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"La sangre erguida", nueva novela de Enrique Serna
Aunque esta nueva novela es divertida y, como todo lo de Serna, está excelentemente escrita y tramada, a veces se siente que los personajes son demasiado simplones.
La verdad sea dicha: qué cursi es la masculinidad. Qué cursi es ser un macho. Y qué sentimental es la relación del hombre con su miembro viril. Cuánto romance en la bragueta: tú y yo solos contra las viejas y el mundo.
"La sangre erguida", nueva novela de Enrique Serna, va de eso, de la ridícula relación de los hombres con la hombría. O más bien, con el apéndice que para el macho lo simboliza todo: el pene.
Bulmaro Díaz es un mecánico veracruzano al que le iba bien: negocio propio, esposa, dos hijos, una pandilla de cuates borrachotes. Era feliz. Hasta que conoce a Romelia, una mulata sabrosa y caliente (¿no hay otro tipo de mulatas?) que canta en un conjunto de salsa, que se apropia no sólo de su deseo también de su voluntad completa. En un arranque de testosterona, se va con ella a Barcelona dejando todo y pasa de hombre a vasallo y de mecánico a vendedor de medicina pirata.
Juan Luis Kerlow es un pornstar argentino cuyo máximo logro existencial es tener dominio absoluto sobre sus erecciones. Su miembro yergue bajo su total control. Nada de excitaciones inesperadas ni de impotencia frente a un adefesio. Sin embargo, como él mismo se describe, es un atleta sexual, un paralítico del amor: jamás se ha enamorado. Entonces conoce a Laia y de pronto su instrumento de trabajo ya no le responde en el set
El trío de hombrías en conflicto lo completa Ferrán, guapo y donjuanesco, pero virgen. Jamás ha conocido mujer porque tiene un miedo patológico al fracaso sexual. De pronto descubre el viagra y tiene un otoñal despertar carnal a los 47 años: un amante bravo y vengativo, que con el sexo está decidió a cobrárselas todas a las mujeres que lo hicieron infeliz.
Serna, entregado durante varias novelas a relato histórico, vuelve a la edad contemporánea con esta novela cómica en la que revisa los ires y venires de la sexualidad masculina, especialmente la iberoamericana, tan falocéntrica.
Si en Fruta verde, su novela anterior se dedicaba a la confesión autobiográfica, en "La sangre erguida" tal parece que desenmascara las anécdotas que los hombres se cuentan cuando están a solas, en el baño del club o en la cantina.
Aunque esta nueva novela es divertida y, como todo lo de Serna, está excelentemente escrita y tramada, a veces se siente que los personajes son demasiado simplones. Seguramente hay intención del autor -son hombres reducidos a su entrepierna-, pero un poquito más de elaboración se habría agradecido. Y de pronto el estilo es demasiado rebuscado, pero tanto aderezo es también el reconocimiento del discurso viril como sentimental.
Como sea, el libro es muy afortunado. Disfrutable como un rapidín mañanero, como diría uno de sus protagonistas.
cmoreno@eleconomista.com.mx
La sangre erguida
Autor: Enrique Serna
Editorial: Seix Barral
Páginas: 326
Costo: $248