¿Qué está pasando con la audiencia de los premios Oscar?

En los últimos años, la gala de los premios Oscar, organizada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos (AMPAS), ha sufrido un decrecimiento en sus audiencias, particularmente dentro de Estados Unidos.

Entre 2002 y 2023, de acuerdo con información de Statista, el año que la gala tuvo más audiencia en el país vecino fue 2014, cuando un 27.9% de los hogares estadounidenses sintonizaron la señal en algún momento.

No obstante, en 2021 el porcentaje que sintonizó al menos parcialmente la gala en vivo de los premios de la Academia bajó al 2% del total de hogares estadounidenses, mientras que en la ceremonia de 2022 el registro ascendió ligeramente al 4% y repitió la misma proporción durante la transmisión de 2023.

Tres periodistas y comunicadores especializados en la cinematografía, Enrique Figueroa Anaya, Linda Cruz y Mario P. Székely, opinan sobre los factores que generan este decrecimiento en territorio norteamericano.

“El que haya cada vez menos rating en las ceremonias de entrega, en este caso de los Oscar, es un factor que va más allá de la inclusión y obedece a otros factores de industria”, argumenta Linda Cruz.

“Tomemos en cuenta que la televisión como tal, la televisión de paga o la abierta, están a la baja desde hace tiempo. Por otro lado, la de los Oscar es una entrega de premios que tampoco puede reinventarse mucho. Quienes hemos cambiado los hábitos de consumo somos nosotros”.

Al respecto, Enrique Figueroa comenta que en el mundo han aparecido otras maneras de visibilizar películas y de tener cercanía entre las estrellas y el público, cuando en el pasado una entrega de premios como los Oscar era la única oportunidad para “aproximarse” a los grandes rostros de la industria además del celuloide.

“Todo eso ha cambiado a partir de la presencia de internet. Ahora puedes ver los avances de las películas en cualquier momento. En las redes sociales puedes tener cierta cercanía con las celebridades y demás gente de la industria. Ya no hay un sentimiento de exclusividad en la transmisión de los Oscar como sucedía en el pasado”, estima Figueroa.

¿La inclusión ha generado descontento en un sector de Estados Unidos?

Al respecto, Mario P. Székely opina: “que estén sucediendo cambios históricos dentro de la industria, particularmente en Estados Unidos, claro que genera reacciones dentro de los sectores más conservadores. Lo ven como una afrenta a su manera de vivir y de convivencia. Es un síntoma más del ambiente político, estamos viendo una sociedad polarizada. Pero el ideal que está buscando la gente de Hollywood, y también dentro del cine independiente, es que se normalice, que se entienda que no pasa nada si incluimos a gente de todos los colores y sabores. Todos somos humanos, ése es el ideal”.

Ahora bien, opina el periodista residente en Los Ángeles, todavía falta mucho por hacer, “sobre todo en favor de los latinos. Hay cambios que podrían ir más rápido, por ejemplo, si esto fuera a una velocidad ideal, ya habría más historias con más latinos, considerando la población significativa que vive en Estados Unidos. Están avanzando lento”.

Finalmente, coinciden los especialistas, pese a que la Academia ha ampliado su alcance global y sus criterios de selección, la de los Oscar sigue siendo una entrega local.

“No es global. Es una entrega de premios norteamericana. Que nos esté invitando a la fiesta, bien, porque hay películas que sí tienen una buena distribución y hacen eco en otros territorios, y es correcto que sean reconocidas, pero es finalmente una industria que se celebra a sí misma”, comenta Linda Cruz.

Y Enrique Figueroa coincide: “los Oscar se han vendido como los premios del cine mundial, pero es una entrega de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos. Es decir, no son el Mundial de Futbol ni son los Juegos Olímpicos. Son más parecidos al Súper Tazón o a la Serie Mundial, como eventos emblemáticos de su sociedad. Pero siguen siendo un premio local con alcances internacionales”.