuntaba un funcionario; es imperdonable que pase algo así en el Olimpo de la perfección que es Bayreuth , mencionaban más allá. Después se supo que había tronado (literal: se oyó un tronido) el mecanismo para elevar la plataforma del famoso Monte de Venus.

EL COLMO DEL NIBELUNGO

Por si faltara poco, la obra cumbre de Richard Wagner, la tetralogía del Anillo del nibelungo, está a cargo del berlinés Frank Castorf,quien produjera escenas de indignación, de rabia, en Bayreuth el año pasado, bajo la tesis simplista, de manual soviético de economía, de que el oro actual es el petróleo . Lo que implicó que los dioses germanos fueran mafiosos texanos en lucha por el petróleo, las valquirias prostitutas y el dios Wotan, un padrote. De ese tamaño.

Incluso, en una de las partes de esta tetralogía vemos la imagen del Monte Rushmore, en Dakota del Sur, pero en vez de las cabezas gigantescas de Lincoln, Washington, Jefferson, Roosvelt... aparecen Marx, Lenin, Mao y Stalin. Y para culminar estos disparates, en otra parte de la obra un actor disparó sin trucos, con balas verdaderas un rifle AK 47 en el escenario.

Queda la sensación malsana de que estamos al final de una era, la extinción del festival wagneriano más importante del mundo o, como diagnostica la publicación Frankfurter Allgemeine Zeitung, removiendo el cuchillo en la herida: el Festival de Bayreuth sufre de arterioesclerosis artística . Lamentable.

ricardo.pacheco@eleconomista.mx

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