Mexicanos se imponen en premios latinoamericanos de matemáticas

Con el objetivo de fomentar la colaboración y el intercambio académico entre las comunidades matemáticas de América Latina, Estados Unidos y otras partes del mundo, además de poner el foco en la investigación producida en países de nuestra región, el Instituto de Ciencias Matemáticas de las Américas (IMSA, por su sigla en inglés), a través de su consorcio colaborativo, IMSA’s Collaborative Group, ha impulsado el Mathematical Waves Miami (MWM), un encuentro que engloba a las principales sociedades matemáticas de América Latina.

Dentro del programa de MWM, se otorgó por primera vez, el Latin American Mathematics Research Prize, que aspira a convertirse en un símbolo de prestigio y logro dentro de la comunidad matemática. Este año los ganadores fueron la mexicana Raquel Perales y el argentino Miguel Walsh, con el Premio Matemático Joven IMSA; el mexicano Alberto Verjovsky, quien recibió el Premio Matemático Consolidado IMSA y José Antonio Seade Kuri, con el Premio al Liderazgo Matemático Latinoamericano.

A propósito de este encuentro y resultados, El Economista conversó con el doctor Seade Kuri, uno de los galardonados y actualmente presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, quien nos describe el placer de dedicarse a las matemáticas:

“Estar frente a un problema matemático es bellísimo, es esa nuestra razón de ser para los que nos dedicamos a las matemáticas; se trata de un instante de enfrentarse a un rompecabezas que no tiene ni pies ni cabeza y que después de horas, días y a veces años, de pronto se arma. Es un éxtasis, ve uno la perfección absoluta. Recuerdo mi tesis de doctorado, estaba en Oxford, Inglaterra, estaba triste y deprimido porque no me salía, llegó el invierno y no aguantaba, me vine al calorcito de México y aquí estando con unos amigos, bailando salsa, de pronto me vino la idea, me fui a sentar y ahí estaba mi doctorado. Un momento de lucidez e inspiración, se vuelve tan claro que no entiendes cómo no llegó antes la respuesta. Esta es la belleza de ser matemático”, dijo el académico.

Asegura que la matemática latinoamericana es muy fuerte, “más de lo que nos damos cuenta, y precisamente la razón de ser de este premio que acabo de recibir es para ayudar y fortalecer a que sea más visible la aportación de la comunidad”. Recordó con tristeza que hay poco reconocimiento por parte de la sociedad mexicana y el gobierno en general para esta área, por ello premios como este se vuelven tan importantes.

Por otro lado, Seade Kuri está muy contento de que a México le haya ido tan bien, “esto es muy bonito y gratificante, porque refleja la mejoría que está sufriendo la materia en nuestro país y parte del continente; aseguró que incluso esto podría mejorar todavía más en la medida en que nuestros gobiernos latinoamericanos atiendan la investigación matemática”.

La importancia de las matemáticas

El galardonado comparte que una de las bellezas de esta área, es que por un lado es invisible, y todo el mundo se pregunta ¿para qué sirve?, pero por otro lado está presente en todo. “Galileo decía que es el lenguaje para entender a la naturaleza, es una herramienta poderosísima y el corazón del pensamiento científico”.

Asegura que las matemáticas están en nuestra vida cotidiana, “cada vez que pagamos con una tarjeta de crédito, están empleadas las matemáticas, en el uso de GPS hay matemática, y no solo eso, se trata de matemática contemporánea, esa que se acaba de hacer hace algunos años. Esto lo hace un área tremendamente poderosa y bella, pues la matemática te obliga al razonamiento lógico de la vida misma. Si aprendes a razonar, descubres su belleza”.

El problema, dice, es que nunca nos enseñan eso y aprendemos las matemáticas como receta de cocina, entonces se vuelven áridas y horribles, no entendemos para qué sirven y simplemente no queremos que nos hablen de ellas. Desde la experiencia del doctor Seade Kuri, algo que debe cambiar es la forma en que nos las enseñan y lo que tendríamos que hacer es trabajar desde los niños de primaria, enseñarles a razonar y a que no tengan miedo a equivocarse, preguntarse, ensayar, corregir, reflexionar, todas esas cualidades innatas del ser humano, pero que desde niños nos las reprimen y que hacen pensar que en general la ciencia es muy difícil.

Recalca que la matemática es una ciencia viva que se transmite día a día, “como matemático, si paso un año sin estudiar los avances recientes, me atraso, porque todo el tiempo se está transformando, es una disciplina que siempre ha ido de la mano del desarrollo del hombre. Hace miles de años el problema era dividir una parcela irregular, años después hablábamos de poner satélites en órbita, los problemas han sido distintos y la cantidad de matemáticas que se requieren es muy importante y sofisticada”.

¿Cómo acercarnos a las matemáticas?

El también presidente de la Academia Mexicana de Ciencias comparte que hoy en el país tenemos a la Sociedad Matemática Mexicana con muchas actividades, los institutos de matemáticas y la propia AMC, todos estos espacios realizan difusión, pero desafortunadamente sin presupuesto están limitados. “Pero son programas bellísimos, por ejemplo los círculos matemáticos, que son grupos de personas, que con la guía de un líder entrenado, se toman problemas de la vida real y el grupo soluciona. Se trata de enseñar a la gente el pensamiento científico, experimentar y no tener miedo a equivocarse”.

En 1986, José Antonio Seade Kuri fue presidente de la Sociedad Matemática Mexicana y fue ahí que pudo jugar un papel importante junto con otros colegas para que se crearan las olimpiadas de matemáticas, un programa majestuoso que requirió de mucho trabajo para arrancar, “eso fue hace cuatro décadas y de ahí en adelante se ha sostenido y crecido de forma maravillosa”.

Dijo que es muy importante que sigan programas como estos, porque si los jóvenes no aprenden matemáticas a temprana edad, es muy difícil que lo hagan después, “hay muchos de los mejores matemáticos en el mundo, incluido México, que llegaron a la matemática a través de la olimpiada”. Prueba de ello es que los premios que hoy se otorgan, es una propuesta de un matemático mexicano que participó en la primera olimpiada de matemáticas, el doctor Ernesto Lupercio, del Cinvestav.

Concluye diciendo que en nuestro país es necesario propiciar una mayor comunidad matemática y científica en general, “la ciencia y la tecnología son fundamentales para el desarrollo de cualquier país”, y reiteró que la matemática “es el corazón del pensamiento científico, por eso necesitamos más matemáticos y que la ciencia esté como prioridad de la agenda nacional”.

nelly.toche@eleconomista.mx