Pacheco recuerda vida y obra de Alfonso Reyes

Con una charla dedicada al escritor Alfonso Reyes (1889-1959) y su primer libro publicado Cuestiones estéticas (1911), el laureado ensayista y poeta mexicano José Emilio Pacheco concluyó el ciclo de conferencias Literatura Mexicana hacia 1910 .

Celebrado en la Capilla Alfonsina, el autor de obras como La batallas en el desierto y Tarde de agosto , entre otras, resumió brevemente la vida y obra de quien fuera considerado un clásico contemporáneo de la lengua española.

Durante su participación, Pacheco, figura que ha cultivado todos los géneros literarios desde la narrativa y el ensayo hasta la crítica literaria e histórica, habló sobre la pasión de Reyes en las letras, su incursión en la literatura, su amistad con Jorge Luis Borges y la cercanía de su padre Bernardo Reyes con Porfirio Díaz.

Sobre Cuestiones estéticas , dijo que se trata de una publicación editada en 1910, pero que la mayor parte de su edición comenzó a circular hasta 1911 en Bogotá, Colombia.

Dijo que en esa obra, se recogen textos redactados entre 1908 y 1910, cuando el autor contaba entre 17 y 21 años de edad. Uno de ellos, escrito en 1909, titulado Sobre el procedimiento ideológico de Stéphane Mallarmé .

En él, indicó, se ofrece al lector un estudio sobre la posición asumida por Mallarmé en el proceso verbal de la creación poética.

egún Reyes, a decir de Pacheco, el poeta francés intentó lo inalcanzable: lograr que el lenguaje tradujera en palabras todo aquello que se agita en su interior.

Calificó al texto como asombroso , toda vez que para la edad que entonces tenía Reyes, mostró una gran aptitud para hablar de cuestiones estéticas. Asimismo, dijo que para Reyes, la literatura es inseparable de la vida y la vida inseparable de ésta.

José Emilio Pacheco elogió el conocimiento de la cultura griega que tuvo Reyes. También evocó las clases que impartió el propio Reyes hace más de 60 años sobre la cultura griega, experiencia donde cabían tanto los desplantes de erudición como la amenidad, el encanto y el humor.

Entre los aportes de Reyes, Pacheco recordó que éste fundó en 1909 el Ateneo de la Juventud, al lado de otros escritores como Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos, entre otros intelectuales que se organizaron para leer y discutir a los clásicos griegos, acuñar agudas reflexiones sobre la literatura y la filosofía universal y llevar a cabo una importante labor de difusión cultural.

Indicó que este grupo fue de gran relevancia al criticar al positivismo, así como al desarrollo que tuvo en México durante el Porfiriato, mismas que provocaron una verdadera revolución cultural en el país.

La labor que hizo con el Ateneo de la Juventud, esta en el centro de la realidad mexicana; este grupo fue la primera generación universitaria que se formó en la universidad , dijo.

A Bernardo Reyes, padre de Alfonso, lo calificó como un hombre valiente y humilde, que peleó en los años finales de la Segunda Intervención Francesa en México.

Lo recordó como uno de los hombres más cercanos y fieles al general Porfirio Díaz, entonces presidente de México.

Al concluir su ponenencia, en la que rememoró y resumió la vida del escritor y pensador neolense, José Emilio Pacheco fue despedido con una lluvia de aplausos.