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La desconfianza en las noticias se enquista
La confianza en las noticias en México se encuentra en su nivel más bajo desde 2017 y por debajo del promedio global. Sólo 36% de los consumidores confía en la información periodística, en un momento de rechazo de los formatos tradicionales y de un discurso político que incita a dudar del periodismo. Las personas prefieren informarse con influencers, de acuerdo con los principales hallazgos del Digital News Report 2023 del Instituto Reuters.
En México se desconfía de las noticias. Las personas prefieren informarse con influencers y celebridades, a quienes identifica como personas más cercanas a su realidad o a sus aspiraciones, que con los periodistas, de acuerdo con los resultados del Digital News Report 2023 del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, el estudio anual sobre la industria de las noticias más completo en el planeta.
La desconfianza produce desinterés y evasión de las noticias —en los hechos, las historias y la contraloría social que difunde el periodismo— e impacta negativamente en el negocio, con menor número de consumidores, menor disposición a pagar por las noticias (en forma de suscripciones o de contribuciones para su sostenimiento) y menor generación de ingresos para los emprendimientos periodísticos.
Esto forma un bucle negativo que tiende a reducir la calidad del producto periodístico con menores equipos de investigación en las redacciones y mayor precariedad en las condiciones de trabajo de los profesionales o a confinar el periodismo en contados medios de alto rigor.
Los consumidores quieren noticias positivas, soluciones y explicaciones sobre su realidad comunitaria y las quieren en las plataformas digitales donde se encuentran, en un lenguaje claro y atractivo, dijo la doctora María Elena Gutiérrez Rentería, responsable desde 2016 del análisis para México del Digital News Report desde la Universidad Panamericana Campus Guadalajara.
Como sugirió hace unos años Marty Baron, un legendario periodista estadounidense que dirigió The Washington Post y The Boston Globe: “Escribir para internet es distinto porque requiere una manera más casual de redactar y la utilización de herramientas como el video o los links que lleven a otros textos”.
Estos son los 5 hallazgos principales de la edición 2023 del Digital News Report.
1. (Des)Confianza en las noticias
En México se desconfía más en las noticias que el promedio a escala mundial. Desde 2017, cuando el Instituto Reuters comenzó a medir esta variable en México, la confianza se encuentra en su nivel más bajo. En 7 años, el indicador ha caído 17 puntos porcentuales hasta el 36% de 2023.
“Hay una arraigada desconfianza en las noticias en México que se debe a la histórica cercanía entre los medios masivos y el Estado, una tradición de oficialismo cimentada en la década de 1940 en el caso de la prensa y en los años 50 en el caso de la televisión”, dijo Andrew Paxman, profesor de historia y periodismo del CIDE.
“Si la desconfianza se ha restablecido en años recientes, me imagino que se debe a la dinámica dialéctica de una creciente estridencia en los discursos del presidente López Obrador, que critica a la prensa con una frecuencia casi cotidiana —muchísimo más que cualquier antecesor— y también en los discursos de varios medios influyentes (impresos, radiofónicos y digitales), que critican a él y a su gobierno sin aún pretender ofrecer una versión plural o derecho de réplica. Hay un tono visceral en ambos lados que México nunca antes ha atestiguado”, dijo Paxman.
El mayor descontón de confianza en México coincidió con la pandemia de 2020, un periodo que se caracterizó por la incertidumbre social y económica, por una avalancha informativa y por una polarización sobre la política pública de atención a la nueva enfermedad. Desde entonces la confianza en las noticias no se ha recuperado, quizá para nunca más volver, como dice el dicho: “la confianza es como el cristal: una vez rota, nunca vuelve a ser la misma”.
James Breiner, periodista, consultor bilingüe en medios digitales y quien ha capacitado a editores y jefes de redacción en América Latina, Europa, Asia y África, lo explica de esta manera: “Durante los primeros meses de la pandemia, los propios científicos no entendían cómo se estaba propagando el virus covid, ni cómo crear una vacuna eficaz, ni cómo prevenir los peores efectos de la enfermedad. Y los científicos médicos cambiaron su consejo a medida que aprendieron más. Así que nosotros en los medios éramos el vehículo de transmisión de información que era cambiante e incorrecta, pero no deliberadamente incorrecta. Debido a esto, el público perdió la confianza en nosotros y buscó información de amigos, familiares y otras fuentes que pudieran haber parecido más confiables”.
El espacio que dejaron los medios con la huída de los consumidores fue asumido por los influencers y las celebridades en las redes sociales, principalmente en TikTok e Instagram, quienes asumieron el papel de comunicar las noticias con un punto de vista personal y diferenciado, aunque el contenido original —la producción de las noticias, con toda la metodología que implica— provenga de fuentes periodísticas.
2. Influencers vs. periodistas
Facebook, YouTube, WhatsApp, TikTok, Twitter e Instagram son los servicios más utilizados para consumir noticias, de acuerdo con los resultados del Digital News Report 2023, pero entre las redes también hay “razas”: mientras más “tradicional” es la red, más consumidores de noticias tiene; mientras más nueva es la red, los influencers controlan el territorio y los profesionales de la información pierden presencia. Con excepciones.
En Twitter y Facebook, consideradas ahora como redes “legacy” (tradicionales), las noticias provocan mayor interés entre sus usuarios. En TikTok e Instagram, dedicadas a los videos cortos, los creadores independientes provocan mayor conexión con las audiencias.
“La sensación de intimidad, cercanía y personalidad que exhiben las y los influencers son características atractivas para las personas usuarias de redes sociales”, dijo Fiorentina García, cofundadora de Tec-Check, una organización de defensa de los consumidores. “Las influencers generan esta relación de cercanía al compartir contenido constantemente sobre su vida personal y de sus opiniones con las personas que les siguen”.
Es la demostración del cambio cultural de una generación que ha crecido conectada a internet y a las redes sociales. Una generación que “suele prestar más atención a los influencers o celebridades que a los periodistas, incluso cuando se trata de noticias”, escribió Nic Newman, investigador del Instituto Reuters en la edición 2023 del estudio.
La mayoría de los grandes medios, dijo Gutiérrez Rentería, profesora de negocio de los medios, “se quedaron anclados al segmento generacional con el que crecieron y se olvidaron de los chiquitos, de las audiencias pequeñas, que ahora vemos que ya no son tan pequeñas”. Es un tema de fondo y forma: de selección de las temáticas que aborda el periodismo y de la manera de presentar la información a los consumidores.
El problema de la industria es que no ha sabido ser asertiva en la diferenciación del producto y en la segmentación del mercado para saber hablarle a su público de la forma como él le va a entender mejor y en los temas que al público le interesa”, dijo la académica.
Los datos del Digital News Report 2023 muestran un alejamiento de los consumidores de noticias. Los más abandonados son los periódicos y la televisión, pero a nadie le va bien en la feria. Desde 2017, año base del registro, los periódicos perdieron 31 puntos porcentuales como plataforma para el consumo de noticias; la televisión, 13 puntos; los sitios y aplicaciones de noticias, 11 puntos, y las redes sociales, 9 puntos.
3. ¿Qué quieren los consumidores de noticias?
La desconfianza no es el único factor que afecta el interés por las noticias. Influyen también la selección de temas, el formato y las plataformas donde las noticias se presentan a las audiencias, la distinción y la calidad de los contenidos periodísticos y el grado de explicación que se ofrece a los consumidores.
Hace un año, en la edición 2022 del Digital News Report, los investigadores del Instituto Reuters encontraron un agotamiento de los consumidores de noticias, sobre todo de los más jóvenes, por el tipo de noticias que habitualmente se encuentran en los medios, protagonizadas por políticos y escándalos, hechos violentos o situaciones que parecen imposibles de solucionar. Un vendaval de información negativa o indeseada que satura, agota y provoca malestar emocional.
En 2023, el Instituto Reuters encontró que las personas que evitan consumir noticias sí están dispuestas a consumir noticias positivas, de soluciones y explicaciones: se trata de que el periodismo humanice, explique, contextualice y verifique.
El entendimiento sobre lo que dicen las noticias es clave en el interés y la confianza por las noticias, dijo Juan Larrosa-Fuentes, experto en medios y comunicación política y profesor del ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara.
Sólo 1 de cada 4 personas lectoras en México entiende todo lo que lee y el resto, 3 de cada 10, tiene dificultades, según datos de 2023 de la oficina de estadística pública de México, el Inegi. En noticias de economía y finanzas, el Digital News Report 2023 encontró que 30% de los consumidores tienen dificultades para entender lo que ahí se dice. Los más afectados por un bajo entendimiento son mujeres y personas de bajos ingresos y baja escolaridad.
Las noticias de economía y finanzas son “para un público muy reducido y eso hace que la mayoría de las personas no entendamos mucho de lo que ahí se publica y con mayor razón hay un desinterés por la por la falta de entendimiento”, dijo Larrosa.
Breiner expresó una opinión parecida: “Los medios no les están ayudando (a las personas) a entender el mundo, la realidad de lo que está pasando en el mundo”.
Mejorar el nivel de explicación y contexto que ofrecen las noticias es un área de oportunidad —el eufemismo para “problema urgente de solucionar”— que pasa por ampliar la agenda temática —o de reenfocarla—. Se busca “ofrecer un periodismo constructivo que brinde a las personas un sentimiento de esperanza o de capacidad individual de mejorar las cosas (agencia)”, escribió Nic Newman en el informe.
4. Razones para pagar una suscripción
La disposición a pagar por noticias sufre la misma suerte que la confianza en las noticias. El promedio en México es de 16%, por debajo de Estados Unidos (20%) y Brasil (21%), que tras superar los gobiernos de Donald Trump y Jair Bolsonaro vieron un incremento en el interés de los consumidores por comprar suscripciones y financiar el periodismo de calidad.
“Los mexicanos siempre han dependido más de los medios gratuitos, principalmente de la televisión para obtener sus noticias. Sólo aquellos de amplios recursos económicos, y en México este es un grupo pequeño, pueden permitirse pagar un periodismo altamente especializado y de alta calidad. El periodismo investigativo requiere mucho tiempo y es costoso”, dijo James Breiner.
Andrew Paxman, autor de la biografía El Tigre. Emilio Azcárraga y su imperio Televisa (2013), consideró que la renuencia a pagar por las noticias puede estar vinculada también a “la relativamente joven edad promedio de los mexicanos, que puede implicar que una proporción inusual prefiere escuchar a influencers en YouTube y TikTok que leer las noticias en un portal y mucho menos comprar un periódico”.
Para Roy Campos, analista de comunicación política y presidente de la casa de demoscopía Consulta-Mitofsky, existen en México personas dispuestas a pagar por el periodismo —comprando suscripciones, por ejemplo—, pero es indispensable que los medios ofrezcan un contenido diferenciado y único. “El chiste es qué tan grande es un grupo como para que un medio pueda subsistir solamente de las suscripciones”, dijo.
Quienes están dispuestos a comprar una suscripción, ya sea a un periódico digital o a una newsletter, o a contribuir económicamente para el sostenimiento de un proyecto periodístico, lo hacen principalmente por la calidad y la diferenciación del contenido; por altruismo, para financiar el periodismo de calidad; porque les interesa la marca (el punto de vista de una casa editorial) o los periodistas que trabajan para esa marca, y porque quieren productos relacionados pero no necesariamente informativos, como los crucigramas, los acertijos, los cómics y cartones y otros servicios.
“No creo que vengamos de una época de oro en la que todo mundo le hacía caso a los medios de comunicación, pero me parece que las personas que quieren consumir información de calidad e informarse apropiadamente pueden recurrir a muchas fuentes que están ahí desde hace mucho tiempo”, dijo Antonio Ortuño, escritor y periodista, autor de una docena de novelas y libros de cuentos.
5. ¿Ver, leer o escuchar? ¿Qué prefieren los consumidores?
Y aunque usted no lo crea y aunque las estadísticas conspiren para imaginar lo contrario, el formato escrito sigue siendo el preferido por los consumidores de noticias. Hay diferencias por segmentos de edad, pero lo escrito manda (todavía) por encima del video o el audio —radio y podcasts— a la hora de consumir noticias.
La mayoría de los usuarios en línea dicen que todavía prefieren leer las noticias en lugar de verlas o escucharlas. El texto brinda más velocidad y control para acceder a la información”, escribió Newman.
La algarabía por lo escrito, que exige más atención de los consumidores para entender conceptos abstractos, no debe ocultar que el formato video crece con velocidad y plataformas como TikTok y YouTube, territorio natural de los influencers, ganaron en usuarios que buscan noticias.
Los medios necesitan trabajar con una estrategia integral del modelo de negocio que pase por la formación de nuevos consumidores, acercándose a las audiencias más jóvenes en sus propias circunstancias (las plataformas digitales donde consumen contenido), diferenciándose de la demás oferta informativa y sin intentar parecer lo que no son, dijo la doctora Gutiérrez Rentería.
“El influencer se asemeja a los gustos y preferencias del público al que está dirigido. Es una persona que le está hablando a la audiencia en su idioma y se vuelve atractiva por la forma y los valores que expresa. (...) A través de un lenguaje y una narrativa más certera, los medios pueden llevar a la audiencia hacia la marca principal, evitando que la audiencia diga: ¿Y qué payasada es esta?”.