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Arte e Ideas

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Harry Potter, en su escoba,? ayuda a hacer mapa cerebral

Realizan el primer modelo que identifica regiones cerebrales que se activan con palabras, gramática e historia.

Sin duda la novela fantástica de Harry Potter logró una inmensa popularidad con una fórmula narrativa muy atractiva para muchos. Sin embargo, hoy su trascendencia va más allá, pues científicos de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Pennsylvania, utilizaron este texto para identificar la actividad de diferentes regiones cerebrales.

La investigación publicada en la revista en línea Plos One identifica con bastante certeza las regiones cerebrales que se activan con palabras, gramática e historia usando la resonancia magnética funcional.

Los participantes leyeron el capítulo 9 de la Piedra Filosofal, que es aproximadamente la lección del primer vuelo de Harry. Resulta que el movimiento de los personajes (como cuando están volando sus escobas) se asocia con la activación de la misma región del cerebro que utilizamos para percibir el movimiento de otras personas. Asimismo, los personajes de la historia están asociados con la activación de la misma región del cerebro que utilizamos para procesar las intenciones de otras personas , dijo Leila Wehbe, estudiante de doctorado y miembro del equipo.

Centímetro a centímetro ?y palabra por palabra

En cada palabra identificaron 195 características de acción detalladas. Después, gracias a un algoritmo de aprendizaje automático se analizó la activación de cada centímetro cúbico del cerebro para cada segmento de cuatro palabras. Así, poco a poco, el algoritmo fue capaz de asociar ciertas características con ciertas regiones del cerebro , explicó Wehbe.

La muestra fue de ocho personas y el resultado fue el primer modelo computacional integrado de lectura. Éste identifica qué partes del cerebro son responsables de subprocesos tales como frases de análisis que determinan el significado de las palabras y la comprensión de las relaciones entre los personajes.

El modelo fue capaz de reconocer en qué parte del texto se encontraba el lector con una precisión de 74%, suficiente para decir que la investigación tuvo éxito.

Tom Mitchell, jefe del Departamento de Aprendizaje Automático de la Universidad Carnegie Mellon, declaró: Al principio éramos escépticos de si esto funcionaría e indicó que el análisis de múltiples subprocesos del cerebro al mismo tiempo no tiene precedentes en la neurociencia cognitiva. Resultó sorprendentemente bien y ahora tenemos estos maravillosos mapas cerebrales que describen qué parte del cerebro está pensando en una amplia variedad de cosas .

Por su parte, Wehbe explicó que el modelo sigue siendo inexacto, pero que algún día podría ser útil en el estudio y diagnóstico de trastornos de lectura como la dislexia. También se podría hacer un seguimiento de la recuperación de los pacientes cuyo lenguaje y razonamiento se han visto afectados por un derrame cerebral. Además, podría ser utilizado por los educadores para identificar dificultades en el aprendizaje de una segunda lengua , detalló el miembro del equipo investigador.

En un estudio complementario realizado por Wehbe y Mitchell, que registra la actividad cerebral de cada milésima de segundo, en lugar de cada dos segundos como en la exploración de resonancia magnética, este análisis sugiere cómo las palabras se integran en la memoria; es decir, cómo primero el cerebro percibe visualmente una palabra y luego comienza acceder a las propiedades de la palabra para después agregarlo en el contexto de la historia.

Exactamente cómo el cerebro crea estos códigos neuronales es todavía un misterio, dijeron los investigadores, pero es el comienzo de la comprensión de lo que el cerebro está haciendo cuando una persona lee.

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