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La música no cambia a la gente, la inspira
Yo-Yo Ma ama estar cerca del público; le gusta enseñar a los jóvenes, porque ellos ven cosas que yo no percibo y así también aprendo .
Transmitir mi conocimiento es la cosa más importante y también lo que me hace más feliz; pero, tengo que decir que no sólo es transmitir conocimiento, sino que también es aprender de la gente joven, porque ellos ven cosas que yo no percibo y, trabajando juntos, la retroalimentación es impresionante. Eso es lo que, naturalmente, me hace más feliz , respondió Yo-Yo Ma, uno de los mejores chelistas del mundo, a El Economista a propósito de su visita a México.
Este lunes, junto con Carlos Prieto, Ma presentó Canto a la música en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, una obra de cinco movimientos creada por Samuel Zyman. Esta pieza está compuesta expresamente para ser tocada por dos chelos (Ma y Prieto), un coro y una orquesta, la de Esperanza Azteca.
De nuevo en nuestro país, tuvimos la oportunidad de platicar con él y conocer las reflexiones de este músico que ha conquistado los teatros y óperas más grandes del planeta.
Sabemos que cree en el poder de la música como un puente para eliminar clases sociales y unir naciones, ¿esto cómo funciona?
Creo que no es la música por sí misma la que puede cambiar o unir a las naciones, la música tiene un efecto en la gente y la gente es la que cambia al mundo.
La música se refugia en la profundidad de las almas. Si buscamos un significado, entonces podemos llegar a entender que la música es un concepto revolucionario.
Pienso que el arte lo puede hacer, la cultura lo puede hacer, darle a la gente más caminos para que sea más empática una con otra.
¿Qué es lo que le da sentido a su vida y, por ende, a su carrera?
Creo que mi objetivo en la vida es tratar de entender por qué la gente actúa de la forma que lo hace, cuáles son sus esperanzas y cuál es su inspiración, qué motiva a la gente, qué hace a la gente dividirse, qué la hace temer.
¿Cuál es el factor indispensable para la creación musical?
Pienso que nuestros dedos no son lo único que podemos usar para hacer música, realmente depende de nuestra imaginación. Ninguna disciplina puede desarrollarse sin imaginación, es parte de todo.
Y la imaginación no es un talento, es decir, todos los niños, por ejemplo, tienen una gran imaginación y tratan de plasmar lo que ellos saben de diferentes formas. En realidad, la imaginación es la estratificación de diferentes realidades y eso hace más rica la creación musical.
El desarrollar una fuerte imaginación es el primer paso para lograr empatía con la creación.
¿Cómo mantener los pies en la tierra con una carrera tan ocupada y abrumadora como la suya?
Pienso que es por el contacto con la gente. Por ejemplo, empiezas una conversación hablando con gente joven; tú puedes vivir en el mismo lugar, pero ellos viven en un mundo diferente al de una persona de 60 años. Entrar en ese mundo te hace conocer la historia de otras personas y eso es la cosa más importante, lo que me motiva.
Para mí, parte de la música o la razón por la que hago música y lo que me motiva a tocar se trata de que mucho de lo que hago es transmitir lo que he aprendido y experimentado a través de otros.
Cada una de mis composiciones tratan de representar la voz de la gente que ya no tiene voz, y eso hace que mi responsabilidad sea hacer ruido por esas voces.
¿Dónde comienza la magia cuando toca su instrumento?
Pienso que la magia pasa cuando hay comunicación con la audiencia, cuando logramos un sentimiento en conjunto, cuando esa persona recibe ese contenido mágico y vive en otra persona.
Ésa es parte de la magia, transformar algo que no tiene vida en algo vivo. La música se escribe en notas y tiene que vivir en sonido, en energía para ser activada; pero, realmente vive cuando una persona que la escucha se siente inspirada, con esperanzas y tiene empatía con el mundo descrito por ellos mismos.
Sabemos que tiene un fuerte vínculo con sus chelos. ¿Es importante tocar sólo con ellos?
Creo que se desarrolla una relación especial con la madera, porque la madera también es una materia viviente y cada pieza de madera es diferente. Si pones diferentes piezas de madera juntas, en una forma particular, es como tener un amigo con el cual, por mucho tiempo, tendrás una relación especial; pero, eso no significa que no puedas tener nuevos amigos y un nuevo instrumento es un nuevo amigo, así que me agrada la gente y también me agradan los instrumentos.
A reciente disco The arc of life lo describe como una aventura en el tiempo y una invitación a recordar.
Sí, creo que todos nosotros, afortunadamente, tuvimos madres que nos cantaron cuando éramos pequeños y conocemos esas canciones de niños. Conforme crecemos, cuando las vuelves a escuchar, inmediatamente recuerdas a tú mamá, el ambiente donde creciste y los olores o el primer baile al que fuiste.
Todos nosotros tenemos diferentes registros y la música sirve para que de vez en cuando la gente regrese a esos recuerdos.
El arco de la vida es una invitación, pero es sólo un ejemplo de lo que podría ser, ¿cuál es tu propio ejemplo?
Este disco probablemente podría decirte lo que me gustaba escuchar cuando tenía 10, 12, 15 o 19 años; es una pequeña idea de cuán emocionante fueron esos años de mi vida y describe cómo fue la vida interior de Yo-Yo.
¿Tiene amigos en México?
Sí, los tengo. Me he divertido con muchos de ellos, en particular con mi mejor amigo, Carlos Prieto, porque tenemos cosas en común, como el mismo maestro de chelo en Nueva York, y hemos tenido buenos momentos con su familia, con su hermano, con su hijo. Toqué mucho con Carlos Miguel Prieto y otros miembros de su familia, que son amigos de mis hijos.
Hemos pasado aventuras y hemos creado muchas piezas juntos, fuimos a Cuba juntos, para mí fue la primera vez ahí. Es una profunda y maravillosa amistad.
¿Le gusta la música mexicana?
Amo la música mexicana, pero creo que necesito aprender su muy rica historia.
Aléjate 10, 100 o 1,000 kilómetros de tu hogar y la música empieza a ser diferente.