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Obra maestra de Miyazaki llega al público por primera vez en español
Esta historia fantástica basada en una leyenda tibetana se publicó en Japón en 1983, pero es hasta ahora que se edita en nuestra lengua, al tiempo que su creador se perfila como el favorito para el Oscar en animación.
“No está claro de qué época estamos hablando. Tal vez de un pasado remoto, quizá de un futuro muy lejano. En las profundidades de un antiguo valle excavado por la erosión de un glaciar, hallamos un pequeño reino abandonado por el tiempo. ¿Qué habrá llevado a la gente a establecerse en estas tierras? (...) Tras el árduo trabajo de ararlos y plantarlos, los áridos campos producen a duras penas unos pocos granos de hiwabie (...) A pesar de todo, la gente vive agradecida por las modestas cosechas. Trabajan hasta la extenuación y mueren”.
Con este no tan alentador escenario inicia la historia de un periplo, la peligrosa travesía de Shuna, el joven heredero reinante de este rincón olvidado del mundo, cansado de ver a su pueblo desfallecer por nada más que menudencias de alimento.
En un día por demás extraño, a las afueras del pueblo, Shuna se encuentra con un viajero de avanzada edad, derrengado en el camino, al borde de la muerte a causa del hambre y el cansancio. De inmediato, el joven lo monta en su yakul (un animal imaginario parecido a un antílope) y lo lleva a su casa. Pero no habrá remedio que pueda ayudarle. Sabiendo su destino, el viajero le cuenta a Shuna que es un príncipe heredero de una nación que, así como la suya, padece de hambruna.
Le explica que cuando era tan joven como él, conoció a un viajero que le entregó una bolsa como la que él ahora le muestra. De ella caen unas cuantas semillas que Shuna no había visto antes. “Esto es lo que me dio ese viajero (...) Dicen que, en los confines del oeste, existen unas tierras en las que grandes extensiones de cereal dorado llegan hasta donde alcanza la vista y los tallos de las plantaciones, cargados y generosos, se mecen como las olas”. El anciano muere no mucho después de obsequiar las semillas a Shuna.
La inesperada visita ha cambiado la mente del joven heredero y una noche de luna nueva decide partir hacia el oeste para buscar esa tierra de abundancia dorada, convencido, a pesar del terreno inhóspito, yermo, sin vida, que no deja de extenderse a su vista por días y días de camino. Así, Shuna inicia un viaje desconcertante, mágico e inesperado, donde la determinación de cambiar la condena de su pueblo será el motivo para no recular.
La mitología Miyazaki
Se trata del arranque de la novela gráfica El viaje de Shuna, autoría de una leyenda viviente, el ilustrador, animador, director y productor de cine, y, por supuesto, mangaka (término que se usa en Japón para referirse al creador de un manga o cómic) Hayao Miyazaki (Tokio, 1941), demiurgo de varias de las más memorables películas animadas de oriente. Tal vez a usted le suenan títulos como El castillo en el cielo (1986), Mi vecino Totoro (1988), El viaje de Chihiro (2001) o Ponyo (2008), todos gestados en la imaginación de este genio capaz de condensar las historias más trágicas, mágicas, desconcertantes y conmovedoras.
Pues bien, la traducción al español de El viaje de Shuna, repleto de las hermosas acuarelas de Miyazaki, es un acto de justicia para este hemisferio. La historia se publicó originalmente en 1983, cuando el genio japonés tenía unos 42 años y era ya un mangaka consolidado, pero aún en sus primeros pasos como director de cine.
Hoy en día, el fundador de Studio Ghibli es, como se dijo arriba, una leyenda del cine y de las artes gráficas, un multipremiado en su país y en occidente, donde, hasta ahora, ha recibido dos premios Oscar, el primero por El viaje de Chihiro, como Mejor película animada en 2002, y el segundo a título honorífico en 2014.
Este año, Miyazaki-san se está perfilando para llevarse su tercer reconocimiento de la Academia toda vez que su más reciente filme, El niño y la garza (Kimitachi wa Dō Ikiru ka), se impuso en la pasada edición de los Globos de Oro, por encima de la favorita, Spider-Man: Across the Spider-Verse, y ya lleva consigo un ramillete de premios de las distintas asociaciones de críticos en Estados Unidos.
Este jueves, la nueva obra maestra de Miyazaki que, por cierto, concerta una aprobación unánime con un 100% de críticas favorables en el portal Rotten Tomatoes, recibió la nominación correspondiente al Bafta y se espera que se le coloque como favorita entre las nominadas al Oscar, cuyo anuncio se dará el próximo miércoles 24 de enero.
Adaptación de una leyenda
El viaje de Shuna se basa en la leyenda tibetana conocida como –¡alerta de spoiler!– “El príncipe que se convirtió en perro”, que cuenta la historia de un heredero que busca remediar la miseria en la que se encuentra su pueblo y, después de un sempiterno viaje hostil, consigue robar algunos granos de cebada a la persona menos indicada que arroja sobre él un hechizo condenatorio.
En su edición original, en 1983, Miyazaki escribió: “Desde que leí la leyenda hace más de una década, siempre había soñado con adaptarla al formato animado, pero teniendo en cuenta la situación actual de Japón es imposible conseguir aprobación para un proyecto tan poco vistoso”.
Ahora, 40 años después de la publicación de esta novela gráfica, lo difícil sería que no sea vistoso cualquier proyecto que pase por las manos de este genio.
El viaje de Shuna
- Autor: Hayao Miyazaki
- Edita: Salamandra Graphic
- Año: 2023
- Páginas: 160
- Impreso: 399 pesos
El sistema tategaki
“El viaje de Shuna” tiene, como uno de sus grandes atractivos, un tanto extraño pero fácil de asimilar, que se lee con el sistema tategaki, es decir, a la manera habitual de escritura y lectura en Japón, de derecha a izquierda, de manera que la portada está donde regularmente habría una contraportada.