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Arte e Ideas

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Oxigenar los canales de Xochimilco con ayuda de la propia comunidad

El proyecto contribuiría a mejorar la calidad del líquido, suelo y aire en la zona, por eso es un proyecto atractivo para chinamperos, agricultores, planteros y que además favorecen la actividad turística.

La Dra. Refugio Rodríguez Vázquez, investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav ha trabajado por muchos años en proyectos que buscan la remediación de algunos problemas de contaminación en agua y suelos, el más reciente buscará la oxigenación de los canales de Xochimilco mediante un método de generación de micronanoburbujas (MNB), que será adaptado a las trajineras al navegar.

“Este es un proyecto social, con beneficio para el ambiente y el entorno, así está resumido mucho del trabajo”, asegura la doctora Refugio quien agrega que este es un esfuerzo por salvaguarda el sistema y ha sido muy bien recibido por la comunidad. 

Para oxigenar el agua de los canales, el grupo de investigación aplica un sistema generador de MNB que se adapta a las trajineras, las cuales lo generan al navegar, con el propósito de oxigenar el agua y disminuir las condiciones anaerobias causantes de la producción de gases; los equipos se alimentan con la energía proporcionada por paneles solares instalados en el toldo de la embarcación, por ello el apoyo de remeros era fundamental.

“Ellos están muy receptivos, productores de hortalizas, remeros y planteros, todos tienen un interés por saber cómo pueden ellos también resolver esta problemática y contribuir”.

Al primer embarcadero que llegó la investigadora y su equipo fue al canal de Cuemanco, que cuenta con cerca de 800 trajineras, luego en el canal de Apatlaco se instalaron los equipos de prueba. “Todos fueron muy empáticos, uno de los líderes de los remeros estaba convencido de que se requieren acciones aparte de lo que le toca al gobierno. La respuesta fue bastante buena y eso a mí me animó para llevar a cabo el proyecto”.

Este sistema además cuenta con un prototipo de embarcación, con el cual se han analizado algunos datos iniciales. Por ejemplo, se ha mostrado un cambio en algunos parámetros de calidad de líquido; como la disminución de sólidos totales disueltos, conductividad eléctrica, aumento en el oxígeno disuelto y de potencial oxidación-reducción, lo que significa que el sistema puede impactar en la recuperación de los canales de Xochimilco.

Ahora ya con las pruebas se está gestionando la implementación en 30 embarcaciones más: 22 para el embarcadero de Cuemanco y 8 para el embarcadero de Puente de Urrutia, Caltongo, dos áreas completamente diferentes pero con efectos y problemas parecidos.

El proyecto ha sido tan cuidado que hasta se pensó en cómo colocar el sistema en las trajineras para no cambiar la imagen que se tiene en la parte turística, que no haya afectación al paisaje, pero que a la vez el material fuera visible para los turistas y sepan que mientras uno se pasea, también se está aportando para el cuidado de los recursos. “La idea es que todas las trajineras puedan contar con su propio sistema, y es viable porque aunque este tipo de tecnología tiene un nombre rimbombante, es accesible y el concepto puede ser entendido por todos, tiene tecnología sencilla, económica y fácil de manejar”.

La ciencia detrás de este proyecto

El objetivo es reducir las condiciones anaerobias que prevalecen en el agua y con ello disminuir la emisión de gases de efecto invernadero como metano, dióxido de carbono o ácido sulfhídrico, también denominado “gas de las coladeras”.

La presencia de compuestos como nitrógeno y fósforo causan la eutrofización, es decir, el exceso de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático, esto propicia el crecimiento descontrolado de microalgas, lentejilla y lirio acuático, causantes de la disminución del oxígeno disuelto y la generación de gases de efecto invernadero.

El proyecto entonces contribuiría a mejorar la calidad del líquido, suelo y aire en la zona, por eso también es un proyecto atractivo para chinamperos, agricultores y planteros. Los beneficios son para las especies acuáticas, terrestres y para la vida de los lugareños, además favorecer la actividad turística.

¿Cómo se logra? Las micronanoburbujas son del tamaño de una milmillonésima parte de un metro y se generan con un sistema de tubos Vénturi, por el cual se pasan de forma simultánea agua y aire, que al realizar un cambio de presión las produce; éstas pueden permanecer en el agua por largos periodos de tiempo, promueven la oxigenación y, al tener una alta presión interna, crea especies reactivas de oxígeno. 

Los beneficios de este sistema son: disminución de disruptores endócrinos (hormonas, plastificantes, plaguicidas) o microorganismos patógenos, reducción del tiempo de tratamiento, promoción de mayor transferencia de oxígeno, disminución de gases de efecto invernadero y mayor eficacia en la captura de sólidos menos densos que el agua, los cuales se depositan en la superficie.

La investigadora es enfática, este es un método económico y cuenta con un equipo de fácil manejo, además los paneles solares generan energía fotovoltaica que permite una operación sustentable e independiente.

Es una iniciativa altamente replicable

La Dra. Refugio asegura que el secreto de cómo poder acercarse a la comunidad al venir de un laboratorio científico es a través de hacer la información más sencilla y menos técnica, “que se pueda captar la información, es un ambiente en el que también se unen estudiantes y esto motiva a los lugareños a que sus hijos estudien una carrera y además trabajen en el campo, así se crea una apertura y confianza”. Además su labor no termina ahí, también colabora con el Centro de Educación Chinampera con pláticas y acercamiento todos los miércoles y un trabajo en la zona por muchos años.  

Una vez que este proyecto ha demostrado su viabilidad, la especialista asegura que se puede replicar. “Esto ya no es un trabajo piloto, ya se busca una escala considerable, siento que estamos en la línea. Me he preguntado cómo extrapolar todos estos conocimientos, porque servirían incluso más allá del territorio de Xochimilco, es de las pocas opciones que se tienen y no se han visualizado”. Platica que la empresa privada ha puesto atención a este tipo de sistemas de oxigenación con nano burbujas, pues tiene un gran potencial para extenderse.

Hay más medidas ecológicas en Xochimilco

Este proyecto se une a otros como: la instalación de biofiltros constituidos por grava, gravilla y carrizos de la zona, así como la aplicación de nanotecnología sumada a la fitobiorremediación que han logrado reducir materia orgánica, microorganismos patógenos, nitrógeno, fósforo o algunos metales. También, se han instalado dos plantas de tratamiento de agua en la zona, las cuales generan líquido para uso en servicios con capacidad de depuración de hasta 136,000 litros al día.

nelly.toche@eleconomista.mx

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